
Título original: 2012
País y año de producción:
Canadá / Estados Unidos, 2009
Dirección: Roland
Emmerich
Guión: RE, Harald
Kloser
Con: John Cusack, Amanda
Peet, Chiwetel Ejiofor, Thandie Newton,
Danny Glover
Duración: 158
minutos
Calificación:
Apta para todo público
Género: Cine Catástrofe
/ Drama
Sitio Web: http://www.sonypictures.com/movies/2012/
Reseña argumental: Nunca
antes en la historia una fecha ha sido
tan significativa para tantas culturas,
religiones, científicos y gobiernos.
2012 es una aventura
épica sobre un cataclismo global
que trae el fin del mundo y cuenta la
lucha heroica de los sobrevivientes.
Mucho se dice sobre el fin del mundo,
a decir verdad, muchas de estas llamadas
profecías son en su mayoría
laberintos entroncados de códigos
y símbolos que dificultan su entendimiento
y apreciación.
No obstante, entre las predicciones más
conocidas y famosas se encuentran, sin
lugar a dudas, las Profecías Mayas
(que precisamente inspiran al guión
de esta película), las cuales,
entre tantas características, poseen
un elemento que las diferencia largamente
de otras tantas, esto es, la exactitud
en colocar una fecha determinada (día,
mes y año) del fin del mundo.
Del comunicado de prensa emitido
Las Profecías Maya
Son en total siete las profecías
Maya que en un solo cuerpo nos advierten
sobre los futuros cambios climatológicos
y terrestres que vivirá nuestro
planeta en una fecha determinada. Esta
fecha sería el 21 de diciembre
del año 2012.
En un elaborado calendario, muchos dicen
que es el más exacto de todos los
tiempos, los Mayas aseguraron que la Tierra
habría nacido un 13 de agosto del
3114 AC, y que luego de exactamente 5125
años, el planeta llegará
a un gran cambio de Era, un tiempo en
que muchos consideran será el verdadero
Apocalipsis y otros, una simple variación
de cómo veremos los hombres a nuestra
Tierra.
La exactitud y la firmeza con que los
Mayas aseguran este hecho, algo que ni
Nostradamus ni otros han logrado, o por
lo menos, no con éxito, sorprende
hasta a los más escépticos.
El Apocalipsis Maya
Los Mayas describen en la serie de sus
siete profecías, cambios en la
Tierra de orden climatológico y
cósmico, que serán el principal
motivo que provocará que el mundo,
tal y como lo conocemos, sea completamente
distinto, obligando a los hombres a vivir
tiempos de verdadera tribulación.
Pero veamos un resumen de estas profecías
para que todo nos quede claro:
La Primera Profecía: En ella nos
dice que a partir de 1999 nos quedan sólo
trece años para que el hombre realice
los cambios de conciencia y actitud para
evitar la destrucción de su propio
mundo, que sucederá en el 2012.
La Segunda Profecía: A partir de
este período, el hombre tendrá
que aprender a vivir con esta nueva realidad.
Habrá mucha tribulación,
desesperación que afectará
a la población mundial.
La Tercera Profecía: En esta profecía,
los Mayas nos hablan de los cambios climatológicos
que vivirá la Tierra, en los años
venideros. Señalan con total precisión,
cómo el calor aumentará
en todas las regiones del mundo, produciendo
cambios climatológicos, geológicos
y sociales nunca antes vistas. Estos cambios
se darán de manera vertiginosa,
principalmente, ocasionados por la falta
de armonía del hombre con la naturaleza.
La Cuarta Profecía: Debido a este
calentamiento global, los Mayas advierten
sobre el derretimiento de los polos y
las profundas oleadas de calor en el que
vivirá la Tierra.
La Quinta Profecía: nos habla del
hombre redimido. Que junto con el planeta,
el hombre vivirá cambios y aprenderá
de sus errores.
La Sexta Profecía: aparecerá
en los cielos de la Tierra un cometa,
quien anunciará el cambio completo
del mundo conocido.
La Séptima Profecía: es
el tiempo nuevo. El tiempo en que el hombre
tendrá la oportunidad de ser uno
solo con el mundo.
