
Título original: The Strangers
País y año de producción:
Estados Unidos, 2008
Dirección: Bryan
Bertino
Guión: Bryan Bertino
Con: Liv Tyler, Scott
Speedman, Glenn Howerton, Gemma Ward,
Kip Weeks
Duración: 86 minutos
Calificación:
No apta para menores de 15 años
Género: Terror
Sitio Web: http://www.thestrangersmovie.com/
Reseña argumental: Los
espantosos acontecimientos que ocurrieron
en la casa de vacaciones de la familia
Hoyt, en la calle Clarke Road 1801, el
11 de febrero de 2005, aún no están
claros del todo. Champaña. Pétalos
de rosa. Luz de velas. Era una noche de
celebración para Kristen McKay
y James Hoyt en la apartada casa de vacaciones
de la familia. Después de la fiesta
de casamiento de un amigo vuelven a la
casa, y es allí cuando todo colapsa
para la feliz pareja. A las cuatro de
la mañana hay un golpe en la puerta
y una voz inolvidable: "¿Está
Tamara?". De ahí en más,
la pareja descubre que su refugio retirado
se ha convertido en un lugar terrorífico,
cuando unos extraños enmascarados
lo invaden. En la lucha por sobrevivir,
Kristen y James van más allá
de lo que pensaban que eran capaces de
hacer.
Curiosidades:
El film se basa vagamente en un caso real
ocurrido en Estados Unidos, en 1981, aunque
el director debutante Bryan Bertino también
declaró que se había inspirado
en el caso de los crímenes cometidos
por el "Clan Manson" y también
en un curioso incidente que vivió
de niño, para hacer la película,
que en realidad terminó de filmarse
a mediados de 2007; su estrenó
en Estados Unidos se postergó dos
veces.
VIDAS TACHADAS
Finalmente algo
bueno del género pudo llegar a
circuito comercial, por encima de que
a la película le hubiera costado
bastante (estaba terminada desde hacía
dos años) y porque planteó
un esquema argumental bastante parecido
al de la francesa Ellos
(Ils), que se había
hecho un año antes (2006) y que
se filmó en apenas un mes, dejando
al tímido terror francés
de la actualidad muy bien parado. Es más;
Los extraños,
del debutante Bryan Bertino, no se basó
para nada, prácticamente, en la
historia real ocurrida en 1981, en Estados
Unidos; tan solo se inspiró en
ella y para adaptarla a una visión
bastante particular, que obviamente muestra
a su realizador como un gran admirador
del terror norteamericano de los ´70
y donde se impone mucho más el
estilo que lo ocurre en sí, a diferencia
del film francés de David Moreau
y Xavier Palud, al que no hay que quitarle
méritos, por supuesto.
Y ese estilo se consolida, se hace sentir,
en los momentos más tensos y escalofriantes,
que tan solo resume los hechos a una cuestión
de suerte (lugar equivocado en el momento
"justo") y a la actitud de esos
extraños del título en algo
muy parecido a lo que ocurrió con
el "Clan Manson" y hasta con
el famoso "asesino del Zodíaco".
La voz del comienzo recuerda sin dudas
el inicio de El loco de la motosierra
(Tobe Hooper, 1974), en uno de los "extraños"
se mezcla al Michael Myers de la saga
Noche de brujas con aquel
de El pueblo que temía
al anochecer (Charles Pierce,
1976), y los antagonistas, en conjunto
con el hogar y el bosque, traen algunas
reminiscencias de La última
casa a la izquierda (1972) de
Wes Craven.
No es fácil apostar casi todas
las fichas al terror explícito
en estos días de remakes y un montón
de porquerías que llegan al cine
y sobre todo a la televisión. Pero
el director Bertino lo hace muy bien,
en los encuadres, en las claustrofóbicas
atmósferas, en los atemorizantes
ruidos, en sus tomas largas, dentro y
fuera de la casa, siguiendo también
de cerca a sus actores y con muy poco
margen de visión para situaciones
donde la amenaza podía estar a
escasos centímetros. Hay un evidente
juego de estos "extraños"
que le permite al director Bertino lucirse
aún más, jugar con las casualidades,
con la demencia absoluta de esos seres
que pueden ser tan inteligentes como desconcertantes,
y que podrían terminar súbitamente
con cualquier plan racional de los acosados,
casi siempre atrincherados en un rincón
de esa gran casa en medio del bosque.
Visualmente es donde la película
se anota casi todos los puntos y también
en una relación de pareja que parece
venirse a pique (como en Hotel
sin salida, de Nimrod Antal)
y que de golpe una situación límite
pone a prueba lo que realmente sienten
el uno por el otro. La propia película
sostiene que, según el FBI, hay
decenas de miles de muertes violentas
al año en Estados Unidos. Y Bertino,
sutilmente, da entender que de eso nadie
puede estar a salvo, no solo en lugares
seguros sino también en aquellos
donde uno piensa que jamás podría
pasar algo. Por la misma tangente se deslizaba
la francesa Ellos, sólo
que aquí sí se tomó
un caso real sobre una pareja austríaca
que fue asesinada en República
Checa por una pandilla de estudiantes
adolescentes que tan solo querían
"jugar", asustando, en principio,
a los propietarios de una casona que tuvieron
la mala suerte de estar justo en el momento
en que estos casi niños querían
"entretenerse" un rato. Este
tema en sí da para muchísimo
más pero obviamente debe ser abordado
desde una óptica netamente social
y por entendidos en la materia.