
Título original: A Good
Year
País y año de producción:
Estados Unidos, 2006
Dirección: Ridley
Scott
Guión: Marc Klein,
basado en la novela de Peter Mayle
Con: Russell Crowe, Albert
Finney, Marion Cotillard, Tom Hollander,
Freddie Highmore
Duración: 118
minutos
Calificación:
Apta para todo público
Género: Comedia
/ Drama
Sitio Web: http://www.agoodyear.com/
Reseña argumental: Un
banquero londinense se muda a Provence
al recibir un viñedo como herencia,
pero cuando llega encuentra a una bella
californiana que también está
reclamando el viñedo como suyo.
Ridley Scott es conocido por labores
como Peligro en la noche
(1987), Lluvia negra
(1989) y Thelma & Louise
(1991), entre tantas otras. El guionista
Marc Klein había estado en el libreto
de Señales de amor (Peter
Chelsom, 2001).
UN INGLÉS EN PROVENZA
Ridley Scott, el autor de clásicos
populares "de culto" como Blade
Runner y Alien,
es un ex publicitario británico
pasado al cine (y a Hollywood) cuya eficiencia
profesional no puede ser puesta en duda.
Gladiador y Cruzada
fueron dos de sus últimos títulos
"pop", cuidadosamente calculados
como productos comerciales pero también
interesantes como reconstrucciones históricas
de gran presupuesto, poco habituales de
Hollywood por su seriedad. Antes de jubilarse,
quizá, Scott quiso hacer una comedia.
Sabe
demasiado de cine como para no mover con
soltura el relato y llegar a un producto
eficiente para el gran público.
El joven y despiadado agente de bolsa
londinense que hace Russell Crowe recibe
como herencia de un tío una propiedad
en el sur de Francia, con viña
incluida, y viaja hacia allí. El
choque de sensibilidades con los lugareños
es previsible. La ñoñez
sentimental que le sigue, no tanto.
Una comedia
regocijante requiere algo más que
una imaginación cansada y convencional,
sin observaciones perspicaces y, lo que
es peor, sin "timing" (como
reclaman precisamente los flashbacks del
tío viejo que hace en el film,
con su autoridad de siempre, Albert Finney).
A la
película le faltaron libretista…
director… y actor principal. Russell
Crowe carece de talento para la comedia
o simplemente no se toma en serio su papel.
El contraste entre franceses del sur,
ingleses y estadounidenses (que aparecen
sin mayor motivo) está demasiado
recorrido ya como para que se pueda volverlo
divertido en base a estereotipos.
Los veteranos actores
franceses del elenco se desempeñan
con solvencia y despreocupación.
Si se gusta de los paisajes de la Provenza
y se tiene alguna tolerancia ante el humor
desmayado de esta comedia, puede servir
para pasar el rato.