Título
original: Chopper
País y año de producción:
Australia, 2000
Dirección: Andrew
Dominik
Guión: Andrew
Dominik, basado en la obra de Mark Brandon
"Chopper" Read
Con: Eric Bana, Simon
Lyndon, David Field
Duración: 94 minutos
Calificación:
No apta para menores de 18 años
Género: Drama
Reseña argumental:
Vigilante, ejecutor del submundo, narrador
inventivo, Mark “Chopper”
Read es el criminal más ignominioso
de Australia. En este film Chopper narra
su versión de los hechos. Basada
en la vida real, esta no es la historia
de un asesino, sino de un loco cuyo mundo
se construye desde su propio punto de
vista. En la película, Eric Bana
crea un personaje con cierta ambigüedad
moral, pero no por una cuestión
de ideologías sino simplemente
por la confusión que tiene entre
la ficción y la realidad. Lo único
que desmiente lo que él dice es
lo que se ve en la pantalla. Desde su
ignorancia, Chopper termina escribiendo
el mayor best-seller australiano, transformándose
en una figura inmensamente popular.
Curiosidades:
El protagonista del film (Eric Bana) fue
elegido por el realizador Ang Lee (El
banquete de bodas; Comer,
beber, amar; El tigre
y el dragón) para protagonizar
la adaptación en pantalla grande
de un nuevo personaje de Marvel: El
increíble Hulk.
Chopper
es en realidad es el sobrenombre de Mark
Brandon Read, quien escribió su
autobiografía mientras cumplía
sentencia en prisión por el cargo
de homicidio. Al final logró hacer
su libro (From the Inside)
que se convirtió en best-seller.
La película
fue premiada
con seis galardones de la Academia de
Australia, aparte del Premio Especial
del Jurado en III Festival de Cine Independiente
de Buenos Aires. También ha sido
distinguida con comentarios de gente famosa
como la cantante Madonna ("Chopper
es lo más divertido que vi en mi
vida") y el director Quentin Tarantino
(algo así como que Chopper
iba camino a convertirse en una película
de culto).
Este film no puede
pasar desapercibido para nadie. Una película
que quizá parezca transgresora
o sádica, pero que bien podría
definirse como un pseudo-documental, que
no se nutre tanto de la veracidad de los
hechos sino de las propias actitudes de
Chopper (Eric Bana, de brillante actuación),
a través de un intento de buscarse
a sí mismo, de reflejar su aspecto
psicológico, los motivos que lo
llevan a cometer asesinatos, y ver si
realmente es quien dice ser. En este último
aspecto es donde el director Dominik intenta
florearse; quizá el espectador
vaya de entrada con su prejuicio de ver
qué locuras va a cometer un señor
que por suerte tiene la capacidad suficiente
como para narrar sus memorias. Pero pronto
se dará cuenta que este hombre
es un grandote bobo con sentimientos y
que sólo intenta ser justo... al
menos hasta las primeras tres cuartas
de la película. De ahí en
más el director australiano intenta
jugar con la ambiguedad de su personaje,
intensificando la misma con dos y hasta
tres versiones de un mismo hecho, con
lo que dicen los que lo conocen, los que
lo odian, y hasta los propios (desinteresados,
sensacionalistas) medios de comunicación.
Por ahí puede verse a un Chopper
mentiroso, pero también construido
desde afuera, manipulado. Un retrato original,
por qué no, y algo que a la larga
apunta a demostrar que Chopper, aparte
de necesitar asistencia psicológica
y / o psiquiátrica a gritos, ha
sido una persona muy cascoteada, no tanto
por su forma de ser sino por la manera
rápida, directa y sanguinaria que
tiene de resolver las cosas, dentro de
un entorno para nada favorable (casi todos
los seres que lo rodean son verdaderas
almas podridas, moralmente peores que
él). Y si les queda alguna duda
vean los últimos diez segundos
de la película.