
Título original: 13 Going
On 30
País y año de producción:
Estados Unidos, 2004
Dirección: Gary
Winick
Guión: Josh Goldsmith,
Cathy Yuspa
Con: Jennifer Garner,
Mark Ruffalo, Andy Serkis
Duración: 98 minutos
Calificación:
Apta para todo público
Género: Comedia
Sitio Web: http://www.sonypictures.com/movies/13goingon30/index.html
Reseña argumental: Qué
hacés cuando tu mayor deseo se
hace realidad y no tiene nada que ver
con lo que imaginaste? Es 1987 y Jenna
Rink, que tiene 13 años, desea
desesperadamente convertirse en mujer.
Contra todo pronóstico, Jenna despierta
a la mañana siguiente 17 años
después, convertida en una hermosa
mujer de 30 años (Jennifer Garner)
pero con la mentalidad de una chica de
13.
El director Gary Winick fue nada menos
que productor y montajista de la primera
obra del moreno realizador Carl Franklin,
titulada Punk (1986)
y donde actuó Don Cheadle, mientras
que la pareja de guionistas había
hecho el libreto de Lo que ellas
quieren (Nancy Meyers, 2000).
LO QUE NO SE ESPERABA
A fines de los ´80 se revivió
el famoso cuento de adolescente en cuerpo
de adulto, alternándose roles y
causando las situaciones más reideras
y hasta memorables en dicho aspecto, desde
De tal padre tal hijo
(Rod Daniel, 1987), pasando por trabajos
como 18 otra vez (Paul
Flaherty, 1988), Viceversa
(Brian Gilbert, 1988) y Big: Quisiera
ser grande (Penny Marshall, 1988),
cuyo éxito es el más recordado
de toda esa camada y que hasta llevó
a un musical en Broadway, aparte de la
consagración de su excelente protagonista
Tom Hanks.
Lo primero que a uno le viene a la mente
al ver la sinopsis de Si tuviera
30 es justamente ver al mismo
perro con distinto collar, pero sin embargo
no fue así, ya que la película
no hace tanto hincapié en los efectos
de la transformación sino que aprovecha
para tirar algunos temas, sin mucha profundidad
aunque con la intención al fin,
que se relacionan no tanto con los tiempos
que vivimos sino con el hecho de que algunas
cosas no cambian. Algunos defectos que
son inherentes a muchos seres humanos
como la ambición y el materialismo,
la envidia y la traición, que a
veces se corrigen sobre la marcha y las
experiencias, aunque muchas veces no,
sean los ´80 o tiempo presente.
Por supuesto que todo está muy
bien condimentado con los referentes de
una época que a la distancia puede
parecer tan nostálgica como bizarra,
llámese entretelones de colegio
secundario, vestuario o música,
que va desde Pat Benatar hasta Madonna.
Tampoco faltan los amores casi imposibles,
las andanzas del grupo de amigos y esos
encuentros que se debaten entre lo que
ya fue y lo que se quiere volver a evocar
(un caso como el de Locas de atar,
con Goldie Hawn y Susan Sarandon, intentó
hacerlo pero se perdió en el divismo
de las dos actrices).
Tanto Jennifer Garner y en especial Mark
Ruffalo están muy bien en sus roles,
del mismo modo que la historia que se
plantea y en cómo se va llevando.
Si tuviera 30 no se detiene
tanto en los contrastes de edades de la
protagonista sino en las incidencias de
una mentalidad impactada por un competitivo
mundo de adultos; tampoco pierde tiempo
en ordinarieces ni en lugares comunes
sino que los cambia por buenas e ingeniosas
ocurrencias, siempre respaldada por las
sólidas actuaciones de la pareja
principal.