
"¿Qué passeggi? ¿Todo
lindo, che?"
Muchas películas que desfilaron por nuestras
retinas finalmente no quedaron seleccionadas para
esta sección, debido a que en el 75% de
cada una de ellas el asunto era un verdadero plomazo
pero había un 25% restante que era magistral.
Con escasas pero inolvidables escenas, planos
fugaces, extras insólitos, diálogos
demenciales, descuidos técnicos alevosos,
las propias carátulas, las sinopsis previas
("Exija el video original")
y especialmente las reseñas de las editoras
que figuraban en las contratapas nos llevaron
a juntar algunos de estos casos y agruparlos en
lo que posiblemente sea una primera parte de todo
lo que tenemos para comentar, y enhorabuena, dado
que entre principios de 2003 y fines de 2007 (¡4
años y medio!) la sección quedó
estancada.
El DVD llegó
para eliminar definitivamente a los videos, aunque
nosotros hemos rescatado unos cuantos de su estado
ruinoso, que nos depararon varias sorpresas, como
en su momento nos dieron las peleas entre Vadalá
y Nino Dolce en Gran Hermano Famosos
(2007) o como ahora mismo nos da la publicidad
de una legendaria grappamiel que ojalá
siga haciendo reclames por los siglos de los siglos,
porque lo bizarro-artificial que se adueña
de otros reclames, como los de una yerba mate,
son un espanto y en cualquier momento nos van
a tentar a dedicarles un espacio especial. Por
ahora igual tenemos películas para comentar...
MI AMIGO PÚRPURA - Calificación
bizarra: **

El título original viene de una canción
famosa que Sheb Wooley había popularizado
en 1958. Treinta años más tarde
la directora Linda Shayne imaginó una historia
en clave de comedia fantástica, y llegó
a contar en ella (su ópera prima) nada
menos que con Ned Beatty, Shelley Winters, Peggy
Lipton, Chubby Checker y Little Richard. Como
perla, también podrán ver el debut
(a los 5 años) de Thora Birch (acreditada
en la película como Thora), una niña
que es más rápida que todo el elenco
de adolescentes junto, aprovechando cada evento
musical del barrio para currar con cualquier producto
artesanal que saca de la galera. Thora Birch aparecería
como la pequeña niña (hija de Jack
Ryan) que se pone a bailar delante del guardia
inglés en Juego de patriotas
(Philip Noyce, 1992; luego también estaría
en Peligro inminente, como la
hija del agente Jack Ryan, claro) y también
como la joven hija de Kevin Spacey en Belleza
americana (Sam Mendes, 1999), la oscarizada
película donde se hizo famosa.
Bueno, pasemos
a la historia. Un niño cuyo sueño
es formar una banda de rock´n roll recibe
la visita de un misterioso ser extraterrestre,
capaz de crear música por sí solo,
y que lo ayudará a cumplir su sueño,
que es salvar el complejo donde vive su abuelo
para que el dueño no lo transforme en un
condominio que le dé más rédito
económico. La idea vino de la pareja cazafortunas
de este dueño, una veterana llena de berretines
que daban ganas de freírla en aceite.
Como decíamos
al principio, no es una película bizarra,
aunque la gran atracción de la misma sí
lo es; una especie de Barney felpudo y petiso,
con un ojo solo y un cuerno en la frente que apenas
se lo ve dan ganas de pegarle, como a cualquier
tipo disfrazado de comuñe que anda haciendo
publicidad por ahí. Lo más gracioso
es que nadie cae (salvo el niño protagonista
y alguno más) que no es un hombre disfrazado
que nunca se saca el traje sino un alienígena
de lo más trucho que se ha visto (la carátula
del video lo define como un "desgreñado
alien violeta").
Está bien;
la comedia no está tan mal; todo lo contrario.
Incluso si uno la ve en cine de pibe hasta puede
terminar recordándola con cierta nostalgia.
Pero Linda... los extras están resalados.
Una niña que participaba en una coreografía,
al perderse mal, ¡¡¡se enoja
y se va de cuadro!!! Nooooooo... El montaje es
tan desprolijo como el bicho y el final (feliz)
muestra al "violeta" que se raja de
la Tierra, una fiesta que queda en absoluto silencio
(¡corten de una vez y larguen los créditos!),
y niños extras que miran la cámara,
como esperando a que corteeeeeeeeeeeeeen.
Mi amigo
púrpura fue distribuida por Paramount
y aquí fue editada por la ya desaparecida
Ronlay, que en las sinopsis previas... ¡encajó
la propaganda de Martes 13 VIII: Jason
toma Manhattan (Rob Hedden, 1989)! ¡¡¡Grandiosos!!!
