
Título original: The Secret
Window
País y año de producción:
Estados Unidos, 2004
Dirección: David
Koepp
Guión: David Koepp,
basado en el cuento de Stephen King
Con: Johnny Depp, John
Turturro, María Bello
Duración: 96 minutos
Calificación:
No apta para menores de 15 años
Género: Thriller
Sitio Web: http://www.sonypictures.com/movies/secretwindow/
Reseña argumental:
Aunque él sabe que debería
estar frente a su computadora escribiendo
otro libro, o por lo menos sacando a pasear
a su perro a lo largo del cristalino lago
que está cerca de su sórdida
cabaña, el exitoso escritor Mort
Rainey (Johnny Depp) duerme en su sillón
favorito alrededor de 16 horas al día.
Él está en medio de un doloroso
divorcio y todo lo referente a la separación
se ha vuelto un asunto nada placentero
que ha debilitado su energía y
ha robado su creatividad, dejándolo
con un monumental caso de bloqueo que
lo hace incapaz incluso de hilar una simple
frase.
Entonces, cuando pareciera que las cosas
no podrían ir peor para él,
un extraño sicótico llamado
John Shooter (John Turturro) se aparece
en su puerta acusándolo de plagiar
su historia y demandando una reparación.
A pesar de los esfuerzos de Rainey por
aplacarlo, Shooter cada vez es más
insistente y hostil, sugiriendo una retorcida
clase de justicia que podría incluir
un asesinato a sangre fría.
Forzado a entrar en el retorcido juego
mental del gato y el ratón, Rainey
descubre que tiene más astucia
y determinación de lo que nunca
se imaginó. Al final, él
se percata de que el misterioso Shooter
quizá lo conozca mejor de lo que
se conoce a sí mismo.
El director David Koepp había
dirigido El Efecto Dominó
(estrenada en video en Uruguay en 1997)
y Ecos mortales (1999),
aparte de haber participado en numerosos
(y por lo general buenos) guiones (Departamento
Cero, La muerte le sienta
bien, La habitación
del pánico, otros para
Brian De Palma).
Curiosidades:
El director Koepp viajó especialmente
al Caribe, donde estaban filmando La
maldición del Perla Negra
(Gore Verbinski, 2003), para convencer
a Depp de que aceptara el rol protagónico
de La ventana secreta,
cuyo final es "idéntico"
al de una reciente película que
no podemos revelar y también a
otra adaptación basada en una novela
de Stephen King que tampoco podemos señalar.
MARCANDO HUELLA

Antes de volver a pararnos en esta historia
nacida en la mente del célebre
Stephen King, sería bueno hacer
hincapié en la figura del aquí
guionista y realizador David Koepp, hombre
que ha tenido una carrera bastante a tono
con lo que significa el buen suspenso.
Participó en los guiones de Departamento
Zero (1988), notable ejercicio
de intriga y misterio del argentino Martin
Donovan, Malas compañías
(Curtis Hanson, 1990), donde Rob Lowe
hacía gala de una personalidad
bastante oscura y con tendencias criminales,
Ojos de serpiente (Brian
De Palma, 1998), conspiración cargada
de buen suspenso al mejor estilo Hitchcock,
y La habitación del pánico
(2002), nueva muestra del talento visual
y conceptual de David Fincher, donde los
nervios no faltaron a la cita.
C omo director se propuso adaptar dos
obras provenientes de un par de maestros
del terror literario contemporáneo:
Richard Matheson y Stephen King. De Matheson
llevó a la pantalla grande Ecos
mortales (1999), una película
que tuvo la mala suerte de salir inmediatamente
después de El sexto sentido
(M. Night Shyamalan, 1999), ya que de
inmediato se comparó la temática
con la obra del hindú y terminó
perdiendo bastantes puntos. Pero, en una
nueva demostración de "crítica
del bosque", muchos especialistas
no tomaron en cuenta dos aspectos fundamentales:
que la idea de Matheson se dio mucho antes
que la de El sexto...
(de todas formas, los fantasmas justicieros
ya estaban desde hacía mucho rato
instalados en el cine), y que habían
algunos pasajes de suspenso y terror realmente
muy bien concebidos en la película
y que nada tenían que ver con la
estrategia fílmica de Shyamalan
(lo que no quiere decir que fueran mejores).
