
Título original: Domestic
Disturbance
País y año de producción:
Estados Unidos, 2001
Dirección: Harold
Becker
Guión: Lewis Colick,
sobre historia de William S. Comanor,
Gary Drucker y L. C.
Con: John Travolta, Vince
Vaughn, Teri Polo, Steve Buscemi
Duración: 92 minutos
Calificación:
No apta para menores de 12 años
Género: Thriller
Sitio Web: http://www.domesticdisturbance.com/
Reseña argumental:
Un padre divorciado trata de ayudar a
su hijo, quien dice haber presenciado
un asesinato, aunque nadie le cree, excepto
su progenitor. Pero hay un supuesto problema
mayor aún y es el sospechoso padrastro
del niño.
El director Harold Becker es conocido
por haber dirigido películas como
Crimen en el campo de cebollas
(1979), Prohibida obsesión
(1989) y Daños
corporales (1993), entre otras.
UNA MÁS DEL POBRE MONTÓN
Érase una vez una persona que
de vez en cuando solía llamar la
atención con thrillers sumamente
atrapantes (Daños corporales)
y en colaboración con algunos guionistas
de renombre (Paul Schrader en City
Hall: la sombra de la corrupción).
También hubo novelas cuyas adaptaciones
a la pantalla grande estimularon su capacidad
creadora (Crimen en el campo de
cebollas) y también algún
que otro ejercicio de intriga y suspenso
que lo afirmó ante el público
y la crítica (Prohibida
obsesión), un drama (contra
las drogas) que no estaba nada mal (La
tensión / El precio del poder)
y que hasta hizo suponer que un tropezón
no era caída (Más
allá del honor, Alguien
sabe demasiado). Su nombre: Harold
Becker; nació en Nueva York, tiene
52 años, ha hecho varios trabajos
que aquí no pasaron por el cine
y ahora vuelve al ataque con otro thriller
de suspenso.
Pero el film es lamentable. Se parece
a esas que HBO suele dar entre las 6 y
las 10 de la noche. Esas películas
hechas directo para la TV cable, cuyas
historias se han visto en innumerables
ocasiones y cuyos recursos no aportan
nada nuevo a un género sumamente
trillado, al que, sin embargo, podrían
encontrársele un montón
de variantes como para hacer una más
que digna película. Probablemente
se haya querido descansar en el peso actoral
de John Travolta (que nada puede hacer
ante un guión tan vulgar) y el
talentoso Vince Vaughn, que todavía
no pudo dar pie en bola con un papel que
se ajuste a sus cualidades actorales y
que, para peor, se lo está encasillando
en papeles de malvado.
Enemigo en casa (2001)
pudo haber practicado un montón
de variantes que pudieron darle mucho
más color y condimento al asunto,
pero todo queda estancado en la banalidad,
en lo apático, en una correcta
narración, sí, pero... ¿qué
necesidad de aferrarse a cosas que nada
nuevo aportan y que incluso se hacen sumamente
predecibles? Aquí no hay gancho
por ningún lado; tan solo estiramientos,
cosas que...; bueno, con películas
así no da ni para seguirla. Estas
sí son las que tendrían
que salir directo a video.
AY