
Título original: The Curious
Case of Benjamin Button
País y año de producción:
Estados Unidos, 2008
Dirección: David
Fincher
Guión: Eric Roth,
sobre historia de Robin Swicord y ER,
y basado en el cuento de F. Scott Fitzgerald
Con: Brad Pitt, Cate
Blanchett, Taraji P. Henson, Tilda Swinton,
Jason Flemyng
Duración: 166
minutos
Calificación:
Apta para todo público
Género: Drama
/ Fantástico / / Romance
Sitio Web: http://www.benjaminbutton.com/
Reseña argumental: Historia
de un hombre que nace en los ochenta y
cumple años hacia atrás
en el tiempo, con extrañas consecuencias.
Adaptación del cuento escrito por
F. Scott Fitzgerald y que trata de un
hombre (Brad Pitt) que nace con ochenta
años y va rejuveneciendo con el
tiempo, un hombre que no puede parar el
tiempo. Desde la Nueva Orleans de finales
de la I Guerra Mundial hasta el siglo
XXI, en un viaje tan inusual como la vida
de cualquier hombre, esta película
cuenta la gran historia de un hombre no
tan ordinario y la gente que va conociendo
por el camino, los amores que encuentra
y que pierde, las alegrías de la
vida y la tristeza de la muerte, y que
perduran más allá del tiempo.
El director David Fincher había
realizado Seven: Pecados capitales
(1995), La habitación del
pánico (2002) y Zodíaco
(2007). El guionista Eric Roth estuvo
en los libretos de Sospechoso
(Peter Yates, 1987), Forrest Gump
(Robert Zemeckis, 1994) y El informante
(Michael Mann, 1999).
TANTO NADAR...
El curioso caso de Benjamin Button
(2008), la más floja e impersonal
película de David Fincher tomó
la base de la novela corta de Fitzgerald
para ir narrando una sucesión de
hechos a lo largo de ocho décadas
y monedas, desde el fin de la Primera
Guerra Mundial hasta la llegada del tristemente
famoso huracán "Katrina"
a Nueva Orleans, con el factor común
de que en todos aparece un hombre que
nace con la apariencia de alguien con
80 años de edad y cumple años
hacia atrás, en el tiempo.
Y llama poderosamente la atención,
claro está, que esta película
haya tenido tantas candidaturas al Oscar
(no olvidar que en la producción
figuran los pesos pesados de Frank Marshall
y Kathleen Kennedy, netos apadrinados
de Spielberg), que un guionista como Eric
Roth haya caído en un relato si
se quiere algo ambicioso para la manera
tan elemental en que se plantea y se va
llevando, y sobre todo que un director
punzante e incisivo como Fincher se haya
despachado con una película mainstream
donde perfectamente pudo descargar
una enorme cantidad de críticas
(las mismas de las que permanentemente
hace gala en algunas entrevistas que le
hacen), más cuando tiene gran parte
de hechos históricos que atañen
a buena parte de la historia norteamericana
a lo largo del siglo XX a su disposición.
Pero no. Y el asunto pudo resultar mejor
si el vuelo que pretendió alcanzar
hubiera servido para algo. Fincher intentó
un giro casi radical dentro de lo que
venía haciendo pero no le salió.
Tan solo las actuaciones, en menor medida
de Brad Pitt y Tilda Winton, pero fundamentalmente
desde la aparición de Cate Blanchett,
es que la película parece despertar
hacia algo que finalmente se reduce tan
solo a un resumen de personajes que fueron
desfilando a lo largo de la película
para hacer gala, de manera muy simple,
trivial y sin inspiración alguna,
de todos esos momentos que tiene la vida
y en especial (acá es donde todo
se desbarranca) de la incidencia que determinadas
personas tuvieron en la existencia del
protagonista.
Realmente este tipo de cine no es para
Fincher, un muy buen director que acá
tomó distancia de los ideales que
siempre ha combatido y sobre los que ha
ironizado, para hacer una película
que más bien llena el ojo, siendo
la más comercial y menos interesante
de toda su carrera.