
Título original: Shutter
Island
País y año de producción:
Estados Unidos, 2010
Dirección: Martin
Scorsese
Guión: Laeta Kalogridis,
basado en la novela de Dennis Lehane
Con: Leonardo DiCaprio,
Mark Ruffalo, Ben Kingsley, Michelle Williams,
Max von Sydow
Duración: 138
minutos
Calificación:
No apta para menores de 12 años
Género: Drama
/ Misterio / Thriller
Sitio Web: http://www.shutterisland.com/
Reseña argumental:
El año es 1954; en plena Guerra
Fría, Teddy Daniels (Leonardo DiCaprio),
un alguacil de Estados Unidos de América
y Chuck Aule (Mark Ruffalo), su nuevo
compañero de investigaciones, son
llamados a Shutter Island para investigar
la inverosímil desaparición
de una astuta asesina en serie de una
celda bajo llave dentro del impenetrable
Hospital Ashecliffe. Rodeado de sagaces
psiquiatras y peligrosos pacientes psicóticos
en la remota isla azotada por lluvias
y vientos huracanados, ellos penetran
en una atmósfera espeluznante y
volátil que sugiere que nada es
lo que parece ser.
El director Martin Scorsese es conocido
por labores como Taxi Driver
(1976), la remake de Terror
(Cabo de miedo, 1991)
y Vidas al límite
(1999). La guionista Laeta Kalogridis
estuvo en los libretos de Guardianes
de la noche (Timur Bekmambetov,
2004), Alexander (Oliver
Stone, 2000) y Conquistadores
(Marcus Nispel, 2007).
"EN EL CATÁLOGO SE
DICE QUE SON HOMBRES..."
William Shakespeare
LA ISLA SINIESTRA
El film del director ítalo-americano,
Martin Scorsese, con una trayectoria de
calidad - Taxi Driver,
El color del dinero,
Cabo de miedo, Pandillas
de Nueva York -, es una culminación
del cine noir y entraña
un manejo formidable del suspenso, y de
algún modo, la historia magníficamente
narrada (basada en una novela de Dennis
Lehane), la trasciende, planteando al
espectador una interrogante moral, en
las últimas palabras explicitadas
por Leonardo DiCaprio, en una actuación
magistral, cuando se encamina solitariamente
a pesar de las compañias a un destino
abyecto, que no ha elegido: "¿Será
mejor vivir como un monstruo o morir siendo
un buen hombre?"
Una suerte de cosmovisión "kafkiana"
envuelve a este film, en cuanto al clima
de opresión y asfixia que respira
el protagonista y el espectador, y a poderes
invisibles que mueven con total omnisciencia
los hilos de la trama, en la cual están
inmersos los agonistas.
La historia que en esta página,
ya se ha reseñado, remite a dos
agentes del FBI, elegidos para realizar
una investigación acerca de la
fuga de una "paciente" de alta
peligrosidad, de un centro neuropsiquiátrico
ubicado en una isla, sólo conectada
con el mundo exterior por un transbordador
muy "especial".
El arribo a ese lugar, y la mirada del
sargento Teddy Daniels (Leonardo DiCaprio)
va develando al espectador, que extrañamente
el centro hospitalario, es una prisión
aislada de la tierra, con guardias de
seguridad por doquier, área perimetral
electrificada, pacientes engrillados,
prisioneros en definitiva.
El diálogo que entablará
Daniels con el director del centro, encarnado
notablemente por el actor Ben Kingsley,
es demoledor, respecto de las técnicas
que allí se practican con los internados,
ya sean farmacológicas o quirúrgicas,
y además pone todo tipo de trabas
a la investigación que deben realizar
DiCaprio y Mark Ruffalo, su asistente.
Kingsley será secundado por otro
pilar fuerte de la institución,
el bergmaniano actor Max von Sydow, -también
notable en su perversidad y tranquilidad
con la cual ejerce su profesión
de doctor-, y otro personaje militarizado
(Warden, interpretado por Ted Levine)
que en el devenir fílmico, expondrá
la teoría de la existencia de un
Dios violento que rige los violentos destinos
humanos. No es casualidad que el film
esté ambientado durante los años
de la Guerra Fría, de intensas
actividades psicológicas entre
los bloques soviético y estadounidense.
Tampoco que DiCaprio sea presentado como
un sargento federal, que sufre de migrañas,
luego de su intervención que lo
señala como héroe, en la
Segunda Guerra Mundial; de aquí
los significativos flashbacks
psicológicos de la liberación,
llevada a cabo del primer campo de concentración
nazi, de Dachau, que lo marcará
para siempre en su psiquismo.
Curiosamente la misma música mahleriana
es la que escuchaba el jefe nazi de Dachau
y el siniestro doctor del nosocomio, interpretado
por Max von Sydow. También el pasado
de Daniels tiene que ver con la extraña
muerte de su mujer, en relación
a un pirómano, que formará
parte de este cuadro de extremada crueldad.
Esposa que aparecerá reiteradamente
en sus sueños y más tarde
en sus "pesadillas" y "alucinaciones".
El tema de la "alteridad" que
procesualmente padecerá el protagonista,
está muy bien logrado, así
como el interjuego entre el ser y el parecer
que forma parte de esta topicalia del
horror. Los rubros técnicos -fotografía,
banda sonora- son excepcionales. Y también
todo el elenco femenino y masculino, como
Emily Mortimer, Patricia Clarkson, Michelle
Williams, DiCaprio, Mark Ruffalo, Kingsley,
Max von Sydow, Ted Levine- entre otros.
El ominoso faro de la isla, no abandona
al espectador fácilmente. Y tampoco
el testimonio de la "prisionera"
en cuestión, ya que la realidad
muchas veces supera a la ficción;
y en aras de intereses políticos
o ideológicos, se ha perdido la
dimensión ética que la ciencia
debería tener en la praxis. El
realizador Martin Scorsese lo sabe, y
lo ha puesto en escena, apelando a inteligentes
imágenes, en un memorable thriller
psicológico y de gran densidad
moral. La inasible verdad, está
siempre en el film como "detrás
de un vidrio oscuro". El campo de
concentración de Dachau y el internado
para delincuentes psiquiátricos
de Ashecliffe, hablan por sí mismos
y dejan al espectador con imágenes
de una cosmovisión desoladora,
de total impiedad.
P. M.