
Título original: Vicky
Cristina Barcelona
País y año de producción:
España / Estados Unidos, 2008
Dirección: Woody
Allen
Guión: Woody Allen
Con: Rebecca Hall, Scarlett
Johansson, Javier Bardem, Penélope
Cruz, Patricia Clarkson
Duración: 96 minutos
Calificación:
No determinada a la fecha de preestreno
(en EE.UU.: No apta para menores de 13)
Género: Comedia
/ Drama / Romance
Sitio Web: http://vickycristina-movie.com/
Reseña argumental: Dos
jóvenes norteamericanas, Vicky
(Rebecca Hall) y Cristina (Scarlett Johansson)
van a Barcelona a pasar unas vacaciones
de verano. Vicky es sensible y tiene intención
de casarse; Cristina es emocional y busca
aventuras sexuales. En Barcelona, ambas
se ven envueltas en una relación
poco convencional con Juan Antonio (Javier
Bardem), un carismático pintor
que todavía tiene algo con su tempestuosa
ex-mujer, María Elena (Penélope
Cruz).
El director Woody Allen es conocido por
labores como Annie Hall: Dos extraños
amantes (1977), Manhattan
(1979) y Maridos y esposas
(1992), entre tantas otras.
SUTIL COMEDIA AGRIDULCE
Woody Allen con su film Vicky
Cristina Barcelona, se inscribe
como ya lo hiciera con Annie Hall
(1977), Manhattan (1979),
en su finísima veta de comediante
agridulce, apelando en este opus a personajes
de alta clase media, intelectuales, bohemios.
Pero se aleja como ya lo viene haciendo
últimamente, de New York, para
ambientar el film que ya fuese recientemente
galardonado con el Globo de Oro como mejor
comedia, en la mítica Barcelona
de Antonio Gaudí; Penélope
Cruz, a su vez, es aspirante a obtener
la codiciada estatuilla del Oscar como
mejor actriz de reparto.
El guión "woodyallenesco"
tiene que ver con la historia de dos amigas
universitarias norteamericanas, Rebecca
Hall que encarnará en la comedia,
el personaje de Vicky, y con Scarlett
Johansson que será Cristina, puesto
que ambas han decidido pasar sus vacaciones
en el caluroso, movido verano barcelonés.
Vicky es una investigadora de todos los
elementos que configuran lo que podría
llamarse "la identidad catalana".
Es una joven segura de sí misma,
tiene una pareja que pronto se afianzará
con el matrimonio y que se hará
presente en la tierra de Gaudí,
planifica las grandes y pequeñas
cosas de la vida. Por el contrario, Cristina
es una apasionada fotógrafa, sólo
sabe lo que no quiere, y se deja llevar
por los aconteceres de la vida, es más
permeable, y la palabra planificación
no habita en su interioridad psicológica.
Woody Allen presenta a estas jóvenes
con maestría y con gran sutileza
las retrata recorriendo Barcelona, hasta
que aparece el pintor bohemio, solitario,
romántico, aureolado por una conflictividad
pasional casi legendaria. Juan Antonio
Gonzalo interpretado con gran riqueza
expresiva por el oscarizado Javier Bardem,
cambiará sus vidas para siempre.
La escena en la cual Juan Antonio les
propone ir a Oviedo, su lugar de nacimiento,
y luego hacer el amor con las dos, alcanza
ribetes antológicos. A nivel del
discurso dialógico, el realizador
sabe poner con mayúscula los acentos
reveladores de la ambigua condición
humana.
Si bien Cristina es quien está
abierta para tener un encuentro amoroso
con Juan Antonio, el alcohol le jugará
una mala pasada y quedará abortado.
De ahí que sea Vicky quien sabe
lo que quiere, la que conoce curiosamente
la ciudad de Oviedo, llevada por Juan
Antonio, y llega a tener un encuentro
mágico e inesperado con él,
que la inteligente cámara se encargará
de ocultar. De eso no se hablará
más, y de regreso a Barcelona es
Cristina la invitada a salir por el pintor
que la seducirá, y llevará
a vivir a su casa-atelier hasta que irrumpe
su ex-esposa, una brillante actuación
de la españolísima Penélope
Cruz, en el papel de María Elena.
Ella llega con toda su locura a cuestas,
con un intento de suicidio que Juan Antonio
tratará de recomponer, como lo
hace desde siempre.
La convivencia de este singular triángulo
"amoroso", le permitirá
a María Elena, que también
es pintora, superar transitoriamente sus
desajustes emocionales que lindan con
lo psicótico, a Juan Antonio le
surgirá la pulsión de pintar,
y Cristina se dejará llevar por
lo desconocido y apenas sospechado, y
se afirmará como profesional en
el arte de la fotografía. Pero
el "yo" interior de Cristina
no acepta esta situación anómala
y termina por abandonarlos. La narración
en off informa al espectador
acerca de lo que les ocurre a los tres
agonistas. También se irá
María Elena, puesto que su vida
es un ir y venir sin solución posible,
en la búsqueda de una pareja ya
inexistente, cargada de neurosis, de rivalidades.
En soledad total, Juan Antonio encuentra
a Vicky, ya casada, y hablan de lo que
no se habló más. Pero fatalmente
la ex-esposa del pintor se interpone en
su vida, y esta relación pasajera
que ha sido muy intensa para Vicky, muy
cuestionadora de sus principios, y muy
interrogante para Bardem, no se puede
profundizar, desarrollar, y quedará
trunca para siempre.
La pareja mayor, compuesta por la tía
pseudo-intelectual de Vicky y de su esposo,
a quien ella no ama, subraya a modo de
un coro griego, las acciones de las jóvenes,
y en especial la situación emocional
de Vicky. Todos, los que se quedan y los
que se van, han sufrido experiencias muy
profundas respecto de las complejidades
que comportan las relaciones humanas,
más allá de los diálogos
ora ágiles, ora chispeantes, ora
punzantes, ora reflexivos.
Los rostros de las agonistas en el avión
de regreso a su país, poseen la
elocuencia silente de la otredad. Woody
Allen con un guión excepcional,
con un elenco de primera línea,
con una seductora banda sonora, y una
fotografía sin par, es seguramente
el ganador, en un Hollywood que se viene
"aggiornando" a los tiempos
de cambio que le ha tocado vivir.
P. M.