
Título original: The Others
País y año de producción:
Estados Unidos / España / Francia,
2001
Dirección: Alejandro
Amenábar
Guión: Alejandro
Amenábar
Con: Nicole Kidman, Christopher
Eccleston, Fionnula Flanagan
Duración: 101 minutos
Calificación: No
apta para menores de 12 años
Género: Fantástico
/ Terror
Reseña argumental: En
una isla del Canal de la Mancha y durante
finales de la Segunda Guerra Mundial una
solitaria mujer espera la llegada de su
marido, junto a sus dos hijos (una nena
y un varón) y en una gran mansión
Victoriana. Enseguida aparecen tres empleados
domésticos dispuestos a cumplir tareas
en dicho hogar. Los anteriores habían
desaparecido misteriosamente. Mientras tanto,
la niña de la casa le dice a su madre
que está viendo fantasmas por todos
lados y que algunos se comunican con ella,
en especial el de un niño. Su hermano,
al igual que su mamá, no cree en
las palabras de la niña. Pero muy
de a poco el mundo sobrenatural comienza
a ejercer más y más presión
en el asunto.
Según
el director chileno Alejandro Amenábar
(Tesis, Abre los
ojos) "deseaba realizar
un film lleno de largos y oscuros corredores,
como un tributo a esos seres siempre enmascarados
que acecharon los vestíbulos de mis
pesadillas de infancia. Mi niñez
estuvo acosada por los miedos: a la oscuridad,
a las puertas entreabiertas, a los armarios,
y en general, miedo a todo lo que pudiera
ocultar a alguien o a 'algo'",
recuerda Amenábar. "De ahí
que no me sorprenda que me haya convertido
en un devoto del cine de lo sobrenatural.
Muchas veces me pregunto por qué
encontramos tanto placer en el miedo. Y
en parte creo que es así porque la
experiencia es muy intensa, a la vez que
sabemos que estamos a salvo, allí,
del otro lado de la pantalla. Cuanto más
esté en juego la seguridad, más
aterrorizador es el film."
En cuanto
a su visión personal sobre Los
otros Amenábar sostuvo que
"en esta clase de filmes es peligrosamente
fácil excederse en los efectos especiales,
hasta que los escalofríos que se
pretende provocar se convierten en repulsión.
Para mí, la verdadera esencia del
terror reside en dejarles espacio a la imaginación,
a las ansiedades, las obsesiones y la paranoia
latentes en nuestra conciencia. Si despertamos
esos sentimientos primarios, transportaremos
al espectador hasta los rincones más
oscuros de sus temores de infancia ... a
ese escalofrío que nos recorre la
espalda y que sólo puede ser descrito
como tremendamente maravilloso."
Respecto
a la actriz protagonista Nicole Kidman,
Amenábar afirmó que "gran
parte del terror creado en el film proviene
de sus ojos, mucho más valiosos que
los más caros efectos especiales".
Curiosidades:
La película fue filmada enteramente
en España, mientras que los interiores
de la gran mansión (pasillos y rincones,
por ejemplo) fueron creados en un estudio
ubicado en los suburbios de Madrid.
DE
LO FRESCO Y RECALENTADO
A pesar
de que Los otros
(2001) es un trabajo con méritos
propios, esta película de Alejandro
Amenábar no escapa al rótulo
"una más que importó
el estilo de El sexto sentido
(M. Night Shyamalan, 1999)". Por supuesto
que Otra vuelta de tuerca,
de Henry James tampoco escapa a la cita,
al momento de hacer referencia a otras fuentes
que llevaron a la creación de una
película que incluso fue votada por
varios críticos como una de las mejores
del pasado 2001.
El chileno
tomó numerosos elementos del hindú
Shyamalan y los llevó a una familia
en penumbras y con siniestra servidumbre,
alojada en una solitaria mansión.
Y sería bueno recordar que El
sexto sentido no es tan solo una
muy original vuelta de tuerca. También
está compuesta por estratégicos
encuadres, una fotografía que por
momentos trasmite más palidez que
cualquier acción del guión,
silencios sepulcrales, cámaras de
mano que buscan el ángulo adecuado
para potenciar el miedo y, por supuesto,
un juego en el que da gusto ser víctima:
la prestidigitación. Amenábar
se nutrió bastante de todo esto pero,
además, agregó, como buen
fan del género que es, ideas imaginativas
que hasta podían haberse aprovechado
un poco más (en realidad Amenábar
gusta mucho del gore, subgénero
terrorífico caracterizado por abundancia
de sangre).
Es como
si alguien construyera su propia obra, aunque
a partir de un molde, o una base. De todas
maneras el resultado es por demás
satisfactorio. Los otros
envuelve al espectador de pique y le tira
desde el guión sugerencias que apuntan
a que vislumbre algo que se va tornando
cada vez más sobrenatural y amenazante
(eso había sido trabajado a la perfección
por Daniel Myrick y Eduardo Sánchez
en El proyecto Blair Witch).
Si en El sexto sentido
destacábamos el oportuno uso de silencios,
en Los otros hay que destacar
los sonidos, muy tétricos por cierto.
Ni qué hablar de las atmósferas
que se crean, desde la efectividad de una
simple acción dentro de habitaciones
con escasa luz (la niña transformada,
el fantasma en el piano) y hasta en pleno
día (Kidman en la habitación
con piezas cubiertas por telas), pasando
por tenebrosas secuencias en la niebla,
y llegando a espacios reducidos y con plano
fijo, en donde el manejo de los ruidos juega
un papel fundamental (el mismo fantasma
que le toca la cara al niño en la
cama). Los sobresaltos que posee también
se justifican ya que se anuncian en medio
de mucha tensión para luego reposar
en situaciones o personajes realmente enigmáticos
(la famosa vieja y el ropero con los niños,
por ejemplo).
A pesar
de que la intención del desenlace
no es nueva en cuanto a contenido, sí
es algo para destacar respecto al formato.
Ayuda y mucho la labor de los niños,
pero en especial la actuación sorprendente,
brillante, de Nicole Kidman. Claro que no
se puede analizar en detalle esto último
porque se estarían revelando cosas
fundamentales en la película que
no conviene que las sepa aquél que
todavía no la vio.
Lo cierto
es que este film de Amenábar tiene
su cuota personal, importa esquemas ajenos
y evoca (en menor medida) algunos clásicos
del género (El mandato de
otro mundo, Ghost Story,
El intermediario del diablo) que
le dan a su película ese gustito
de fantasmas a la cacerola, con un leve
golpecito de microondas.
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