.: Novedades :..: Informes :..: Asteríscos :..: Entrevistas :..: Videos Bizarros :..: Juegos Electrónicos :..: H O M E :..: E-mail :..: Imprimir Documento :.



LA NIEBLA


Título original
: The Mist
País y año de producción: Estados Unidos, 2007
Dirección: Frank Darabont
Guión: FD, basado en la novela de Stephen King
Con: Thomas Jane, Marcia Gay Harden, Laurie Holden, Andre Braugher, William Sadler
Duración: 127 minutos
Calificación: No apta para menores de 15 años
Género: Terror
Sitio Web: http://www.themist-movie.com/



Reseña argumental: En un pequeño pueblo de Maine, estalla una violenta tormenta que termina tan bruscamente como comenzó. Entonces aparece una espesa niebla que va entrando y atrapando a la gente en sus hogares, supermercados, fruterías, etc y va matando a todo aquel que se adentra en su oscuridad.

David Drayton y su joven hijo Billy están junto a un grupo de aterrados habitantes del pueblo que están atrapados en la frutería rodeados por una misteriosa niebla. David es el primero en darse cuenta que de que hay "cosas" escondidas en la niebla, cosas mortales y horribles, criaturas que no son de este mundo. La supervivencia depende de la unión de todos los que se encuentra en la tienda, pero… ¿será esto posible, considerando la naturaleza humana?


El director Darabont había dirigido Sueño de libertad (1994), Milagros inesperados (1999) y The Majestic (2001).


EL TERROR CASI COMO EXCUSA

Una vez más el francés Frank Darabont se nutre de una obra de Stephen King para hacer una nueva adaptación en pantalla grande, aunque esta vez optó por otra novela corta pero de terror, luego de haber trasladado Rita Hayworth y la redención de Shawshank en Sueño de libertad (1994) y El pasillo de la muerte en Milagros inesperados (1999). Ambas películas (las dos se centraban en cárceles) fueron un suceso de critica y público, consiguiendo varias nominaciones al Oscar, entre éstas la de Mejor Film.

El asunto aquí se desata después de una tormenta, donde la niebla del título aparece misteriosamente en un pueblo y termina encerrando a los supervivientes en sus respectivos hogares y todo lugar cerrado donde puedan refugiarse, mientras el film se va centrando en los clientes y empleados de un supermercado, quienes tendrán que unir fuerzas para saber de qué va el asunto y también, con el paso de las horas, evitar una muerte inminente, apenas salgan a la calle. Esto porque de esa niebla emergen extrañas y letales criaturas; nadie sabe de dónde vinieron, por qué aparecieron y cuál es su objetivo.

Mucho más allá de la semejanza del título en español con el trabajo que John Carpenter dirigiera en 1980 (año en que también fue dada a conocer, poco después, la novela de Stephen King), La niebla (2007) de Darabont nada tiene que ver con la historia que la fallecida productora Debra Hill y Carpenter escribieran en aquel entonces y que en realidad era una brillante lección de cómo hacer buen cine de terror. Esta última era una tenebrosa historia de marineros fantasmas que regresaban desde el más allá a buscar el botín que les pertenecía, mientras la de Darabont es un relato donde lo que se pone a prueba es la naturaleza humana y en una situación límite (del tipo "Qué pasaría si…").

Darabont, dentro de la amenaza digna de terror clásico que maneja, también se hace un lugar para dar cabida, como en Sueño de libertad y Milagros inesperados, al costado humano de la historia, no en un sentido emotivo sino más bien racional, sin descuidar la faceta siniestra y hasta misteriosa que pueda haber en la película, que termina emparentándose más con el espíritu de la vieja Dimensión Desconocida, de Rod Serling, que con lo que podría suponerse en principio que era: un capítulo de Rumbo a lo desconocido con imágenes generadas por computadora.

Esto último debido a que la primera víctima que cae en manos del típico monstruo ruidoso y digitalizado de las producciones "de terror" de hoy día, hacía pensar lo peor. Pero el relato va tomando forma a medida que la amenaza deja de ser la protagonista para ir dando cabida a las inquietudes de ese grupo heterogéneo del supermercado, cuyas diferencias entran a gravitar sobremanera en esa situación cada vez más riesgosa y en donde deberán actuar rápidamente y con mucha cautela.

El sorprendente final fue defendido a muerte por Darabont frente a la propia Dimension Films, que se negaba rotundamente a dejarlo en el famoso corte final. Por suerte el director ganó esa batalla, aunque no pudo con el otro objetivo que tenía, que era filmar la película en blanco y negro. También optó por darle a la amenaza un perfil más bien ambiguo y no tan racional, como el que aplicó desde el libreto para con sus numerosos protagonistas. Los nervios y la paranoia de sus personajes le permiten a Darabont extraer y a la vez adaptar de la novela de King una situación que podría ser perfectamente la misma que se retrató hace casi veinte años: el verdadero terror no está tanto en la calle sino dentro de eso que supuestamente sería un refugio y que está invadido de gente que solo piensa en lo material, otra que difunde su religión, y algunos que son captados por esta última y que parecen no tener de qué agarrarse. Como dijera Darabont "la raza humana está totalmente desequilibrada".

Las crisis colectivas y personales entran a pesar de tal manera que las fachadas entran a caer, mientras comienzan a formarse dos grupos bien definidos (en un lugar lleno de elementos de consumo que de nada sirven): el de los débiles y desconfiados liderado por una fanática religiosa y manipuladora, y uno ínfimo y más sensato que usa la cabeza y que ve cada vez más lejos esa gran unidad y espíritu de grupo necesarios para salir con vida y sin complicaciones de la situación.


No estamos ante una de las mejores películas basada en una obra de Stephen King, pero el resultado igual vale. Paradójicamente y más allá de algunas exageraciones y minutos que pudieron haber quedado en la sala de montaje, Darabont deja impreso su sello, aquel con el que popular y frecuentemente no suele identificarse a Stephen King y que en realidad poco o nada tienen que ver con el género que más famoso hiciera al escritor norteamericano.

Alejandro Yamgotchian


.: E-mail :. .: Derechos Reservados :.