
Título original: (500)
Days of Summer
País y año de producción:
Estados Unidos, 2009
Dirección: Marc
Webb
Guión: Scott Neustadter,
Michael H. Weber
Con: Joseph Gordon-Levitt,
Zooey Deschanel, Geoffrey Arend, Chloe
Moretz, Matthew Gray Gubler
Duración: 95 minutos
Calificación:
No determinada a la fecha de estreno (en
Argentina: No apta para menores de 13)
Género: Comedia
/ Drama / Romance
Sitio Web: http://www.foxsearchlight.com/500daysofsummer/
Reseña argumental: Chico
conoce chica. El chico se enamora, la
chica no. Historia de amor post-moderna
dónde nada resulta ser lo esperado:
es engorrosa y emocionante, divertida
y triste. Un agitado viaje lleno de altos
y bajos que no se dirige precisamente
hacia donde creemos que va. Cuando Tom,
un redactor de tarjetas romántico
y desaventurado en el amor, es de repente
dejado por su novia Summer, hace un viaje
a través de varios períodos
de sus 500 días "juntos"
para tratar de entender qué cosas
salieron mal. Su reflexión lo llevará
a redescubrir su verdadera pasión
en la vida.
TAN LEJOS Y
TAN CERCA
El hecho de que hayan elementos autobiográficos,
al menos en uno de los guionistas de 500
días con ella (2009),
no es algo que pueda llamar mucho la atención
del espectador, luego de haberla visto.
A cualquiera le puede pasar, o a algunos
probablemente les haya pasado alguna vez
lo que aquí finalmente acontece.
No es una historia de amor en realidad
(o sí, si se la toma como una "casi"
historia de amor) ni tampoco uno se atrevería
a decir que es un signo típico
del posmodernismo; es algo que siempre
pasó y obviamente seguirá
pasando, de hombre a mujer y viceversa.
El protagonista intenta descifrar por
qué se terminó esa relación
sentimental de 500 días con una
joven a la que había conocido en
su trabajo. Mientras él se enamora
perdidamente, ella le pone los puntos
de entrada: no quiere nada serio porque
al fin de cuentas no cree en el amor.
Sin embargo, ellos tienen algunos puntos
en común, especialmente en lo que
respecta a gustos musicales (el director
Webb viene del videoclip), aunque a la
larga también habrán más
coincidencias y discrepancias (como en
toda relación) que llevarán
a este romántico redactor de tarjetas
a vivir hechos impensados y que a la postre
serán analizados por amigos suyos
algo excéntricos y que además
incluye a su pequeña hermana como
inesperada consejera.
Más que lo que pasa, o saber qué
fue lo que supuestamente salió
mal en la relación, lo que aquí
en especial resalta es la forma en que
se transmiten y hasta se imaginan los
hechos a lo largo del período del
título, muy original y bastante
graciosa, por cierto. También lo
que son los diálogos entre la pareja,
que no llegan a la dimensión, madurez
y sensibilidad de los que se daban entre
Ethan Hawke y Julie Delpy en Antes
del amanecer (Richard Linklater,
1995) y su secuela (Antes del
atardecer, 2004), primero porque
Webb no es Linklater (igual, recién
es la primer película que hace...)
y segundo porque acá hay un marcado
enfrentamiento entre lo emocional (él)
y lo espontáneo (ella), como si
los papeles tradicionales se invirtieran
dentro de ese pensamiento que tilda siempre
de más romántica a la mujer.
O quizás entre lo que se supone
que deba ser, por un lado, y lo absolutamente
casual, por el otro.
La película, más que aportar
soluciones o respuestas, se dedica a exponer
algo que simplemente pasa desde una perspectiva
más bien masculina, cuestionando
a través del personaje principal
una situación que podría
reflejar las vueltas o mejor dicho los
matices que tiene la vida de cada individuo,
esas cosas que parece que no se van a
olvidar nunca pero que con el paso del
tiempo o por ahí con otro hecho
impensado sí puedan anularse, recuerdos
que se irán diluyendo, por más
que puedan dejar alguna cicatriz.