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LAS HORAS DEL VERANO


Título original
: L'heure d'été
País y año de producción: Francia, 2008
Dirección: Olivier Assayas
Guión: Olivier Assayas
Con: Juliette Binoche, Charles Berling, Jérémie Renier, Edith Scob, Dominique Reymond
Duración: 103 minutos
Calificación: Apta para todo público
Género: Drama
Sitio Web: http://www.lheuredete-film.mk2.com/





Reseña argumental
: "Para mí el cine fue siempre una herramienta de exploración del mundo; en consecuencia, mi trabajo se desarrolló como un trayecto que fue guiado por mi anhelo de ir a descubrir el mundo que me rodea, donde también imagino que voy a descubrirme a mí mismo. Creo que esto vale para las películas que hice y para las que voy a hacer." Olivier Assayas

Cuando su madre, a cargo de la excepcional colección de arte del siglo XIX que perteneció a un tío, muere repentinamente, tres hermanos ya maduros se verán obligados a entenderse y a limar sus diferencias. Adrienne, exitosa diseñadora de Nueva York; Frédéric, economista y profesor universitario residente en París; y Jérémie, un dinámico hombre de negocios asentado en China, deberán enfrentarse al fin de su niñez, así como al cúmulo de memorias compartidas, en una inesperada experiencia que los enfrenta a sus orígenes, y pone entre paréntesis su particular visión del futuro.

Las horas del verano es la segunda entrega de un proyecto que intenta rendir tributo al Museo de Orsay, que en 2006 celebró su vigésimo aniversario. La primera película de esta serie fue Le voyage du Ballon Rouge, dirigida por Hou Hsiao Hsien, realizador al que Assayas precisamente dedicó un documental retrospectivo. Lo más curioso de estos proyectos es la buena voluntad del propio museo para prestar todas sus obras, su mobiliario y su espacio para estos rodajes.

La película narra las vicisitudes de un trío de hermanos que se enfrenta a la paulatina pérdida de sus recuerdos cuando los objetos que poblaban la casa familiar deben venderse para obtener la herencia de su madre ya difunta, a su vez poseedora de una gran fortuna procedente de su tío, el famoso pintor Paul Berthier.

Assayas ha afirmado que su modelo para construir esta historia se inspira en el ciclo de las estaciones: "Descubrimos una casa familiar viva, ruidosa, con las mismas pasiones de todas las familias. Y después, unos meses más tarde, durante el duelo, volvemos a ella para vaciarla, repartir los objetos, venderla. Las obras serán pesadas, juzgadas, evaluadas. Las más preciadas servirán para regular los derechos de sucesión. Y las encontramos en la sala de un museo, cautivas como los animales de un zoo, allí paralizadas, para todos y para siempre. La casa queda vacía. La siguiente generación, la de los adolescentes, podrá hacer en ella una última fiesta. Y en esta página blanca, les toca a ellos reconstruirlo todo".

El director francés Assayas es conocido por haber realizado Irma Vep (1996), Los destinos sentimentales (2000) y Clean (2004).

INTERIORES


En tiempos globalizados y de netos intereses económicos y egoísmos, Assayas nos muestra a una familia francesa y lo que ocurre una vez que la madre de los tres hijos fallece y hay un herencia que manejar, compuesta por valiosas obras de arte y la propia casona donde todos solían reunirse apaciblemente durante el verano. Un profesor de Economía que acaba de editar un libro algo polémico y que reside en su Francia natal, su hermano que piensa irse a vivir a China con su familia y gracias a la empresa de championes para la cual trabaja, y una hermana diseñadora que planea radicarse definitivamente en Nueva York con su novio estadounidense, son las tres personas que su realizador sigue parsimoniosamente en actitudes y pensamientos.


Al que se va a China el dinero le viene como anillo al dedo, el otro se muestra mucho más compasivo por el valor simbólico de las piezas y de ese lugar donde solía reunirse en familia y con su querida madre, y la mujer quizás sea la que más indiferente se muestra ante la situación, la menos afectada y sí la más ansiosa en abandonar su país natal e irse a Estados Unidos, una vez que todo se arregle. Por ahí también aparece una fiel empleada, quizás junto con el hijo "preferido" de la persona fallecida, las dos mejores personas, las más humanas, las menos interesadas, y que apreciaban y querían realmente a esa mujer que ya no está.


Pero los objetos en sí también son parte de esta historia; testigos, fieles y preciados acompañantes (sentimental y artísticamente hablando) que parecen perder vida al ser desterrados de las personas que los poseían y los valoraban con tanto cariño y cuidado, para luego ser exhibidos fríamente en un museo, sacándolos de ese contexto humano donde estaban. Esto, obviamente, no va contra los museos sino en el sentido de que el propio Assayas expone el contraste entre el significado de los mismos en un lugar familiar y donde la calidéz se hacía sentir, y la visión de sus personajes y del propio espectador cuando las piezas son exhibidas durante un momento en el museo y ante la mirada prácticamente desinteresada y como a la pasada de un grupo de jóvenes que en ese momento estaba haciendo una recorrida por el lugar.


El significado del arte se mezcla aquí con el modernismo de los tiempos actuales. De ese momento inicial donde todos están reunidos, en pocos meses, se pasa a una desunión física brutal, ya que los negocios, los planes y los imprevistos llevan a los tres hermanos a estar cada uno en un continente distinto, y dejando una casa con muchísimas vivencias y recuerdos, vivencias y recuerdos que también van a dispersarse.


En la película, por otro lado, pesa lo que no se dice. Y nada mejor que esa acertada herramienta de Assayas para dar a entender en la película que no hay lugar mejor que dentro de uno mismo para albergar los mejores recuerdos. El final tiene un innegable gusto agridulce; la hija del profesor recuerda a su abuela, siente su ausencia y el hecho de estar por última vez en esa casa, en una fiesta de graduación, pero luego sigue su vida. Lo emocional, que pasa como una ráfaga, frente a lo pragmático. Las horas del verano (2008) ya nos estaba mostrando una gran familia fragmentada pero no solo desde el momento en que esa abuela que a todos unía fallece.


AY


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