Eso sí; ese tráiler fue el mejor
que se hizo en toda la saga: parece de una película
romántica, con los edificios iluminados,
la música instrumental de Sinatra, un hombre
en la noche, parado y del otro lado del río,
al que se lo ve de espaldas en picado, contemplando
el paisaje urbano, la cámara se va acercando
y cuando se da vuelta, es Jason, hecho bolsa y
con un machete en la mano y... lo más gracioso
de todo es que la gente que va caminando y lo
ve con cara de espanto no es la que aparece en
la película. Con una Commodore 64 figura
impreso "Martes 13 VIII" y después
(bien grande y en rojo) "TERROR". La
voz del locutor argentino agrega "Martes
13, parte 8; ahora Nueva York tiene un
nuevo problema." Mezcla de genialidad
y bizarría; brillante. Queremos aclarar
que las dos personas que escriben esta nota fueron
las últimas en salir de la sala 2 del viejo
cine Princess (en la 1 estaba el videoclub), un
miércoles de noche, antes de que la sala
cerrara definitivamente con... Martes
13 VIII en marzo de 1990, para orgullo
del Sr. Rector de la Universidad de la República
y las más altas autoridades del Ministerio
de Educación y Cultura.
Pero estábamos
hablando de la del "violeta". Algunas
situaciones eran preocupantes en Mi amigo
púrpura. Shelley Winters hacía
de vieja vecina y amiga del abuelo del niño,
que tenía una deuda con el propietario
del complejo que no podía afrontar. Eso
significaba que en pocas semanas iba a terminar
en la calle. Para levantarle el ánimo,
su amigo y varios vecinos más (incluyendo
el macaco) le hicieron una reunión en su
propia casa (todos estaban con deudas y la "vaquita"
para salvar el asunto salió de lo recaudado
en algunos toques que hicieron). La mujer venía
de algunos problemas de salud (desmayos, infartos)
por las preocupaciones, y en el momento menos
pensado entra el acreedor para decirle que iba
a tirar el complejo abajo para hacer un condominio.
Esto llevó al pobre personaje de Winters
a que le viniera de inmediato un ataque al corazón
que la llevó al CTI, en estado muy grave.
Y este señor ni siquiera puso una mueca
de sorpresa o asombro. Ni qué hablar de
ayudar; apenas tiró la bomba, se mandó
mudar y se subió a su flamante auto silbando
de lo más contento. ¿No era para
hacerle un fatality?
"El resultado
es esta fascinante historia lista para entretener
a toda una nueva generación. En esta maravillosa
película también actúan Little
Richard como el Alcalde y Shelley Winters como
la amiga del abuelo. Así que a disfrutar
de un inigualable momento con este alien al que
le gusta el rock..." La reseña
sigue (y las comas... bien gracias).
Está de
más agregar que "Mi amigo púrpura"
era mejor título para promocionar una película
infantil que "El violeta comehombres".
Al menos acá la pegaron.
MI AMIGO PÚRPURA
(Purple People Eater) - Estados Unidos, 1988
- Guión y Dirección: Linda Shayne.
Con Neil Patrick Harris, Ned Beatty, Shelley Winters,
Kimberly McCullough, Peggy Lipton. Duración:
90 minutos. Calificación: Apta para todo
público. Editó: Ronlay
ROBOT
CON CORAZÓN - Calificación
bizarra: *

Bueno, bueno, que acá hay tela para cortar.
La productora de esta película es la gloriosa
Cannon, comprada en 1979 por los primos Menahem
Golan y Yoram Globus, caracterizados siempre por
hacer films de género de bajo presupuesto,
casi siempre aprovechando algún exitoso
blockbuster para seguir el ejemplo, y poniendo
toda la carne en el asador. A ellos les debemos
los mejores momentos cuando íbamos al videoclub
en busca de películas de acción.
Cannon nos trajo musicales de moda como Breakdance
(Joel Silberg, 1984), Lambada
(otra vez Silberg, 1990) o los protagonizados
por Chuck (Norris), el inmortal e ídolo
total Charly Bronson, Sho Kosugi, Jean Claude
Van-Damme... pero ¿quién iba a decir
que apostaran por una especie de Cortocircuito
(1986) reciclado? El resultado es esta no tan
bizarra película llamada Robot
con corazón (1987), que en algunos
momentos hasta sorprende de lo bien hecha que
está, por más que directamente copia
varias escenas de la película de John Badham.
Por suerte los primos se la jugaron con los japoneses,
sin necesidad de apostar a una Moulinex ambulante
que pudo haber salido de Los Ángeles.
