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MATCH POINT


Título original
: Match Point
País y año de producción: Estados Unidos / Inglaterra / Luxemburgo, 2005
Dirección: Woody Allen
Guión: Woody Allen
Con: Jonathan Rhys Meyers, Scarlett Johansson, Brian Cox, Matthew Goode, Emily Mortimer
Duración: 124 minutos
Calificación: No apta para menores de 15 años
Género: Drama / Romance / Thriller
Sitio Web: http://www.dreamworks.com/matchpoint/



Reseña argumental: Aquél que dijo alguna vez "prefiero tener suerte a ser buena persona" sabía lo que decía. La gente se resiste a aceptar cuanto en la vida depende de tener suerte. Da miedo darse cuenta de que hay infinidad de cosas que no podemos controlar. En un partido de tenis a veces sucede que la pelota queda en el filo de la red y por una fracción de segundo no se sabe si va a caer de este lado o del otro. Con un poco de suerte cae del otro lado y uno gana. O bien cae de este lado y uno pierde. Match Point es una comedia dramática cuyo tema central es la lucha del joven y apuesto Chris Wilton por ascender en la sociedad, y las tremendas consecuencias de su ambición. Inmerso en una encrucijada afectiva con dos mujeres, que no sabrá como resolver, el atribulado Wilton apelará entonces a recursos extremos. Ambientada en la clase alta británica, Match Point cuenta con la notable y exitosa Scarlett Johansson en el papel de Nola Rice, la hermosa norteamericana que perturbará la vida del matrimonio de Chris Wilton (Jonathan Rhys Meyers) y Chloe Hewett (Emily Mortimer). Mathew Goode interpreta a su vez a Tom Hewett, el acaudalado hermano de Chloe, quien será el indirecto desencadenante de cruciales eventos.

Woody Allen es conocido por numerosas labores, como Manhattan (1979), Crímenes y pecados (1989) y Celebrity (1998).

DEL WOODY ALLEN QUE SE HACÍA ESPERAR


Una película que sorprende, ya desde el momento en que se vio su sinopsis. Porque si bien se reconocen los distintos estilos de Woody Allen a lo largo de décadas de cine y una prolífica actividad, en los últimos años muchos críticos le reprochaban el hecho de venir reiterándose durante sus más recientes comedias.

Acá toma un camino bastante diferente, en cuanto a contexto, porque para empezar la acción se muda a Europa, más precisamente a Londres. Con una fotografía elegante y un relato que absorbe la atención del espectador, Match Point (2005) gira sobre un instructor de tenis irlandés que se ve en el dilema de irse con la mujer que ama o seguir al lado de una esposa que le garantiza un muy buen trabajo y una destacada posición social.

Por supuesto que esto recuerda una historia muy parecida que se había dado en Crímenes y pecados (1989), film que cerró la época "dramática" de Allen en los ´80 y de notorias connotaciones "bergmanianas". El maestro sueco ha sido muchas veces fuente de inspiración suya, y en ese relato del exitoso oftalmólogo (Martin Landau) acosado enérgicamente por su amante para que se case con ella radica un ejemplar caso, a través de un abordaje que tuvo mucho más vuelo e interés incluso en otros antecedentes cercanos del neoyorquino, como La otra mujer (1987) y en menor similitud en Hannah y sus hermanas (1986) y Setiembre (1987).

El replanteo de las relaciones personales y el cuestionamiento hacia uno mismo ya estaba implícito en el personaje de Gena Rowlands en La otra mujer, en esa hermana casi perfecta (Mia Farrow) que jamás pensaba que un caso de adulterio la fuera afectar en Hannah y sus hermanas, y en todos los entretelones amorosos en Setiembre; los casos se inscriben en una línea similar a la que se maneja en Match Point.

Tampoco conviene olvidar los deslices algo trágicos de Kenneth Branagh en Celebrity (1998), donde hacía de periodista venido a menos que intentaba vender su novela pero que no recibía lo esperado, luego de numerosos contactos craneados en el mundo de ricos y famosos.

Claro que Match Point podría ser hasta una continuación de la historia del oftalmólogo en Crímenes y pecados. A diferencia del personaje de Landau, que ponía su religiosidad en juego y hasta temía por el supuesto castigo que Dios le podía dar al perfilarse como autor intelectual de un crimen, en Match Point es la suerte la que determina las cosas.

Aquí hay una alusión clarísima a Crimen y castigo de Dostoevsky, ya que al protagonista le cuesta mantener la conciencia tranquila, luego de lo que ocurre promediando las tres cuartas partes del film. El gran mérito de Woody Allen es precisamente el enfoque agudo en los comportamientos, sobre todo del personaje principal, un hombre humilde que se ve deslumbrado por ese opulento ambiente en el que se empieza a mover. También cae de madura la alusión a Patricia Highsmith en El talentoso Sr. Ripley; este instructor de tenis no asume identidades pero bien que aprovecha las ventajas de ese nuevo entorno que igual le resulta atractivo, por encima del sacrificio que implica soportar nuevas amistades cuyas vidas resultan rutinarias y hasta mecanizadas.

El constante uso de planos muy cercanos es una de las pruebas más fehacientes, al momento de escarbar mentalidades que fueran moldeando perfiles psicológicos mucho más nítidos. Y eso lleva a Match Point a ser algo bastante distinto de lo que venía haciendo su director en los últimos años. La película es un drama con momentos de real tragedia, intenso y hasta claustrofóbico, a medida que la indecisión entra a pesar cada vez más. El humor prácticamente no existe, salvo por algunos graciosos chispazos entre unos agentes de policía. Se trata de un Woody Allen menos precipitado y hasta más sofisticado. Si bien la historia no es muy original, el enfoque que le da sí lo es, sin necesidad de mostrarse como alguien pretencioso sino más bien sustancial; oscuro y hasta perturbador.

Parece un film europeo pero curiosamente Londres no hace de soporte turístico sino que más bien parece un personaje más, un testigo silencioso que alberga las dos caras de la moneda, las dos zonas de la cancha, donde se desenvuelven la moralidad y el adulterio, las coincidencias que deciden si alguien queda insatisfecho pero rico, o pobre pero feliz.

Incluso una noticia tan buena como la que recibe el protagonista cerca del final se ve encandilada por algo en lo que no puede dejar de pensar y que le carcome la conciencia. Esas miradas fijas y pensativas, imperturbables, no cierran por primera vez una película de Woody Allen. Las ilusiones que se vienen abajo en el periodista de Celebrity, el desánimo por una relación que no pudo funcionar, extraña pero igualmente atractiva para el escritor (Jason Biggs) de La vida y todo lo demás (2003), y las obsesiones desesperantes de este profesor de tenis en Match Point son reflexiones de la vida real del propio Allen, quien a pesar de negar elementos autobiográficos en sus más recientes películas, ha demostrado inquietudes que se codean perfectamente con las de un autor hábil, maduro y que a esta altura de su vida sigue con muchas cosas para decir.


Alejandro Yamgotchian


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