
Título original: Brokeback
Mountain
País y año de producción:
Estados Unidos, 2005
Dirección: Ang
Lee
Guión: Diana Ossana,
Larry McMurtry, basado en el cuento corto
de E. Annie Proulx
Con: Heath Ledger, Jake
Gyllenhaal, Michelle Williams, Anne Hathaway,
Randy Quaid
Duración: 134
minutos
Calificación:
No determinada, a la fecha de estreno
(en Argentina: No apta para menores de
16)
Género: Drama
Sitio Web: http://www.eneccine.com/secretoenlamontana
Reseña argumental: Ambientada
en los extensos y majestuosos paisajes
de Wyoming y Texas, la película
cuenta la historia de dos jóvenes
vaqueros que se encuentran casualmente
en el verano de 1963 y forjan, inesperadamente,
una relación para toda la vida.
Una relación cuyas complicaciones,
alegrías y tragedias son un bellísimo
testimonio de la resistencia y el poder
del amor.
Ennis Del Mar (Heath Ledger) y Jack Twist
(Jake Gyllenhaal) nacieron en un mundo
que está cambiando rápidamente
y aunque ambos jóvenes parecen
seguros de sus logros y del camino que
eligieron para sus vidas (obteniendo un
trabajo fijo, casándose y formando
una familia) nunca dejarán de sentir
un profundo deseo de algo más,
algo que los haga sentir realmente vivos.
El encuentro de ambos se da el día
que van a buscar trabajo al rancho de
Joe Aguirre (Randy Quaid). Cuando Aguirre
los envía a trabajar como guías
de ganado en la majestuosa Brokeback Mountain,
comienzan a construir una relación
que se inicia como camaradería
y llega, con el correr del tiempo, a consolidarse
en una profunda intimidad.
El verano termina y los dos jóvenes
deben descender de Brokeback Mountain;
a partir de ahí cada uno toma su
camino. Ennis, que permanece en Wyoming,
se casa con la dulce Alma (Michelle Williams),
con quien habrá de tener dos hijas.
Jack en Texas, se fija en la reina del
rodeo, Lureen Newsome (Anne Hathaway).
Su matrimonio da como resultado un hijo,
así como también un trabajo
en los negocios del padre de Lureen.
Pasan cuatro largos años. Un día,
Alma le entrega a Ennis una postal que
Jack le envía; éste le anuncia
que está en camino para visitarlo
en Wyoming. Ennis espera expectante y
ansioso a su amigo. Y cuando Jack finalmente
llega basta sólo un momento para
que se torne evidente que el paso del
tiempo sólo ha logrado fortalecer
y afianzar el fuerte sentimiento que existe
entre estos dos hombres.
En los años siguientes, Ennis
y Jack se esforzaran por mantener su vínculo
en secreto. Se encuentran puntualmente
una vez al año. Y aún cuando
están separados, enfrentan las
eternas preguntas sobre la fidelidad,
el compromiso y la confianza. Con el correr
del tiempo la única constante en
sus vidas será una de las fuerzas
más poderosas de la naturaleza:
el amor.
El director taiwanés Ang Lee había
dirigido El banquete de bodas
(1993); Comer, beber, amar
(1994); y Sensatez y sentimiento
(1995), entre otras. El coguionista Larry
McMurtry estuvo en el libreto (basado
en su propia novela) de La última
película (Peter Bogdanovich,
1971) y La fuerza del cariño
(James L. Brooks, 1983).
Curiosidades: En los agradecimientos
finales figura el nombre del realizador
mexicano Alejandro González Iñárritu.
UN LUGAR EN EL MUNDO
Aquella cautivante película de
un homosexual muy culto que se enamoraba
de un heterosexual prejuicioso en Fresa
y chocolate (Tomás Gutiérrez
Alea, Juan Carlos Tabío, 1994)
daba paso, en clave más bien de
comedia y con obvio trasfondo político,
a una gran relación que, sin embargo,
no era una historia de amor gay sino un
relato que iba construyendo una cada vez
más grande y emotiva amistad.
Algo parecido sucede con Secreto
en la montaña; ambos personajes
principales son heterosexuales aunque,
luego de un tiempo cuidando ovejas, comienzan
una relación muy particular que
con el paso del tiempo se va intensificando
en sentimientos... pero también
en lo que a acciones se refiere. Y hasta
puede resultar chocante la manera precipitada
en que la misma se inicia.
La historia se basa en un cuento corto
de Annie Proulx, publicado en The
New Yorker en 1997, que fue tomado
por los aquí guionistas (y también
productores) y que, además, llamó
la atención del taiwanés
Ang Lee, realizador que ya había
tocado el tema de la homosexualidad (en
El banquete de bodas,
probablemente su mejor película)
y que, como los personajes principales
de esta película, es casado y con
hijos.
La obra es de una factura técnica
impecable, que incluye una fotografía
por momentos deslumbrante y un montaje
ágil, ya sea para pequeñas
situaciones e incluso para lo que es el
transcurrir de los años durante
el relato. Los prejuicios de la época
están muy bien insertados y representados,
dentro de una sociedad donde algunos individuos
canalizan el odio a través de la
violencia física y psicológica,
y otros testigos prefieren disimular con
el fin de cuidar una imagen y ser fiel
a sus principios.
El tema de las apariencias y mantener
la unión entre dos o más
personas que se quieren y a como dé
lugar no es nuevo en la obra de Ang Lee.
Su ópera prima Pushing
Hands (1992) era una muestra
de esto, del mismo modo que lo que fue
capaz de hacer un homosexual (casarse
con una mujer) con tal de dejar contentos
a sus padres que venían de Taiwán
en El banquete de bodas
(1993). El amor y el cariño de
aquel padre por tres hijas bastante diferentes
entre sí era el centro en Comer,
beber, amar (1994), y hasta las
propias mujeres y seres de raza negra
tenían su protagonismo en Cabalgando
con el diablo (1999), que se
desarrolla en plena Guerra Civil Americana.
Por supuesto que Ang Lee se ha movido
en otro tipo de ejercicios, y prueba de
ello son las premiadas Sensatez
y sentimiento (1995) y El
tigre y el dragón (2000),
además de una sorprendente adaptación
que realizó en Hulk
(2003).
La relación de la pareja en sí
logra concitar la atención y de
buena forma, aunque no con tanta fuerza.
Y ahí es cuando a uno le viene
la duda de si esta película deba
ser merecedora de cuanto premio haya en
la vuelta. Lo principal en Secreto
en la montaña es más
que nada observar el desenvolvimiento
de la misma, sin apelar a discursos ni
retórica galante. Una de las grandes
virtudes radica, eso sí, en el
personaje que compone notablemente Heath
Ledger, con un pasado algo turbio y por
momentos bastante desconcertado ante sus
impulsos y hasta por ese nuevo, impensado
camino que se le presenta.
Tampoco vamos a desconocer las polémicas
que esta película despertó,
llevando incluso a algunos dueños
de cines (como ocurrió en Salt
Lake City) a no proyectarla y a muchos
hombres a hacer algunas preguntas, antes
de ir a verla (durante la función
la sala 10 de MovieCenter estaba repleta
y el 80 % eran todas mujeres). Más
allá de que quien esto escribe
reconoce ser algo conservador y que hasta
le chocaron algunas imágenes del
film, esto es tan solo en lo personal.
Teniendo en cuenta que la crítica
es siempre subjetiva y que el cronista
debe acercarse lo más posible a
la objetividad, hay que decir que la actitud
y el enfoque de Ang Lee fueron por demás
elogiables.