La comedia, dirigida
por el francés Éric Rochat, está
protagonizada por Bridgette Andersen (seguramente
se preguntará quién es esta niña
bastante parecida a Drew Barrymore; ya se lo vamos
a decir) y fue filmada enteramente en Japón.
Suzi acompaña a sus padres precisamente
al país oriental porque el papá
iba a hacer negocio con una compañía
de computadoras. Mientras la pequeña se
aburría cada vez más, un inventor,
amigo del padre, le presenta a DEM, un robot programado
para servirle de amigo y que es muy capaz. "Él
la reta por no comer verduras, le dice cuando
es el momento de ir a la cama, y hasta juega al
escondite con ella", decía la
contratapa. También juega al Pong,
escucha todas sus quejas y al final terminan siendo
grandes amigos. Tan amigos que cuando los padres
de la niña deben volver a Estados Unidos,
ella se escapa en el aeropuerto de Tokyo, termina
en una carretera cercana escondida y el robot
la va a buscar. Ahí el film pasa a ser
una road movie (como Cortocircuito),
con toda una serie de enredos bastante graciosos,
un niño que ayuda a su nueva amiga y al
robot, los padres desesperados, la policía
buscándolos, el creador tratando de dar
con su máquina, y un científico
loco que desea saber el secreto de DEM para hacer
negocio.
El nombre DEM
se lo había puesto Suzi, porque lo definía
como un robot demasiado bueno ("demasiado"
en inglés es "too much"; TM,
que los subtítulos en español abreviaron
en DEM). A pesar de que se movía a 1.4
kms. por hora, ningún policía o
interesado en la máquina podía acercársele,
porque era capaz de darte un shock eléctrico
que te dejaba carbonizado. Era una especie de
Ultratón chico, todo blanco, pero muy bien
diseñado, como un R2 D2 aunque más
gordo.
Por supuesto que
acá estaba la mano de los japoneses; empresas
como Taito se sumaron al proyecto, aportando espectaculares
máquinas y juguetes, que hacen terrible
despliegue en la escena final, cuando se pelean
con la policía. Es impresionante ver todo
ese artilugio muy bien filmado de luces, robots,
helicópteros de juguete volando y tirando
misiles, y el público defendiendo a la
niña y al robot (los medios daban tanta
manija a la noticia de la niña desaparecida
que se formaron hasta clubes de fans). Seguramente
si en Uruguay querías comprar algún
juguete de esos a fines de los ´80 tenías
que vender tu casa, tus pertenencias, tu sangre,
el tuétano de tus huesos y tu alma, más
o menos para pagar la primera de las 14 cuotas.
Después
de ver la película, no sabíamos
si ponerla en la sección o no, porque está
bastante bien como film infantil y es toda una
curiosidad, ya que en Internet la andan buscando
para comprar aunque está difícil,
tri, tri. Eso les pasa por no haber ido a las
liquidaciones de los videoclubes, viejo.
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No;
no es Drew Barrymore; es la pequeña
Bridgette, aunque se parecen muchísimo |
Foto aportada por
un amigo de Bridgette. Hay varios portales
en Internet que todavía la recuerdan.
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Algunas imágenes de Robot
con corazón, su último
trabajo en cine. |
Ahora, un capítulo
aparte merece lo que pasó con la pequeña
Bridgette Andersen. Esta niña se había
hecho famosa por varios comerciales, pero especialmente
por la película Savannah Smiles
(1982; no estrenada en Uruguay), dirigida
por el francés Pierre De Moro, una comedia
donde Bridgette interpretaba a la hija de un político
que ante la falta de atención de su atareado
padre termina huyendo y escondiéndose en
un auto que pertenecía a dos ladrones bastante
torpes, que al principio quieren deshacerse de
ella y luego terminan siendo casi una familia.
Bridgette había
nacido en 1975 y falleció a causa de una
sobredosis de heroína, mezclada con alcohol,
a los 21 años, en 1997. Una de sus amigas
la había visto la noche anterior. Cuando
volvió al apartamento, al otro día
de mañana, vio cómo la sacaban en
una ambulancia. Finalmente, y luego de algunos
días de estar padeciendo muerte cerebral,
le desconectaron el respirador artificial que
la mantenía con vida.
Lo peor de todo
es que ella había empezado un tratamiento
para dejar las drogas aunque no a los amigos,
que seguían consumiendo y la frecuentaban,
mientras ella trabajaba como empleada en una casa
de comidas vegetarianas. A la vez ya venía
bastante deprimida por problemas familiares que
tenía, como consecuencia de la repentina
fama que alcanzó en los medios y que la
terminaron llevando a las drogas, ya desde la
adolescencia.
