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VERA DRAKE


Título original
: Vera Drake
País y año de producción: Francia / Inglaterra / Nueva Zelanda, 2004
Dirección: Mike Leigh
Guión: Mike Leigh
Con: Imelda Staunton, Richard Graham, Eddie Marsan, Anna Keaveney, Simon Chandler
Duración: 125 minutos
Calificación: No apta para menores de 12 años
Género: Drama
Sitio Web: http://www.veradrake.com/




Reseña argumental
: Londres, 1950. Vera Drake vive con su esposa Stan y sus hijos, Sid y Ethel, ya grandes. No son pudientes, pero viven felices, unidos y en armonía. Vera trabaja limpiando casas; Stan, como mecánico en el garage de su hermano, Sid en el taller de un sastre y Ethel en una fábrica de bombitas de luz. Pero la abnegada Vera tiene otra tarea que mantiene en secreto frente a todos quienes la rodean: sin aceptar ningún tipo de pago, asiste a toda aquella jovencita que quiera deshacerse de su embarazo no deseado. Hasta que una de esas chicas tiene que ser conducida de urgencia al hospital, inmediatamente después de una de esas intervenciones, y la consecuente investigación policial conduce a Vera, con lo cual todo su pequeño mundo comienza a derrumbarse.

El británico Mike Leigh es conocido por trabajos como Naked (1993), Secretos y mentiras (1996), y Simplemente amigas (1997).

ABORTO SÍ, ABORTO NO

Esta película, que tuvo tres nominaciones en la última entrega de los Oscar (Mejor Actriz, Mejor Director, Mejor Guión Original), presenta la temática candente de quienes practican abortos y las personas que concurren a hacérselos; y deja planteado el debate. Si uno hace lo primero puede encontrarse con un filme demasiado panfletario, curioso dentro del cine inglés, donde todo es blanco o negro y no existen los matices. Allí los pobres son muy buenos, y los ricos o muy malos o muy desgraciados.


Ello influye negativamente sobre el filme porque la vida no tiene esas rigideces. La muchachita que debe abortar en una clínica privada, soportando infinidad de interrogatorios que la humillan porque alguien conocido abusó de ella; las clientas de Vera que en su mayoría son pobres y tienen sólo ese camino para evitar el tener el hijo; una familia (la de Vera) ejemplar; las clínicas abortivas que abusan de sus necesitadas clientas mientras si bien le dan higiene, no les brindan contención afectiva en tanto, Vera corriendo de casa en casa, consolando, cantando bajito y ofreciendo todo menos higiene; todo como ubicado en veredas opuestas.


El mismo personaje de Vera es demasiado caricaturesco. Ella es demasiado buena, demasiado inocente; demasiado preocupada por los demás. Al final uno siente que lo que le ocurre al final (no se puede contar) se lo tenía merecido porque los inocentes son los primeros que caen. Y más que inocente, queda como una tonta.


Si por el contrario uno va al cine a ver un filme que busca poner encima de la mesa la temática del aborto, tiene a la salida suficientes argumentos (en pro y en contra) como para prolongar el debate. Es que el argumento, que parece es sacado de personas reales de la década del '50 ofrece una visión simple y concisa de la temática.


Esta mujer usa un método demasiado simple. En un atado guarda los instrumentos que son en su mayoría caseros. Un rallador de queso, una barra de jabón y una perilla de goma con la que inyecta el agua de una palangana con desinfectante, repitiendo a cada mujer que visita que a los pocos días va a sentir un gran dolor en el bajo vientre, señal de que va a expulsar lo que no quiere tener. Esas prácticas se dan hasta que una joven debe ser internada por una infección.

Lamentablemente se siguen practicando dichas operaciones sin mayor control, y sí mucha tolerancia; días atrás en una casa de Montevideo (conocida por todos desde hace años) una mujer falleció por un exceso de anestesia. Pero además, es un drama ya que pocas veces se conoce la cantidad de personas que fallecen o tienen desastrosas consecuencias futuras para sus vidas, por haberse realizado abortos sin el suficiente control médico. Ni qué hablar del enriquecimiento de profesionales que abusando de la necesidad cobran cantidades desproporcionadas.

Gran parte del mérito de la película está en las actuaciones. Casi en una puesta teatral, los personajes de la familia de Vera Drake están notablemente interpretados. Stan, el esposo, los hijos Sid y Ethel, el hermano de Stan y su esposa, el pretendiente de Ethel se muestran registrados con grado tal de detalle que uno perfectamente se puede abstraer de que son actores. La propia Imelda Stauton construye su Vera hasta en los mínimos detalles, con gestos, miradas, sonrisas, cantitos que marcan correctamente la personalidad de esa mujer que buscaba sólo ayudar.


El problema es que Vera, así como la presenta el director Mike Leigh, es alguien demasiado confiado, irresponsable, y que es usado por quienes hacen comercio con la necesidad de la gente. Y eso está mostrado sin matices que se dan en la realidad.

El mérito mayor de este filme inglés no está en sí mismo sino en el mensaje que deja. ¿Qué hacer con este flagelo mundial que se arrastra desde que los humanos habitamos la Tierra? ¿Es correcta la interrupción de la vida dentro del vientre materno? ¿Son válidos los argumentos que maneja la Iglesia? ¿Es oportuno un plebiscito para que seamos nosotros, todos, los que decidamos qué hacer? ¿Es un problema sólo de mujeres, o también de hombres? ¿El Presidente puede ejercer presión ante sus propios legisladores anunciando que vetará el proyecto? Es evidente que casi todos ya tenemos formada opinión al respecto.

Entiendo que ese el propósito de este filme inglés, y lo logra. Es que el tema es urticante, se esté a favor o en contra.

Andrés Caro Berta


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