
Título original: My Bloody
Valentine
País y año de producción:
Estados Unidos, 2009
Dirección: Patrick
Lussier
Guión: Todd Farmer,
Zane Smith, basado en los caracteres creados
por John Beaird y sobre historia de Stephen
Miller para Aniversario de sangre (George
Mihalka, 1981)
Con: Jensen Ackles, Jaime
King, Kerr Smith, Betsy Rue, Edi Gathegi
Duración: 101
minutos
Calificación:
No apta para menores de 18 años
Género: Terror
Sitio Web: http://www.mybloodyvalentinein3d.com/
Reseña argumental:
Hace diez años, una tragedia cambió
la ciudad de Harmony para siempre. Tom
Hanniger (Jensen Ackles), un inexperto
minero de carbón, causó
un accidente en los túneles de
la mina, donde quedaron atrapados y posteriormente
murieron cinco hombres. El único
sobreviviente, Harry Warden, quedó
en un estado de coma permanente. Luego,
exactamente un año más tarde,
el día de San Valentín,
Harry Warden despertó y asesinó
brutalmente a veintidós personas
con una piqueta antes de morir acribillado.
Diez años después, Tom Hanniger
vuelve a Harmony el día de San
Valentín, aún atormentado
por las muertes que causó. Luchando
por hacer las paces con su pasado, Tom
decide enfrentarse a los sentimientos
no resueltos que aún siente por
Sarah (Jaime King), su antigua novia,
que ahora está casada con Axel
(Kerr Smith), su mejor amigo y sheriff
de la ciudad. Pero esa noche, después
de años de paz, algo del oscuro
pasado de Harmony ha vuelto. Con un casco
de minero y armado con una piqueta, un
asesino imparable anda suelto.
Patrick Lussier había dirigido
Drácula 2000 (2000)
y Luces del más allá
(2007), además de la tercera
parte de la saga La Profecía
(no de la clásica, sino de la protagonizada
por Christopher Walken), que se tituló
La Profecía 3: El ascenso
(2000) y que fuera estrenada directamente
en video en Uruguay. El coguionista Todd
Farmer estuvo en el libreto de Jason
X (James Isaac, 2001) y en el
de Messengers 2: The Scarecrow
(Martin Barnewitz, 2009), secuela bastante
digna de Los mensajeros
(Hnos. Pang, 2007), por más que
la película no tenga casi nada
que ver con su predecesora.
Curiosidades:
En los créditos finales el equipo
de producción le agradece a la
esposa de Todd Farmer, Melanie, por haber
dejado a su marido aparecer sin ropa en
la película (en la misma, Farmer
interpreta a un camionero).
El lento viaje que se inicia por la mina,
mientras desfilan los créditos
finales, guarda una sorpresa para el espectador,
apenas desaparecen las letras y logos
(a no quitarse los lentes).
TOTALMENTE INESPERADA
Es demasiado raro ver que una remake logre
superar a su predecesora. Pero con Sangriento
día de San Valentín
(2009) se dio. Y es que en realidad no
había que hacer mucho esfuerzo
para ganarle a la original, una pobre
copia de la saga Martes 13
(que en 1981 ya iba por su segunda parte)
y que se sumaba a la fiebre slasher
del cine norteamericano, con la particularidad
de que el asesino, con uniforme y máscara
de minero, se anunciaba con una peculiar
caja de bombones, aunque en lugar de chocolates
dejaba un tenebroso mensaje y el corazón
de una de sus víctimas dentro.
Esto, sumado al título original,
la llevó a sobresalir del montón
y también en adquirir un estatus
de culto considerable, que incluyó
un intento del propio director húngaro
George Mihalka por hacer una secuela que
fuera rebotado por la Paramount, ante
los pobres resultados en taquilla que
había tenido Aniversario
de sangre (1981), una floja película
de terror cuyo final abierto hasta parecía
tomarle el pelo al espectador.
Aquella tragedia evitable y que había
llevado a algunos mineros novatos a la
muerte, sin mucha preocupación
de parte de los capataces y encargados
del lugar, hizo que uno de los sobrevivientes
tomara venganza al salir del hospital
gracias a la tristemente recordada masacre
en el pueblo. Pero dos décadas
más tarde los crímenes volverían
antes y durante la celebración
de San Valentín, sin que nadie
entendiera quién podía ser
el enigmático asesino y su posible
causa, dado que el famoso minero responsable
de aquella matanza, Harry Warden, había
sido abatido.
Con algunas diferencias que no inciden
tanto en la historia original y por encima
del formato 3-D que pueda o no tener,
este Sangriento día de
San Valentín se tomó
el asunto muy en serio, quizás
del mismo modo que Wes Craven lo hiciera
en su recordada Scream
(1996) para revivir, igual que ahora,
un género bastante caído
a nivel industrial. Aquí están
presentes los códigos del viejo
slasher (violencia extrema, desnudos,
sexo, asesino enigmático), salvo
que para el caso de esta nueva versión
la historia no viene por el lado de una
venganza sino de un trauma, y que las
mujeres no son las únicas víctimas
en ambas películas, sino cualquier
persona que se cruce por el camino del
criminal.
No por casualidad aparece el guionista
Todd Farmer, el mismo de Jason
X (James Isaac, 2001), quien
dignificara y hasta homenajeara con fino
humor de por medio las manías del
enmascarado psicópata; aquí
el asesino es más grande que el
de Aniversario de sangre,
respira igual que Jason (aquel que interpretaba
Kane Hodder, no los dos que vinieron luego)
y hasta se mueve con la misma rapidez
y efectividad en sus fugaces objetivos;
es decir que tomó el molde de los
viejos clásicos y lo trajo a tiempo
presente. También hay mérito
en la fotografía de Brian Pearson
y en la visión del director Patrick
Lussier (quien fuera montajista de Scream),
que en lugar de dejarse llevar por explicaciones
en los diálogos, como lo hiciera
el guionista Kevin Williamson en la mencionada
película de Craven, se la juega
por traducir todo en hechos y por supuesto
en imágenes.
La historia ya se sabe que es muy simple
y oficia tan solo de pretexto para la
principal estrella de este asunto, el
misterioso e imparable asesino. Tampoco
se hace mucho hincapié en la famosa
celebración de San Valentín
(como en el film original), sino en un
liso y llano juego de supervivencia y
de amenazas imprevistas. Hay escenas notablemente
filmadas y un ritmo frenético que
le imprime a la película un sello
digno del mejor slasher, como
hacía tiempo no se veía.
Increíble pero cierto: la remake
supera a la original.