Con la muerte reciente de Christopher Reeve,
el siempre recordado intérprete de
las cuatro películas que se hicieron
sobre Superman, se cierra un doloroso, pero
aleccionador episodio de lucha y superación
personal desde el accidente que lo dejó
parapléjico y lo obligó a
vivir sus últimos nueve años
en una silla de ruedas hasta el momento
de su deceso, el pasado domingo a los 52
años de edad.
Ciertamente,
se trata de la estrella más sobresaliente
de fines de la década de los setenta
y según los supersticiosos, una última
víctima de la afamada “maldición
de Superman”, que empezara hacia 1941,
cuando los creadores de la serie de dibujos
animados, los Hermanos Fleischer, casi pierden
su estudio de producción, y continuara
décadas más tarde con el actor
George Reeves, quien interpretó al
personaje en televisión y, deprimido
por la fama perdida al cancelarse la serie,
se suicidó.
"...
George Reeves, que interpretó al
Hombre de Acero del planeta Kriptón
en los años ´50, aparecería
muerto en su casa de Beverly Hills el 16
de junio de 1959, con un disparo del calibre
30 en la cabeza (...)”, así
comentaban esa noticia en aquellos días.
Según
su novia, la culpa de todo la tuvo Superman,
“el personaje había dominado
hasta tal punto la vida del actor -
escribe el director de cine Kenneth Anger
-, se había identificado de tal
manera con el papel, que se había
vuelto imposible para él representar
otros papeles”.
Para Christopher
Reeve, el rol de Superman significó
su gran salto como actor, que solamente
contaba con una aparición en el cine
para el filme Gray Lady Down / SOS:
Submarino nuclear, de David Greene
(claro, cuenta también que participó
en la teleserie Love of Life
entre 1974 y 1976), y en cierta forma una
incomodidad, pues siempre impulsó
una carrera lo más alejada posible
de su traje de “hombre de acero”.
El resultado, algunos títulos interesantes
que confirmaron que más allá
de Kriptón había un actor
de teatro dedicado con amor al oficio histriónico.
Pídele
al tiempo que vuelva, de Jeannot
Swarc; Deathtrap, dirigida
por Sidney Lumet; Monseñor,
controversial título de Frank Perry;
The Bostonians / Amarás a
un extraño, uno de los títulos
más recordados de la dupla Ivory-Prawer
Jahbvala, sobre la obra de Henry James;
Anna Karenina, en la que
actuó junto a Jacqueline Bisset;
Street Smart, un intereante
thriller periodístico que supuso
una merecida nominación a Morgan
Freeman; Lo que queda del día,
otra interesante cinta victoriana de James
Ivory; su colaboración con John Carpenter
en el remake de La villa de los
malditos / El pueblo de los malditos,
y su nominación al Globo de Oro como
Mejor Actor para la versión televisiva
de La ventana indiscreta
son los más recordados filmes en
los cuales ha intervenido Reeve, al margen
de su caracterización de Clark Kent.
Según
la agencia EFE, Reeve entró en coma
el sábado tras sufrir un ataque cardíaco
en su domicilio y sufrió graves complicaciones,
comunes entre los pacientes que sufren parálisis
de la espina dorsal.
En estos meses, en Hollywood, el director
de Los sospechosos de siempre
y la serie de X-Men, Bryan
Singer, se encontraba trabajando en la pre-producción
del estreno de 2006, Superman Returns,
con el fin de ofrecer una versión
renovada del clásico de 1978, que
tuvo una muy buena secuela, pero espantosas
continuaciones hasta su fin con el filme
de Sydney Furie, Superman IV: En
la búsqueda por la paz.
Ahora, los
intentos por reflotar el proyecto Superman
vienen desde 1993 y desde entonces los estudios
Warner habrían invertido hasta 10
millones de dólares en distintas
posibilidades que vinieron desde contratar
a Tim Burton, el creador de la serie cinematográfica
de Batman hasta gente como Kevin Smith (guionista
de Daredevil), Brett Ratner
(de la saga Rush Hour / Una pareja
explosiva) y McG (el creador de
Los Ángeles de Charlie en el cine),
recayendo la responsabilidad al final en
Singer, hasta trabajado con los actores
Nicolas Cage, Jude Law, Josh Hartnett y
James Caviezel (el Jesús de La
Pasión de Cristo de Mel
Gibson).
Claro, otras
generaciones recordarán por ejemplo
a Kirk Aylin, el Superman de 1948 que falleciera
hacia 1999, o la voz del Superman de los
hermanos Fleischer, Bud Collyer; su versión
Bollywood de Puneet Issar para el filme
de 1987 de B. Gupta o los recientes Dean
Cain para la teleserie de 1993, Tim Daly
en el animado de 1995 y Tom Welling, de
Smallville de 2001.
Ahora,
la pregunta sigue siendo ¿puede haber
personajes malditos que terminen por causar
desgracia a los actores que los encarnan? |