
Título original: Red Dragon
País y año de producción:
Alemania / Estados Unidos, 2002
Dirección: Brett
Ratner
Guión: Ted Tally,
basado en la novela homónima de
Thomas Harris
Con: Anthony Hopkins,
Edward Norton, Ralph Fiennes, Harvey Keitel,
Emily Watson
Duración: 124
minutos
Calificación:
No apta para menores de 15 años
Género: Terror
/ Thriller
Sitio Web: http://www.reddragonmovie.com/
Reseña argumental:
Un asesino como el Dr. Hannibal Lecter
siempre tiene sus admiradores –
criaturas enfermas que saborean los detalles
de sus crímenes brutales y sensacionalistas.
El solo hecho que su existencia los excita
y el ultraje y el sudor frío que
provoca en los mortales “más
débiles” los reconforta a
lo largo de sus solitarias y amargas existencias.
Para esos inadaptados, Lecter es un ser
superior. Están seguros que posee
la capacidad especial de comprenderlos
tal y como ellos se ven a sí mismos
y que respeta su necesidad de cometer
sus propios actos depravados.
Lecter aprecia su devoción, especialmente
ahora. Él también tiene
pocas distracciones desde que está
prisionero en el Hospital Estatal de Baltimore
para los Enajenados Mentales Criminales.
Will Graham también tiene sus
admiradores pero nunca ha querido tenerlos.
Como uno de los principales investigadores
del FBI, se convirtió en un héroe
renuente de los diarios amarillistas con
los tan publicados arrestos de asesinos,
incluyendo el del Dr. Lecter, su captura
más famosa. Sin embargo, su extraordinaria
habilidad para pensar igual que los más
perversos asesinos en serie hace que las
personas se sientan incómodas con
él – incluyendo al mismo
Graham, especialmente después de
su encuentro casi fatal con Lecter. Después
que sus heridas sanaron, llevó
a su familia al pequeño poblado
de Marathon, Florida y dejó el
FBI.
Pero un nuevo admirador de Lecter –
un despiadado asesino de familias que
duermen y que ataca durante la luna llena
– lo cambia todo. Su próximo
ataque enfermizo es inevitable y el ex-jefe
de Graham no cuenta con otro agente con
el don/maldición de Graham de meterse
dentro de la mente de un criminal. Luego
de estudiar los espeluznantes escenarios
de sus asesinatos en Atlanta y Birmingham,
Graham comprende que para tener una oportunidad
de capturar al Hada de los Dientes, como
han apodado a este criminal, necesita
acceso a la mente de alguien con un cerebro
igual de brillante y enfermo. Y eso significa
enfrentarse a su antiguo enemigo, el Dr.
Hannibal Lecter.
El director Brett Ratner ha dirigido
trabajos como Una pareja explosiva
(1998), Hombre de familia
(2000) y Rush Hour 2: La diversión
total (2001).
Curiosidades:
Este film sería la remake de aquel
que luego diera origen a El silencio
de los inocentes (Jonathan Demme,
1991): Cazador de hombres.
Fue dirigido por Michael Mann en 1986.
En esa oportunidad el psiquiatra caníbal
Hannibal Lecter no había sido interpretado
por Anthony Hopkins. Allí Lecter
jugaba un rol secundario (más bien
terciario) en la historia, dando pistas
a un detective del FBI, desde una celda,
para dar con el difícil paradero
de un asesino sumamente extravagante.
Dino De Laurentiis
había sido el productor de Cazador...
pero, al ver que la película no
había tenido éxito, decidió
dejar en manos de otros productores El
silencio de los inocentes. Cuando
vio el inesperado éxito de esta
última volvió a participar
en la producción de Hannibal
(Ridley Scott, 2001) y, más tarde,
en la de Dragón rojo.
LA INSISTENCIA DE DINO
Lo único que le faltaba hacer
a De Laurentiis, fuera del suceso de El
silencio de los inocentes (donde
no estuvo), era esto; una nueva versión
(con estrellas famosas, por supuesto)
de la novela Dragón rojo,
de Thomas Harris, luego de comprobar que,
más allá de los muy buenos
resultados que tuvo como película
Cazador de hombres (que
incluso llegan a superar a los de El
silencio de los inocentes, cuya
historia es exactamente igual a la del
film de Michael Mann) no fuera el éxito
que esperaba.
Claro que en Hannibal
(Ridley Scott, 2001) se intentó
resucitar al que para algunos medios es
el asesino más famoso de la historia
del cine. Aquí los guionistas David
Mamet y Steve Zaillian se salteaban varias
cosas de la novela original, aunque guardaban
momentos sublimes de buen cine y del más
puro terror. El producto, a la larga,
sigue siendo el más flojo de toda
la saga, más débil incluso
que este Dragón rojo
(2002), donde se le da más participación
al psiquiatra caníbal Lecter (en
el film original el personaje se llamaba
Lektor y apenas aparecía) y en
el que las cosas se hacen muy seriamente
y hasta tratando de respetar aún
más el libro de Harris.
Más allá de que el costado
humano y dramático era muchísimo
más efectivo en Cazador...,
esta versión también se
toma su tiempo para los personajes, pero,
además, para trabajar la parte
visual, algo inesperado y a la vez sorprendente
para un joven realizador como Brett Ratner,
que venía de la comedia con mucha
acción (Jackie Chan y Cía.
en las dos partes de Rush Hour),
entre otras pocas cosas más. La
estética empleada para captar en
imágenes gente inestable y con
pensamientos impredecibles, compasivos
pero capaces de reaccionar en cualquier
momento, llaman poderosamente la atención,
igual que el equilibrio que se logra al
momento de abordar a cada uno de los protagonistas
en sus respectivos cruces. Las situaciones
también logran reflejar un poderío
visual notorio y transmitir su cuota de
tensión hasta en esos momentos
donde una simple charla puede derivar
en cualquier cosa (como ocurre en un par
de ocasiones).
En cuanto a los actores Edward Norton
aparece algo esquematizado, colocándose
en el extremo opuesto al de William Petersen
en Cazador..., quien
había logrado una credibilidad
y una actuación difícil
de olvidar. Anthony Hopkins ya tendría
que pensar un poquito en dejar de currar
con ese sadismo irónico que, a
esta altura, ya está aburriendo.
Los que sí se anotan un buen par
de porotos a su favor son Ralph Fiennes
(el otro asesino) y Emily Watson (la ciega),
no tanto por lo que significan sus personajes
en la trama sino por la composición
que de ellos hacen.
Por supuesto que con lo de Ratner no
se está descubriendo la pólvora.
Pero sí se nota que hay gente capaz
de emplear recursos ya vistos y combinarlos
en obras con tramas bastante comunes y
que muchas veces vienen condenadas desde
el vamos.