Robot con corazón fue
la última película de Bridgette
Andersen, que tenía un parentesco lejano
con el famoso escritor Hans Christian Andersen.
De hecho, Bridgette hizo de Gretel en una versión
que se filmó para una serie norteamericana
en 1983.
ROBOT CON CORAZÓN (Too Much) - Estados
Unidos / Japón, 1987 - Guión y Dirección:
Éric Rochat. Con Bridgette Andersen, Mazato
Fukazama, Char Fontane, David Spencer, Hiroyuki
Watanabe. Duración: 89 minutos. Calificación:
Apta para todo público. Editó: Ronlay
PIE GRANDE: UN ENCUENTRO INOLVIDABLE -
Calificación bizarra
***

Algún día Hollywood se va a acordar
del mito del Yeti y va a terminar haciendo alguna
superproducción. Por ahora nos tenemos
que conformar con los productos clase B que llegaron
sobre todo en la década del ´70,
con alguna comedia al estilo Pie Grande
y los Henderson (William Dear, 1987)
o con alguna película infantil donde ponen
a una bestia humana disfrazada, haciendo de Bigfoot
y... ¡momento! Ya la tenemos (abajo, en
la estantería de alquile dos y pague una;
las lleva el viernes y las trae a los 40 días).
Se trata de Pie Grande: Un encuentro inolvidable,
una producción norteamericana de 1994,
dirigida por Mr. Corey Michael Eubanks (boxeador
y experimentado extra de películas, dirigió
algunos capítulos de Renegado,
que le hace la competencia a nuestro querido Chuck
en el 12) y donde trataron de lanzar a un jopende
rubio llamado Zachary Ty Bryan.
"Un niño
de 11 años... Una vieja leyenda... Una
amistad para siempre". Bueno, este bagayo
lo había editado Intertel y la productora
(Family Film, siempre originales…) apostó
por una adorable aventura infantil, por una típica
película para cable, con algunos mangos
(los suficientes como para poder ganar algo) y...
con un gran error. En lugar de hacer a Pie Grande
bastante más salvaje lo convirtieron en
un torpe meloso, interpretado por un verdadero
caballo que en varias ocasiones estuvo por aplastar
al pobre adolescente, como cuando en una escena
se tira en palomita desde una roca y a una altura
de unos cuatro o cinco metros, al tratar de salvar
al pibe… ¡de una trampa para osos!
Claro; Bigfoot le había salvado la vida
al botija y este se da cuenta que el bicho no
es tan malo (sí es malo para tirarse, porque
cae de costado, como una bolsa de papas), y entonces
lo quiere salvar sí o sí de todos
aquellos que lo quieren cazar, luego de que un
pintor descubriera a Bigfoot en el medio del campo,
cuando estaba inspiradísimo en un paisaje.
Pero aparentemente el actor que hacía de
Bigfoot sentía el peso del traje, o de
repente no veía bien, o se moría
de calor... La cuestión es que en cada
caída parecía que se hubiera quebrado
las costillas, lo menos.
Si le saltaba
la térmica (la criatura vagaba y tenía
hambre) al rubio se lo comía en dos pancitos,
con mayonesa, ketchup, lechuga, tomate, cebolla
frita, ajo y perejil, salsa criolla, chimichurri,
huevo duro, ¿te voy cobrando? (¡¡¡síiiiii...
Fergus, aguante el Fergus!!!). En realidad no
se podía disimular nunca que era un tipo
al que le costaba correr con ese traje, entre
ramas y rocas, en bosques donde te podía
aparecer el brujo de la Kung Fu Master o el mismísimo
Demagorgon, el monstruo comeborrachos que se esconde
en el baño del Bar Luz, ahí en Requena
y Rivera. Pero de todas maneras Bigfoot también
bromeaba, bailando al sacudirse el agua o poniéndose
lentes de sol.
La acción
tenía lugar al Norte de California y, una
vez que lo vieron, una compañía
termina ofreciendo... (¡acertaron!) un michón
de dólares de recompensa. Ahí se
entran a subir al carro cazadores (con rifles
que parecían armas de la Guerra del Golfo),
científicos, empresarios que querían
hacer de la zona un lugar turístico y de
paso mostrar a Bigfoot, al mejor estilo King Kong,
y pobladores zarpadísimos que tenían
toda la pinta de querer traficar con el bicho
en el mercado negro o hacerlo directamente chorizo
(o hamburguesa).
|
|
Afiche macabro-alternativo
(el pibe parece un Hooligan)
|
- Botija, con esto saltás a la
fama (al mostrador del bar La Fama) |
Ah, todavía
la sinopsis la teníamos que aguantar en
varios estrenos de la editora, cuando estábamos
en busca de alguna cosa bizarra y con la infaltable
voz ronca yankee del clásico locutor que
nos la pintaba como una perla del cine infantil
("Thiiiiis summeeeeer...")
y que te solía vender aquellas películas
de acción que se editaban de a trojas,
haciéndote creer que los que actuaban eran
actores muy famosos ("Starring Eric Bendepple,
Matt W. Rikshawn, and the beautiful Susan Brackeford,
in an outstanding performance").
