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LA TELARAÑA DE CHARLOTTE


Título original
: Charlotte´s Web
País y año de producción: Estados Unidos, 2006
Dirección: Gary Winick
Guión: Susannah Grant, Karey Kirkpatrick, basado en los caracteres creados por Earl Hamner Jr. para El chanchito picarón (Charles A. Nichols, Iwao Takamoto, 1973), a su vez basados en el libro de E. B. White
Con: Dakota Fanning
Duración: 97 minutos
Calificación: Apta para todo público
Género: Comedia / Drama / Familiar
Sitio Web: http://www.charlotteswebmovie.com/



Reseña argumental: Esta es la historia de Fern, una niña del campo y de una increíble araña que se llama Charlotte (en la versión con subtítulos, encarnada por Julia Roberts; en la película original, por Debbie Reynolds), que unen sus sabidurías y destrezas para salvar a Wilbur, el puerquito, del cuchillo del carnicero, que lo quiere sacrificar en la granja, y a todo costa, para comerlo.

El director Gary Winick había dirigido Si tuviera 30 (2004). La coguionista Susannah Grant estuvo en los libretos de 28 días (Betty Thomas, 2000), Erin Brockovich (Steven Soderbergh, 2000) y En sus zapatos (Curtis Hanson, 2005), mientras que su colega Karey Kirkpatrick participó en los de Jim y el durazno gigante (Henry Selick, 1996), El pequeño vampiro (Uli Edel, 2000) y la reciente Vecinos invasores (que la dirigió junto a Tim Johnson el año pasado).





TOQUES NECESARIOS



Cuando hay un libro infantil y especialmente un autor literario en la base de una película, no habría que dejarse encandilar a esta altura con el solo hecho de que finalmente hay una nueva versión para cine de un famoso libro, sino, por sobre todas las cosas, por quiénes son los encargados de llevar la adaptación a la pantalla grande, o, más aún, por quienes participan. Y por suerte, en esta versión de La telaraña de Charlotte (2006), figuran dos frecuentes colaboradores de Tim Burton: el músico Danny Elfman y la guionista Karey Kirkpatrick, que adaptó a Roald Dahl en la fantástica Jim y el durazno gigante (Henry Selick, 1996), que aportara su dosis de gracia y frescura a la historia de El pequeño vampiro (Uli Edel, 2000) y que codirigió (junto a Tim Johnson) la notable animación Vecinos invasores (2006), entre otros buenos trabajos de libreto (como en Pollitos en fuga).


La película, basada en la obra de E. B. White (el mismo autor de la novela Stuart Little), vuelca con mucha puntería y calidez ciertos valores a partir de la relación que se da entre un chanchito, que probablemente termine como cena de Navidad, y los distintos animales de una granja que intentarán ayudarlo para que no termine ahumado. Paralelamente, y hasta como en un segundo plano intencional, una niña tratará de salvarlo de su muerte a corto y largo plazo.


Los méritos, digamos, técnicos (fotografía y música, los que resaltan y con creces) sumados al traslado de las inquietudes de E. B. White a la película (la paz, primero que nada; luego la armonía en la convivencia, en la amistad, la propia preocupación por el otro, el no egoismo y la solidaridad) forman un conjunto sólido, al que se le agregan oportunas dosis de buen humor (siempre entre los animales que dialogan), un cuidado estético que ni siquiera escapa a los créditos de presentación ni a los del final, y un toque emotivo, legítimo, que no descarga todo en la pequeña Dakota Fanning ni en el drama familiar que se origina a partir de que ella se encariña en demasía con el cerdito, sino en los planos hechos a los propios animales, donde la computadora, lejos de perderse en piruetas y en efectos especiales llamativos, apuesta a la expresión de los mismos. También hay una voz en off que si bien parece citar directamente partes del propio libro, por otro lado oficia de buen soporte para revitalizar en imágenes lo que se quiere transmitir.


Curiosamente, la película se filmó en Australia, el mismo lugar de donde salió la adaptación de Babe: El puerquito valiente (Chris Noonan, 1995), basada en la novela de Dick King-Smith y donde los animales también se comunicaban entre ellos, solo que el británico la escribió años después que la de White. Lo que no es curioso es que nuevamente Dakota Fanning haya elegido este papel, bastante parecido al de En busca de un sueño (John Gatins, 2005) y ratificando una vez más su calidad de buena actriz para películas infantiles como ésta, que llegan cada tanto a cartelera pero que a la vez corren el riesgo de perderse entre tanto producto industrial.


Alejandro Yamgotchian


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