
Título original: Le Couperet
País y año de producción:
Bélgica / España / Francia,
2005
Dirección: Costa-Gavras
Guión: Costa-Gavras,
Jean Claude Grumberg, basado en la novela
de Donald E. Westlake
Con: José Garcia,
Karin Viard, Geordy Monfils, Christa Theret,
Ulrich Tukur
Duración: 122
minutos
Calificación:
No determinada, a la fecha de estreno
(en Argentina: No apta para menores de
16)
Género: Drama
Reseña argumental:
Una mirada profundamente crítica
sobre el despiadado mundo económico
y social de hoy, que narra el caso trágico
de un individuo abrumado por su desplazamiento
compulsivo de la escena laboral, quien
convierte su obsesiva impotencia en una
sistemática e incontenible furia
asesina. Bruno Davert (José García),
un ejecutivo técnico "top"
de una papelera, después de quince
años de brindar fieles y eficaces
servicios a la firma, para la completa
satisfacción de los empleadores
y accionistas, es despedido un aciago
día junto con varios cientos de
sus colegas, debido a uno de los típicos
rediseños empresariales, que en
otras palabras siempre significan reducción
de personal y despidos masivos. Al principio,
Bruno no se preocupa; en el nivel ejecutivo
en el que se encuentra, está convencido
de que nada le costará encontrar
una ubicación equivalente. Todavía
es joven; apenas ha superado la barrera
de los cuarenta.
Sin embargo, pasan dos años, y
Bruno D sigue desempleado, y casi sin
querer ha ido involucrándose en
una suerte de guerra silenciosa. Ahora
es un soldado anónimo de infantería
cuya única misión es sobrevivir,
preservando lo que le queda de confort
y de calidad de vida, tanto para él
como para los suyos. Y no tarda en comprender
que lo que pueda seguir conservando de
bienestar, e incluso la solidez de su
matrimonio, y el futuro de sus hijos,
dependen dramáticamente de que
resulte triunfador en esa dura lucha.
Por consiguiente, decide armarse, y salir
a la ofensiva, para eliminar, metódica
y racionalmente, a toda competencia. Un
ataque sistemático que tiene como
objetivo final el ingreso a la Corporación
Arcadia, para ocupar allí el puesto
que él considera que merece.
El realizador griego Constantin Costa-Gavras
es conocido por trabajos como Z
(1969), Estado de sitio
(1973) y Mucho más que
un crimen (1989). El guionista
Jean-Claude Grumberg había estado
en el libreto de Amén
(2002), otra película de Costa-Gavras.
SÁTIRA ÁCIDA Y EJEMPLAR
Un ejecutivo de mediana edad es despedido
de la empresa papelera donde trabaja y
no se le ocurre mejor idea que empezar
a eliminar literalmente a competidores
en situación similar a la suya,
con el fin de obtener el puesto en otra
importante industria de Francia.
La insólita decisión se
disparó a partir del fracaso en
entrevistas para otros empleos a los que
aspiraba, y de estar casi dos años
sin trabajo viendo cómo su estilo
de vida iba cuesta abajo, a medida que
las deudas comenzaban a afectar todo su
entorno familiar, relaciones afectivas
inclusive.
La historia toma como punto de partida
una novela del veterano escritor norteamericano
Donald Westlake, quien se ha movido en
varios géneros literarios y que
incluso tuvo participación en guiones
de interesantes trabajos (algunos muy
buenos) hechos para cine (El padre
asesino, Ambiciones prohibidas,
Revancha).
En La corporación
(2005) el griego (Constantin) Costa-Gavras
optó por darle un giro al libro
y convertirlo en una fábula moralista
que se toma el pelo a sí misma
pero siempre con el ojo bien puesto en
el deterioro que la sociedad "moderna
y emprendedora" de hoy día
puede causar en la mente de alguien que
tiene una vida casi perfecta y que de
la noche a la mañana se viene abajo
estrepitosamente, muy por encima de lo
que pueda significar el desenfrenado consumismo
de la actualidad.
El tan alentador y venerado sistema capitalista
no tiene piedad ni para con el más
ferviente empresario que lo alienta. Uno
de los ejemplos más representativos,
quizás, de un mecanismo que estimula
la acumulación de riquezas sin
preocuparse en lo más mínimo
por la felicidad del hombre esté
aquí, en esta película,
pero de manera bastante irónica,
con el caso de este ejecutivo (el actor
francés José García,
de muy buena actuación) que se
va convirtiendo en un psicópata,
como consecuencia de achiques de personal
e importantes decisiones que se dan sin
previo aviso y cuando menos se esperan.
Sería bueno que los hoy grandes
hombres de negocio y aquellos más
chicos que parecen vivir en una burbuja
"primermundista" se acercaran
a ver la película en cuestión
para comprobar que a esta altura nadie
puede sentirse seguro de nada.
Por supuesto que este drama con intensos
perfiles de comedia negra (algo hasta
novedoso en su director) retoma cierta
senda de cine político característico
en la obra de Costa-Gavras (Z,
Estado de sitio, Desaparecido)
y lo vuelve a poner en la misma línea
de otros antecedentes suyos, algo diferentes
(el caso judicial de Mucho más
que un crimen, la influencia
mediática en El cuarto
poder, algunos escalones por
debajo el thriller racial Traicionados).
En La corporación
esa nueva víctima del sistema en
realidad sigue siendo un integrante del
mismo, solo que más potenciado
por las increíbles acciones que
lleva a cabo y que contempla, claro está,
su propio bienestar, el de su familia
pero fundamentalmente la posibilidad de
no perder su imagen ante la sociedad,
sin importar nada ni nadie.