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LA REINA


Título original
: The Queen
País y año de producción: Francia / Inglaterra / Italia, 2006
Dirección: Stephen Frears
Guión: Peter Morgan
Con: Helen Mirren, Michael Sheen, James Cromwell, Helen McCrory, Alex Jennings,
Duración: 97 minutos
Calificación: Apta para todo público
Género: Biográfico / Drama
Sitio Web: http://enecine.com/lareina







Reseña argumental
: Un retrato, un pensamiento íntimo y revelador de la Reina Elizabeth II y la familia real durante los días inmediatos que siguieron a la muerte de la princesa Diana.

Cuando la noticia del fallecimiento de Diana, la mujer más famosa en el mundo, irrumpió conmociono de tal manera al público británico que su Majestad la Reina Elizabeth II se retiró atrás de las murallas del castillo Balmoral junto a su familia, incapaz de comprender la respuesta del pueblo a la tragedia.

La reina y su familia permanecen en silencio pero para Tony Blair el evento marcará el comienzo de su ascenso como político internacional. Luego de solo tres meses de mandato exitoso, el Primer Ministro confirmó que algo estaba cambiando en el pueblo británico. La famosa frialdad y reserva británica parecían esta derritiéndose, en su lugar surge un desahogo de emociones por la perdida de la Princesa de una magnitud jamás antes vista en Gran Bretaña; parecería ser que la nación entera habia perdido una hermana, una madre o una hija. Tony Blair mencionó a la prensa televisiva "Era la Reina del Pueblo"

Blair sugirió que un funeral publico seria más apropiado, la Reina enfadada clamó que este asunto era funeral familiar y no una atracción para el publico, aún así para Tony Blair, el popular y nuevo Primer Ministro electo, la necesidad del pueblo de soporte y seguridad de sus líderes es palpable y ante la emoción sin precedentes que creció fuerte en el pueblo inglés, Blair debió encontrar la manera de reconectar a la Reina con el pueblo británico.

El director inglés Stephen Frears había dirigido Relaciones peligrosas (1988), Ambiciones prohibidas (1990) y Mrs. Henderson presenta (2005), entre tantas otras. El guionista (también británico) Peter Morgan estuvo en el libreto de El último rey de Escocia (Kevin Macdonald, 2006).

CASA REAL EN CRISIS

La perspectiva de este film, para cualquier aficionado algo escéptico, era la de una sosa telenovela sobre la vetusta casa real inglesa enfrentada a la ingobernable Lady Di. Y el film es realmente una crónica acerca de todo eso, pero sobria, concentrada, sin cursilería y con una estupenda interpretación de Helen Mirren como la actual Reina de Inglaterra.

El director Stephen Frears tiene antecedentes destacadísimos, pero en películas inconformistas y aún antisistema. Aquí, sin embargo, supo como hacerlo: con un estilo reminiscente del ritmo nervioso de la televisión, sigue los acontecimientos de los días posteriores al accidente automovilístico que le costó la vida a Diana, en París. Especialmente vigila la confrontación que se va armando entre la Reina (tozudamente dispuesta a mantenerse ajena a lo que se estaba volviendo un gran duelo popular por la princesa muerta) y el joven, ambicioso, modernizador y recién llegado al cargo de Primer Ministro Tony Blair, que se cuidaba de un posible choque monarquía-opinión pública, que descarrilase la precaria estabilidad con la que quería empezar a gobernar.

Aunque abunda en diálogos agudos, el film no complica nunca su planteo con derivaciones inútiles. Tampoco ahorra ironías sobre sus famosos personajes. A la Reina, a su marido y al Príncipe Carlos no se le ahorran situaciones desairadas ni respuestas incómodas. Por otra parte el entorno de Tony Blair, incluyendo no sólo a sus asesores cercanos sino también a su esposa, aparece con toda la ironía exuberante e infatuada propia de jóvenes triunfadores eufóricos que no saben del todo dónde se están metiendo. Hay una visión crítica no sólo aguda sino, en conjunto, bastante justa, hacia ambos grupos enfrentados.

El centro dramático de la obra termina siendo la necesidad del retorno de la familia real a Londres, desde su castillo campestre de Balmoral, para que la Reina asista al entierro, hable con la gente en la calle y se dirija al país por televisión, para calmar a una población peligrosamente escandalizada.

Lo decisivo para todo ello había sido una encuesta de prensa. Según ella no sólo una enorme mayoría popular desaprobaba a la Reina (que ni siquiera había permitido poner una bandera a media asta en el Castillo de Windsor) sino que un 25% de los consultados se manifestaban dispuestos a terminar con la monarquía. Tony Blair toma el teléfono, se deja de circunloquios y afortunadamente logra alarmar también a su soberana. El realizador y su equipo nos dejan al fin con la sensación de haber presenciado una crisis, bien resuelta a último momento, sobre la casa real y aun, potencialmente, sobre la suerte final de la protocolaria monarquía inglesa.

Todos los detalles están cuidados, pero el trabajo mayor del film es la interpretación de Helen Mirren, una gran actriz en la culminación de su carrera. Los otros personajes son viñetas unidimensionales, aunque acertadas. La Reina, gracias a su intérprete, es un estudio de carácter, el retrato de una personalidad compleja, egoísta e imperativa a veces, sensible y sentimental otras, premiada y castigada hasta el cansancio, sin duda, a lo largo de su peculiar vida de "servicio público". La película, cabe decirlo con franqueza, es francamente recomendable.

Raúl Gadea


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