La Nueva Era
Debemos entender que para los Mayas, el
tiempo en el que vivimos es una cuarta
era, es decir, luego del 2012, aquellos
que sobrevivan a los cambios bruscos del
planeta, aprenderán de sus errores
pasados y convergirán en un nuevo
sentimiento de unión y de su relación
con el mundo.
No obstante, sus advertencias sobre las
primeras cuatro profecías son claras
y de una precisión tal, que muchos
han tomado estas profecías como
verdaderas luces de alertas. El calentamiento
global, las constantes guerras por los
recursos cada vez más escasos del
planeta y la falta de conciencia sobre
el uso del ecosistema de la Tierra, nos
llevan a predecir que lo que los Mayas
predijeron en su momento no es difícil
que se vuelva una terrible realidad.
El realizador alemán Roland Emmerich
había dirigido Stargate:
La puerta del tiempo (1994),
Día de la Independencia
(1996) y El día después
de mañana (2004), entre
otras. El guionista austríaco Harald
Kloser (cuya especialidad es componer
bandas sonoras y que ya aportara su trabajo
para algunas películas de Emmerich)
estuvo en el libreto de 10.000
A.C. (RE, 2008).
Curiosidades:
El presupuesto para esta superproducción
fue de 260 millones de dólares.
CERRÁ Y VAMOS
Para empezar, las profecías mayas
no dictaminaban la extinción de
la Tierra para el 21 de diciembre de 2012,
sino cambios trascendentales en la sociedad,
el clima y la geología de nuestro
planeta. Y por tanto esta película
del alemán Roland Emmerich se suma
a las posibles interpretaciones de lo
que en realidad podría llegar a
ocurrir, ya que solamente está
inspirada en las famosas siete profecías,
como pudo haberlo estado perfectamente
El día después de
mañana (2004), otra película
de cine catástrofe donde Emmerich
se acercó y hasta reflejó
de manera un poco más razonable
las consecuencias del calentamiento global.
Lo que queda claro luego de ver 2012
(2009) es que su director se sacó
las ganas de hacer una película
donde se arrasa prácticamente con
todo, gentileza del impresionante trabajo
de efectos especiales, tomando como excusa
las erupciones solares y la alteración
del núcleo terrestre, entre otras
deducciones científicas. La inminente
amenaza es advertida por unos pocos y
las autoridades de los países poderosos
deciden no informar nada para no generar
caos y locura de antemano. Pagando unos
mil millones de euros, algunos privilegiados
podrán embarcarse en arcas preparadas
para refugiarse en una instalación
china y con el fin de estar supuestamente
a salvo de la destrucción que se
avecina.
Pero la película no puede sostenerse
a lo largo de las más de dos horas
y media que dura, por más que se
pueda entrar en el juego; llega un momento
en que se abusa de los trucajes visuales
de tal manera que parece estar presenciándose
un videojuego filmado. A eso hay que agregarle
un guión calamitoso, de vetas "teletubbianas"
y con personajes a los que uno realmente
desea que los agarre un tsunami, un tornado,
un cascote hirviendo o lo que sea, para
que no aparezcan más, un poco como
pasaba en la delirante saga de Los
Ángeles de Charlie, con
guiones que parecían haber sido
hechos por un demente o alguien que estaba
drogado. Los diálogos en 2012
son patéticos y hasta dan pena,
si se piensa en lo que habría pasado
por la cabeza de varios de los actores
principales (John Cusack, Thandie Newton,
Danny Glover y hasta Woody Harrelson)
cuando tuvieron que enfrentarse a sus
pobrísimas líneas.
El día después
de mañana era al menos
un poco más equilibrada y parecía
tomarse en serio el asunto, con algunas
puntas satíricas y una pizca de
inteligencia de por medio; aquí
ya todo parece cine de aventuras plagado
de melodrama, etiquetas (hacia algunos
países y en especial ciudadanos),
con ciertos matices xenófobos y
donde los personajes parecen estar en
un parque de diversiones sin tomar real
conciencia de la gravedad de la situación
y de lo que les espera en caso que sobrevivan.
El resultado es prácticamente lamentable,
de lo peor que ha hecho Emmerich hasta
el momento. Los efectos especiales que
pensó para destruir todo en la
ficción, lo terminaron salvando
en la realidad (y en las boleterías).
AY