  
                                      Título original: Morvern 
                                      Callar 
                                      País y año de producción: 
                                      Inglaterra, 2002  
                                      Dirección: Lynne 
                                      Ramsay 
                                      Guión: Liana Dognini, 
                                      Lynne Ramsay, basado en la novela de Alan 
                                      Warner 
                                      Con: Samantha Morton, Kathleen 
                                      McDermott, Raife Patrick Burchell 
                                      Duración: 97 minutos 
                                      Calificación: No 
                                      apta para menores de 18 años 
                                      Género: Drama 
                                      Sitio Web: http://www.companypictures.co.uk/ 
                                       
                                       
                                       
                                       
                                      Reseña argumental: 
                                      El viaje del título castellano es 
                                      a la vez real y metafórico. Por un 
                                      lado alude al tránsito de su absorbente 
                                      protagonista femenina (Samantha Morton), 
                                      quien efectivamente se traslada desde Escocia 
                                      a España para negociar la venta de 
                                      la novela que ha literalmente robado a su 
                                      novio suicida. Por atrás está 
                                      otro viaje, el del alcohol y las pastillas 
                                      que el personaje consume para mantenerse 
                                      en movimiento, y que junto con la música 
                                      constituyen los mecanismos mediante los 
                                      cuales el personaje se aturde para poder 
                                      seguir en pie. La mujer vive permanentemente 
                                      narcotizada, y los estímulos artificiales 
                                      a los que apela no parecen hacer otra cosa 
                                      que acentuar su alejamiento progresivo del 
                                      mundo exterior. 
                                     
                                    Curiosidades: 
                                      A Samantha Morton ya se la ha visto en el 
                                      ciclo "Viva la diferencia", gracias 
                                      al estreno del drama A flor de piel 
                                      (Carine Adler, 1997), en la película 
                                      de Spielberg, Minority Report: Sentencia 
                                      previa (2002), y también 
                                      en la comedia de Woody Allen, Dulce 
                                      y melancólico (1999). 
                                       
                                       
                                       
                                       
                                      EL VACÍO 
                                    Morvern 
                                      Callar es un film fuera de lo común. 
                                      Donde la mayoría de las películas 
                                      intentan contar una trama, generar suspenso 
                                      o al menos una expectativa en el espectador, 
                                      y dar una sensación de bienestar 
                                      al llevar a su protagonista por el "recorrido 
                                      del héroe", esta película 
                                      opta por tomar a una protagonista pasiva, 
                                      que no siente ni demuestra nada, y llevar 
                                      esa característica al mismo estilo 
                                      narrativo usado por Lynn Ramsey al dirigir 
                                      su película. Esto no quiere decir 
                                      que sea este un film vacío, sin interés 
                                      y aburrido, sino que utiliza un método 
                                      narrativo inusual para llevar al espectador 
                                      al estado anímico de Morvern, el 
                                      personaje principal. 
                                    La trama 
                                      en sí no tiene demasiada importancia, 
                                      pero de cualquier manera, narrémosla: 
                                      Morvern encuentra a su novio escritor, recién 
                                      suicidado, iluminado por las luces intermitentes 
                                      de un árbol de navidad. El ex-novio 
                                      le deja una novela para que venda, dinero 
                                      en el banco para pagar el funeral y un regalo: 
                                      un cassette con canciones grabado exclusivamente 
                                      para ella Luego del paso de unos días, 
                                      Morvern decide deshacer el cadáver, 
                                      vender la novela del fiambre como suya, 
                                      y con ese dinero, irse de vacaciones a Ibiza 
                                      con su amiga. 
                                    Todo este 
                                      incidente, que en otros directores hubiera 
                                      generado un juicio moral, es narrado por 
                                      Ramsey de una forma totalmente distante, 
                                      lo cual no le impide generar belleza visual 
                                      de un incidente un tanto aberrante (ver 
                                      el descuartizamiento del cadáver 
                                      con música de la Velvet Underground 
                                      detrás, uno de los momentos más 
                                      inquietantes, hermosos y creativos que nos 
                                      ha regalado el cine en este año) 
                                      o de otros momentos que en otros directores 
                                      no hubieran pasado de banales. 
                                    Lo hecho 
                                      por Morvern hecho está, y no fue 
                                      bueno ni malo. Y de esa forma Ramsey abandona 
                                      toda moralina y se entrega a fabricar escenas 
                                      fascinantes que dejan al espectador boquiabierto. 
                                      Supuestamente el cine se trataba de eso, 
                                      después de todo. Antes se dijo que 
                                      Morvern se toma su tiempo para decidir que 
                                      hace. Esa demora genera inquietud en el 
                                      espectador, inquietud que se mantiene porque 
                                      la misma demora es una muestra de como funciona 
                                      el tempo narrativo. Todo pudo haber pasado 
                                      antes o después.  
                                    Al igual 
                                      que otros directores actuales como Takeshi 
                                      Kitano o Claire Denis, Ramsey manipula los 
                                      tiempos como ella quiere. Justamente hay 
                                      una serie de planos repetidos que en primera 
                                      y errónea vista pueden parecer desprolijidades. 
                                      No lo son, es un método más 
                                      por el cual ese tiempo inexistente se hace 
                                      notar. 
                                    En la vida 
                                      de Morvern no hay pasado ni futuro. Es más; 
                                      ella puede ser una un día y otra 
                                      persona el siguiente. Un ejemplo es el momento 
                                      en que toma un collar con el nombre "Jackie" 
                                      de uno de los cajones de su casa y lo empieza 
                                      a usar, incluso diciéndole a una 
                                      familia española que la lleva en 
                                      auto que ese es su nombre. 
                                    Los seres 
                                      con quién se cruza en este "viaje", 
                                      incluso su supuesta mejor amiga, no tienen 
                                      demasiada importancia. Son seres que pasan 
                                      sin dar demasiada impresión y con 
                                      los cuales ella pasa unos pocos momentos 
                                      para luego dejar en el completo olvido. 
                                      No hay demasiadas motivaciones para los 
                                      actos que comete y tampoco explicaciones 
                                      psicológicas baratas. Lo que se exhibe 
                                      es a esta mujer joven yendo como una hoja 
                                      al viento.  
                                    Uno de los 
                                      grandes puntuales en esto es Samantha Morton 
                                      (desde ya una gran actriz, cosa que demostró 
                                      también en A flor de piel 
                                      y en Dulce y melancólico). 
                                      Tanto sea en las pequeñas, casi invisibles 
                                      explosiones, como en ese rostro que dice 
                                      todo y no dice nada, más un control 
                                      increíble de su cuerpo, lleva buena 
                                      parte de la película a su cuesta. 
                                      Es ella quién transmite la sensación 
                                      de incomodidad, de búsqueda de algo 
                                      todavía desconocido en Morvern, algo 
                                      que la hace cometer actos sin motivaciones 
                                      aparentes o que la empuja a dejar la diversión 
                                      turística de Ibiza para irse a un 
                                      desierto balneario español, en el 
                                      cual se siente más cómoda. 
                                     
                                    Tal vez, 
                                      justamente, lo que busca Morvern es una 
                                      libertad asociada con la nada. Sin gente 
                                      alrededor, un vacío en el cual parece 
                                      sentirse a gusto. Sólo ella, con 
                                      un cassette lleno de música tal como 
                                      Can, Stereolab o Aphex Twins, grupos que 
                                      llevaron la repetición, la espera 
                                      y la monotonía a la música 
                                      pop, y que demostraron su poder hipnótico 
                                      antes que su aburrimiento. Este film hace 
                                      exactamente lo mismo. 
                                     |