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EL CONTRATO


Título original
: The Contract
País y año de producción: Alemania / Estados Unidos, 2006
Dirección: Bruce Beresford
Guión: Stephen Katz, John Darrouzet
Con: John Cusack, Morgan Freeman, Jamie Anderson, Ned Bellamy, Alice Krige
Duración: 96 minutos
Calificación: No determinada a la fecha de estreno (en Argentina: No apta para menores de 13)
Género: Thriller
Sitio Web: http://www.eneccine.com/prensa.asp?ID=elcontrato



Reseña argumental: Cuando Frank Cordell, un asesino a sueldo, es llevado por la corriente río abajo hacia el pequeño pueblo de Blue Montain, esposado a un agonizante oficial de policía, es Ray Keene quien los saca del agua. Entrenador de básket y leñador dotado, Ray Keene es un profesional. Él siempre termina el juego, siempre acepta el desafío. El oficial de policía interrumpe la salida de camping que Ray tenía programada con su hijo Chris y su suegro Jack pidiéndole que traslade a Cordell. Éste debe ser llevado a la justicia por los crímenes atroces que cometió; la última vez había atentado contra la vida del Presidente de los Estados Unidos. Pero Frank Cordell es también un profesional. Él siempre cumple con su contrato, y nunca abandona su objetivo. Esta vez, fue interrumpido en la mitad de su trabajo pero no tiene ninguna intención de abandonarlo.

El australiano Bruce Beresford había dirigido Crímenes del corazón (1986), Testigo silencioso (1994) y Doble riesgo, entre tantas otras (1999). El aquí coguionista Stephen Katz estuvo en libretos de series televisivas como El auto fantástico, Magnum y Los Magníficos, además de en el guión de La princesa diabólica (1990) de Bert I. Gordon.






A PESAR DE TODO



En la carrera de Bruce Beresford se ha visto buen cine de género, con algunos puntos altos (los dramas El precio de la felicidad y Crímenes del corazón, la propia Sharon Stone alejada de su imagen de sex symbol y sorprendiendo como condenada a muerte en Último recurso), otros medianos (que incluyen a la oscarizada Conduciendo a Miss Daisy) y comedias que dejaron bastante que desear (desde su Australia natal Al diablo con la virginidad; Mi testigo preferido). De lo que no hay dudas es que es un buen hacedor de thrillers; films como Asalto al camión blindado (1978), Testigo silencioso (1994) o Doble riesgo (1999) lo han mostrado por lo general en buena forma. Y El contrato (2006) no es la excepción.


Cinematográficamente es formidable y como ejercicio de intriga y suspenso tiene su fluidez y buenas escenas de acción (como la escena de la caída del helicóptero); también un tímido punto de apoyo en la labor de Morgan Freeman, como experto asesino por contrato, aquí acompañado por un John Cusack que hace lo que puede, cargando el peso de que el propio director Beresford no estaba muy convencido con el actor para el papel de padre viudo, profesor de Educación Física y entrenador de béisbol, que se mete en un gran problema que a la vez le dará la chance para ajustar cuentas con sus propias heridas del pasado.


Beresford tuvo que poner dinero de su propio bolsillo para esta película, dado que tuvo conflictos con los propios productores, quienes no estaban de acuerdo con algunos "detalles" del guión, lo que llevó finalmente a una especie de híbrido donde, sin embargo, igual puede detectarse de a ratos la mirada sarcástica de un australiano sobre Estados Unidos (cabe señalar que la filmación incluyó lugares como Sofía, en Bulgaria). Sin embargo, hay situaciones evidentes, poco creíbles y que hasta subestiman la capacidad de personajes supuestamente profesionales, que van desde el gobierno, pasan por la CIA y llegan hasta oficiales de policía, además de un grupo de ex militares convertidos en asesinos a sueldo, lo que puede llevar al espectador a enojarse y bastante, si no intenta entrar, al menos con un pie, en un juego que se ha visto en infinidad de veces pero cuya fórmula siempre seduce.


El objetivo a eliminar no es un Presidente sino un multimillonario que está en contra de un programa científico, generador de "células madre"; en otras palabras y tal cual lo dice el personaje de Freeman: se trata de deshacerse de un "obstáculo para el progreso". Unos minutos más le hubieran venido bien al film para poder desarrollar esa conducta que más que resentida oculta una desilusión para lo que es el típico sentimiento de patriotismo de un ex combatiente que obviamente se habrá llevado varias sorpresas en el pasado y al que ahora le da lo mismo matar a quien pueda estar a favor o en contra del gobierno de Estados Unidos. La conducta de ese malvado con corazón que se ofrece al mejor postor está bien planteada y hasta por momentos bien sugerida pero hubiera merecido un desarrollo mayor aún, ya que el verdadero gancho de la película estaba en todo lo que pudiera haber salido de ahí (y seguramente los problemas con los productores también).


Pero el conjunto de la película en general no está mal armado, sino todo lo contrario. Entretiene, tira algunos dardos (del que no escapan los medios de comunicación ni tampoco la soberbia, la prepotencia y esa actitud liberal de las altas autoridades, como si formaran parte de una corporación), está muy bien filmado y, a pesar de no calar tan hondo en esa particular relación entre el asesino a sueldo y el protagonista que lo quiere entregar a como dé lugar y como buen ciudadano, cumple.


Alejandro Yamgotchian


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