PIE GRANDE: UN
ENCUENTRO INOLVIDABLE (Bigfoot: The Unforgettable
Encounter) - Estados Unidos, 1994 - Guión
y Dirección: Corey Michael Eubanks. Con
Matt McCoy, David Rasche, Crystal Chapell, Zachery
Ty Bryan, Gary Maloncon (éste es el bicho).
Duración: 88 minutos. Calificación:
Apta para todo público. Editó: Intertel
RANNA: LA LEYENDA DEL LAGO DE LAS SOMBRAS
- Calificación bizarra
**

"Surgió del fondo del lago, sediento
de destrucción y venganza", decía
la carátula editada por... bueno, la película
estaba hecha pelota cuando la vimos y rescatamos
lo que pudimos (era la 821 en el catálogo
de algún videoclub, eso seguro). En Argentina
la editó el sello Intertevé. Rana,
rana, ah no, con doble "n": Ranna (causa
más pavorrrrrrr). La acción toma
lugar en una misteriosa isla de Wisconsin, donde
se encuentra un legendario tesoro indio, más
precisamente en las cavernas submarinas del lago
del título. ¿Y a qué no saben
quién lo vigila desde las profundidades?
Pero todo comienza no con el descubrimiento de
las pepitas de oro, sino con el de un hueso que
data de 125 millones de años. Ahí
es cuando aparece una paleontóloga que,
junto con los pobladores, "descubren
con horror tres huevos verdes, viscosos y latentes,
de tamaño grande, que comienzan a resquebrajarse,
apareciendo de uno de ellos, la mano pequeña,
húmeda y repugnante de otra criatura, lista
para luchar y proteger el tesoro por siempre",
según la contratapa del video.
Lamentablemente,
Ranna aparece al final y apenas un par de minutos.
Ranna es un flaco alto, disfrazado con un traje
de goma color verde, y más bien se le ve
solo la manito "pequeña, húmeda
y repugnante", porque no había guita
para hacer algo un poco más digno o directamente
porque al director Bill Rebane le daba un poco
de vergüenza mostrarlo, aunque si nos ponemos
a pensar en los macabros muñecos que vienen
en los catálogos de los supermercados,
al lado de esa legión de macacos diabólicos...
("Mono: $ 40; Adorable oso: $ 25"),
Ranna sería Alain Delon. Además
el rodaje duró tan solo dos días.
Eso sí; la música en un momento
es insoportable, y todavía agarran a un
pibe para hacer escenas tiernas con los animales
del lugar, quizás para llenar un asunto
donde hablan y hablan (y hablan). Y aburren...
durante 96 minutos. ¡96 minutos! Y todavía
querían secuela. ¡Pará, Rebane!
¡Aflojá, Billy! ¡Estás
vendiendo Wisconsin! ¿Por qué tantas
tomas aéreas? ¿Por qué esas
visiones del bicho que nos rompe la vista con
los colores? ¡Queremos ver a Ranna! ¡Y
usá tu nombre verdadero, Ito! Ya sabemos
que naciste en Latvia. Sí, al de la cámara
le estamos hablando. ¡Movéla un poquito,
Billy! ¿La tenés atornillada? Bien
que nos pegaste flor de susto con La invasión
de las arañas (1975), cuando la
daban en los bonos barriales. ¿Pero acá
qué pasó? Ya comentaremos alguna
otra película tuya (te queremos, troesma).
RANNA: LA
LEYENDA DEL LAGO DE LAS SOMBRAS (Rana: The Legend
of Shadow Lake) - Estados Unidos, 1975 - Dirección:
Bill Rebane. Guión (escrito en servilletas
de boliches, mientras esperaban que el director
saliera del baño para irse todos a la mierda):
Lyoma Denetz, Jerry Gregoris, Mike Landers. Con
Glenn Scherer, Brad Ellingson, Karen McDiarmid,
Julie Wheaton y Paul Callaway (como Ranna). Duración:
96 minutos. Calificación: No apta para
menores de 16 años (hay una parte media
grossa, certo). Editó: Manzanares (yo qué
sé...). En Argentina la largó Intertevé. |