
                                        Título original: A Serious 
                                        Man
                                        País y año de producción: 
                                        Estados Unidos / Francia / Inglaterra, 
                                        2009 
                                        Dirección: Joel 
                                        Coen, Ethan Coen
                                        Guión: Joel Coen, 
                                        Ethan Coen
                                        Con: Michael Stuhlbarg, 
                                        Richard Kind, Fred Melamed, Sari Lennick, 
                                        Aaron Wolff
                                        Duración: 106 
                                        minutos
                                        Calificación: 
                                        No determinada a la fecha de estreno (en 
                                        Argentina: No apta para menores de 13)
                                        Género: Comedia 
                                        / Drama
                                        Sitio Web: http://filminfocus.com/focusfeatures/film/a_serious_man/
                                        
                                        
                                        
                                        
                                        
                                        Reseña argumental: Larry 
                                        Gopnik (Michael Stuhlbarg), un profesor 
                                        de Física de una tranquila universidad 
                                        del Medio Oeste americano, acaba de enterarse 
                                        de que su esposa (Sari Lennick) ha decidido 
                                        dejarle. Se ha enamorado de Sy Ableman 
                                        (Fred Melamed), un pomposo conocido de 
                                        la pareja, que le parece más coherente 
                                        que el apático Larry. Por si fuera 
                                        poco, su hermano Arthur (Richard Kind), 
                                        incapaz de conseguir un trabajo, duerme 
                                        en el sofá del salón; su 
                                        hijo Danny (Aaron Wolff) tiene problemas 
                                        de disciplina en la escuela, y su hija 
                                        Sarah (Jessica McManus) le roba dinero 
                                        de la cartera porque sueña con 
                                        operarse la nariz. En su lucha por mantener 
                                        el equilibrio, Larry termina pidiendo 
                                        consejo a tres rabinos.
                                      Los hermanos Coen son conocidos por haber 
                                        hecho films como El quinteto de 
                                        la muerte (2004), Sin 
                                        lugar para los débiles 
                                        (2007) y Quémese después 
                                        de leerse (2008).
                                        
                                        
                                        
                                        
                                        
                                        LOS CAMINOS MISTERIOSOS
                                      Una comedia negrísima, ambientada 
                                        en Estados Unidos sobre fines de la década 
                                        del ´60, y en la que un neurótico 
                                        profesor sufre, y cada vez con mayor intensidad, 
                                        los efectos de una familia disfuncional 
                                        de origen judío, tanto en su hogar 
                                        como en su lugar de trabajo. El asunto 
                                        parece ir de mal en peor, con situaciones 
                                        y personajes secundarios delirantes que 
                                        agravan el panorama (el tío de 
                                        la familia, un estudiante surcoreano y 
                                        su padre, el amante de la mujer, los vecinos), 
                                        mientras el protagonista (bueno en su 
                                        tarea pero sin suerte en las relaciones 
                                        personales) se pregunta cómo le 
                                        puede llegar a salir todo tan mal, cuando 
                                        siempre hizo las cosas tan bien. De ahí 
                                        que este hombre tranquilo y sin mucha 
                                        personalidad intente cambiar su drástica 
                                        situación, pidiendo ayuda y orientación 
                                        a tres rabinos.
                                      Hay que reconocer que algunas referencias 
                                        religiosas escapan en parte a quien esto 
                                        escribe. Según los Coen, el prólogo, 
                                        que aparentemente no tiene conexión 
                                        alguna con el resto de la historia, en 
                                        realidad sí la tiene. Los hermanos 
                                        cineastas tan sólo lo pusieron 
                                        para fijar el estilo que iba a tener la 
                                        película, como un ejemplo de las 
                                        tantas cosas que ese Profesor se va cuestionando 
                                        y sobre las que nunca obtiene una auténtica 
                                        respuesta. Se ve lo que pasa, aunque no 
                                        tanto el cómo ni especialmente 
                                        el por qué. 
                                      Incluso hay un momento en que se llega 
                                        a cuestionar al propio Dios, en el sentido 
                                        de si es conveniente creer en una entidad 
                                        suprema que obra de forma misteriosa y 
                                        que puede llevar a sus creyentes a cometer 
                                        equivocaciones en base a sus mandatos. 
                                        Quizás pueda verse como una lucha 
                                        entre las creencias y el escepticismo, 
                                        o las creencias frente a lo lisa y llanamente 
                                        racional, a las cosas simples de la vida, 
                                        como alega el sustituto del primer rabino, 
                                        quien escucha como puede a un protagonista 
                                        que estaba comenzando a desesperarse (muy 
                                        buena actuación de Michael Stuhlbarg, 
                                        que ni siquiera figura entre los candidatos 
                                        al Oscar).
                                       Los Coen en sí aluden a varias 
                                        costumbres de la colectividad judía, 
                                        y lo hacen con respeto y en ocasiones 
                                        en tono de sátira (en un momento 
                                        el tío disfruta tanto de un día 
                                        en la playa que piensa embotellar el aire 
                                        fresco y venderlo). Fieles a sus orígenes, 
                                        ambos cineastas hicieron de Un 
                                        hombre serio (2009) un film no 
                                        necesariamente exclusivo para hebreos; 
                                        cualquier seguidor de sus obras, especialmente 
                                        admiradores de esos inconfundibles toques 
                                        de comedia negra que imprimen en casi 
                                        todos sus trabajos, disfrutará 
                                        plenamente esta película, sin sentirse 
                                        una especie de outsider. El final… 
                                        simplemente opera como final, justo cuando 
                                        las dudas existenciales de ese Profesor 
                                        pasaban a tener una supuesta mejor "perspectiva". 
                                        Es que la película también 
                                        es un asunto bastante serio.