Cinco años después Koepp
se la jugó por Stephen King, prolífico
escritor de unos cuarenta libros más
decenas y decenas de cuentos cortos, que
a esta altura es un hombre presionado
a ejercitar constantemente su notoria
creatividad para que salgan nuevas, novedosas
ideas capaces de vender un montón
de ejemplares (algo de eso tiene el escritor
que encarna Johnny Depp, por más
que King ya las tiene vendidas antes de
empezar a escribir). Si nos dejamos llevar
por lo que fueron las más recientes
adaptaciones al cine de la pasada década
del ´90 y en lo que va de este nuevo
milenio basadas en su obra pues el nivel
ha sido bastante irregular, con picos
medianamente altos y de los otros. De
todas maneras hubo gratificantes excepciones
y La ventana secreta
es un claro ejemplo.
En el centro de la historia hay un escritor
muy metido en sí mismo, algo cascoteado
y a la vez desconcertado, que sufre un
bloqueo creativo y al mismo tiempo un
acoso de parte de un colega suyo (John
Turturro) que hace un largo viaje para
acusarlo de plagio y que todavía
comienza a hacerle la vida imposible día
y noche, amenazándolo de muerte.
No es casual que Koepp mantenga gran afinidad
con historias donde los personajes sean
gente solitaria, con muchas apariencias
que esconden problemas, complicaciones
y perfiles muy oscuros, vinculados a hechos
del pasado y también a sensaciones
que surgen de ellos mismos o incluso de
factores externos que lindan hasta con
los sobrenatural. Por si eso fuera poco
tiende a encerrarlos psicológicamente
aislados y entre cuatro paredes, quizá
como forma de sacar a la luz elementos
sustanciales que terminan dándole
el eje medular a sus obras. Lo otro positivo
de Koepp es que insiste de manera especial
en tener el storyboard (el guión
de la película con los planos a
filmar dibujados) a su lado (las veces
que ha trabajado como director) para ir
supervisando detalles de cámara
y posiciones de actores en escena. De
ahí que surjan planos muy bien
concebidos y sumamente a tono con lo que
pasa por el interior de sus conflictivos
caractéres, algo que también
estaba muy presente en su debut como director
en El Efecto Dominó
(1996), un thriller donde lo importante
no era tanto la acción sino las
sensaciones de sus propios personajes,
y hasta en el Al Pacino de Atrapado
por su pasado (Brian De Palma,
1993).
Y tampoco es casual que Koepp haya querido
insistir en tener a Johnny Depp en el
rol protagónico, ya que la declarada
predilección del famoso actor por
papeles extraños y excéntricos
también encajan en el esquema predilecto
de Koepp. Sin embargo, esto no significa
que en la película todo haya salido
a la perfección, ya que los llamativos
hechos que ocurren en la misma se terminan
robando la atención a medida que
transcurre el metraje, y eso implica un
progresivo abandono de lo que estaba pasando
con el peculiar escritor de La
ventana secreta, algo que comenzó
de manera por demás interesante
y se mantuvo por un buen rato, aunque
luego no llegó (lamentablemente)
al caso que el propio John Turturro experimentó
en la brillante Barton Fink
(1991) de los hermanos Coen, donde había
otro escritor con bloqueo creativo.
Sin lugar a dudas que varias cosas de
las que puede tener una película
de estas características están
presentes, desde sacarle gran partido
al siniestro entorno, que recrudece aún
más de noche, el manejo que se
hace de prolongados silencios y enigmáticos
personajes, más algunas tomas cerca
del final, que se valen del uso de espejos
y que son magníficas. El suspenso
está presente de buena manera y
el relato está muy bien llevado,
algo excepcional dentro del casi lamentable
nivel de las más recientes producciones
de suspenso y terror producidas en la
industria. Lo único que se le puede
achacar es la resolución final,
pero no por eso se la puede tirar abajo
desconociendo los otros (numerosos) atributos
exhibidos durante las primeras tres cuartas
partes, mérito de King, por la
ideas, y mérito de Koepp por saber
trasladarlas.