
                                        
                                        Título original: Le goût 
                                        des autres
                                        País y año de producción: 
                                        Francia, 1999
                                        Dirección: Agnès 
                                        Jaoui
                                        Guión: Jean-Pierre 
                                        Bacri y Agnès Jaoui
                                        Con: Anne Alvaro, Agnès 
                                        Jaoui, Jean-Pierre Bacri
                                        Duración: 112 
                                        minutos
                                        Calificación: 
                                        No apta para menores de 12 años
                                        Género: Comedia 
                                        / Drama
                                        Sitio Web: http://www.legoutdesautres.com/
                                      
                                        Reseña argumental: 
                                        Según la reseña de Cinemateca 
                                        Uruguaya, una de las maneras de leer esta 
                                        película francesa de la directora 
                                        debutante Agnès Jaoui (esposa del 
                                        actor Jean- Pierre Bacri; figura como 
                                        actriz y coguionista) es "un llamado 
                                        a la tolerancia; a aceptar (no necesariamente 
                                        aprobar) el comportamiento diferente de 
                                        los demás."; hay una serie 
                                        de personajes que se cruzan con sus respectivas 
                                        peculiaridades y que provienen de diferentes 
                                        contextos en este trabajo de Jaoui.
                                      Cabe acotar que tanto Jaoui como Bacri 
                                        han actuado bajo las órdenes de 
                                        Alain Resnais en Smoking 
                                        / No Smoking (1993) y 
                                        Conozco la canción 
                                        (1997), además de Cédric 
                                        Kaplisch en la reciente (y algo "buñueliana") 
                                        Un aire de familia (1996), 
                                        basada en una obra teatral de la mencionada 
                                        pareja. 
                                        
                                        
                                        
                                      
                                      COMUNICACIÓN Y TOLERANCIA 
                                      
                                      Dos de las propuestas más claras 
                                        y trabajadas de esta comedia francesa 
                                        se encuentran en el título de esta 
                                        nota, que no escapan al ser humano ni 
                                        a ninguna sociedad de la vida real en 
                                        general. Un problema característico 
                                        de estos tiempos es lo que justamente 
                                        anuncia el comienzo de la película, 
                                        con personajes mezclados que van de un 
                                        lugar a otro y en el que el espectador 
                                        observa cuáles son sus incoformismos 
                                        e inmediatos anhelos. 
                                      La actitud de "tómalo o déjalo" 
                                        no es algo que le siente demasiado bien 
                                        a los personajes de esta película. 
                                        En principio, quizá sería 
                                        lo más cómodo, aunque, por 
                                        supuesto, luego vienen las consecuencias. 
                                        De ahí que cada uno de ellos intente 
                                        hacer algo por cambiar las cosas. Una 
                                        tarea para nada fácil, claro, más 
                                        teniendo en cuenta la tremenda frialdad, 
                                        típica de personas a las que les 
                                        cuesta horriblemente expresar lo que sienten 
                                        por dentro, y también la falta 
                                        de conciencia respecto a lo que cada uno 
                                        percibe sobre sí mismo y sobre 
                                        todas las personas que le rodean. 
                                      Parece que los golpes constituyen el 
                                        mejor remedio para empezar a darse cuenta 
                                        de ciertas cosas que impiden la felicidad. 
                                        El problema, muchas veces, radica en uno 
                                        mismo, pero también en la ceguera 
                                        de la otra parte, en la falta de comunicación 
                                        y en entender que cada uno es dueño 
                                        de hacer de lo que quiere o, mejor dicho, 
                                        que cada uno debe ser aceptado como es, 
                                        sin necesariamente compartir con ese mismo 
                                        sujeto determinadas experiencias o gustos 
                                        (en esto último la película 
                                        parece no ser demasiado neutral). Respetar 
                                        sin comprometerse sería la mejor 
                                        frase para sintetizar las intenciones 
                                        de El gusto de los otros 
                                        (1999). 
                                      Se emplea un buen manejo del humor (con 
                                        imprescindible ironía), gracias 
                                        a un libreto hábil, que quizá 
                                        se excede en alguna historia, con conceptos 
                                        reiterativos y algo banales (la principal, 
                                        por supuesto), y que deja de lado algunos 
                                        personajes que podían haber dado 
                                        para mucho más (la que atendía 
                                        el bar, lo que pasaba por la cabeza de 
                                        su nuevo amante). Una comedia con apuntes 
                                        muy jugosos sobre distintas mentalidades, 
                                        que tuvo buena (e inesperada) repercusión 
                                        en circuito comercial capitalino.