
El monstruo del Lago Ness. Mítico, a pesar
de todo lo que se ha dicho en su contra. Histórico,
más allá de las pruebas que demuestran
su falsedad. Temido, estudiado, filmado, explotado
económicamente hasta el hartazgo, dirigido
por Larry Buchanan, visto como... ¡¡¡¿lo
qué?!!! ¿Larry Buchanan? ¿Y
ese tipo quién es? Momentito. ¿No
será aquél que se dedicaba a hacer
remakes de películas de Roger Corman y
que ahora se retiró y vive pacíficamente
con su esposa en Nuevo México? ¿No
será aquel que usaba algo así como
pelotas de ping pong para los ojos de los monstruos?
¡Sí señor! El mismo que viste
y planta. Porque ahora, a sus casi ochenta años,
ni le hablen de cine; Marcus Larry Seale Jr. (ese
es su nombre real) sólo se dedica a cultivar
y criar animales.
La película
que vamos a comentar esta vez se titula El
oscuro misterio del lago (1981; también
conocida como El monstruo de la Laguna Verde)
y toma como inspiración al pequeño
bichito del Lago Ness, el popular Nessie. Ahora,
ustedes dirán... ¿cómo pudimos
dar con un material de este tipo cuando las películas
de Larry Buchanan son casi imposibles de conseguir?
Pues bien. Érase una vez un primo de uno
de los integrantes del staff de Arte7 que
llegó a comentar que tenía dos películas
originales en su casa del Barrio Sur. El hombre
como que no estaba muy ahí con el tema
del cine bizarro. Pero el día de su cumpleaños
pasó lo inimaginable. Cuando nuestro invitado
acudió a su casa vio en la mesita del televisor
dos películas. Una de ellas, que en principio
era vista como un documental y cuyo estuche venía
juntando polvo desde hacía años,
era nada menos que... ¡¡¡El
oscuro misterio del lago, de Larry Buchanan!!!
Diálogo:
Arte7 - ¿Qué
es esto, primo? ¿Un documental?
Primo - No
sé... creo que es una película,
media trucha.
Arte7 -
¿Vos la viste?
Primo - Sí;
hace tiempo... creo que aparecía un monstruo
berreta y...
Arte7 -
¡Me la llevo; dame!
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Con
ustedes el invento de Larry: sonríe,
se cepilla con Colgate, pero ahora tiene
un huevo menos (¡Agarren al ladrón!) |
Como ustedes bien
pueden apreciar, la carátula se parece,
precisamente, a los documentales aquellos que
venían en revistas tipo Conozca más
y otras que andaban pululando por los quioscos
capitalinos y que traían videos de regalo
(tipo ¡Ovnis! - La abducción del
marciano fornicador). Es probable que la gente
de Video Diez Producciones (editora ya desaparecida)
pensara que una película de estas características
era tan difícil de vender que antes que
promocionarla como una de terror era mejor hacerlo
como si se tratara de un documental. En la tapa
aparecen cosas como "La verdadera historia del
monstruo del Lago Ness (todo un disparate)" o
"Acción"(un psiquiatra por favor), aparte
de uno de los dibujos más espantosos y
menos afines que se hayan visto en afiche alguno.
Hablando de posters el original norteamericano
presentaba un monstruo al mejor estilo Godzilla
saliendo del agua y haciendo pelota un bote con
parejita incluida.
EL MONSTRUO QUE RÍE Y JUEGA A LAS ESCONDIDAS
Para empezar,
la película es un cáncer; aburrida,
mal narrada y con personajes inaguantables,
aunque posee varios pasajes tan ridículos
que uno puede llegar a reírse un buen
rato. Hay que ver, sobre todo, lo que es el
monstruo de la película. Da la sensación
de que fue hecho en base a un poste de madera,
reforzado con goma y pintura, y movido por una
mano humana, claro. Se parece a un cabezudo
de carnaval con las facciones de Dino, la insoportable
mascota de los Picapiedra. Lo curioso de todo
esto es que el bicho parece que estuviera jodiendo
todo el tiempo, mismo. Cada vez que ataca, la
cámara lo toma siempre del largo cuello
hacia arriba (ya que el resto del cuerpo no
lo fabricaron), donde la cara aparece como lo
más visible. Y tienen que ver eso. Lo
diseñaron con una sonrisa. Al momento
de cometer sus violentos asesinatos (absolutamente
sangrientos) ríe, y, en ocasión
de un ataque en el bosque, ríe y juega
a las escondidas con sus presas en pleno día.
Las víctimas sienten ruidos de entre
los árboles pero nada ven, dado que nuestro
amiguito se oculta a cada rato (y ríe,
sigue riendo).
Durante los primeros minutos de la película
un par de buzos se sumerge en el famoso lago
para luego dar con el monstruo. Y lo encuentran.
Uno sobrevive y el otro la queda. Pero hay que
ver cómo muere. Ambos van nadando sigilosamente
hasta que... ¡Jojooooooooola, bienvenidos
a mi hogar; soy el monstruo de Buchanan y los
voy a devorar, ñia, ja, ja, ja, jaaaaaaaaaaaa!
El malvado bicho larga una carcajada, junto
con varias burbujas que salen de su estrecha
boca y con dientes triangulares de goma, mientras
la cámara capta su simpática carucha
con el fin de dar a entender que el monstruo
estaba caliente y se terminó lastrando
a uno de los buceadores. "¡Aaaaahhhhhhh,
se lo comió al pobre muchacho!",
diría Doña Porota en la fila de
atrás.
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Pasarás,
pasarás, pero con el bicho de Larry
la quedarás. Les presentamos al
valiente: deja a su pobre novia a merced
del monstruo buchanero (¡buchón!) |
Ah, faltó algo. Lo
que pasó con el otro y... ¿cómo
fue que surgió todo esto? Segunda Guerra
Mundial, 1940. Un extravagante escocés,
con su castillo situado a orillas del Lago Ness,
oye las estruendosas sirenas de los bomberos en
algún lugar del mencionado lago. Sube a
las habitaciones superiores para observar por
el telescopio y ve a un avión nazi en problemas
y precipitándose a tierra (mejor dicho,
al agua). Eso hace que una extraña criatura
salga a la superficie. Cuatro décadas después
dos buceadores encuentran los restos del bombardero
con sus ocupantes muertos, congelados como si
hace poco si hubiesen hundido en el lago. De pronto,
son atacados. Como se había dicho más
arriba, uno de los buceadores muere, pero el otro
no sólo logra salir con vida, sino que
también se lleva un huevo que representa
el último espécimen dentro una larga
cadena de bestias reptiles. Por si esto fuera
poco una joven pareja de norteamericanos, de excursión
por Escocia, se hacen de dicho huevo, lo levantan
y lo arrojan a las frías aguas. El resto
es historia... de Larry.
LARRY CORAZÓN
Títulos como Zontar, la cosa de Venus
(1966) o el más popular aún Marte
quiere mujeres (del mismo año) pueden
sonarles conocidos. Hay otros que, sin embargo,
no son tan famosos y que se relacionan a varios
géneros por los que Larry ha transitado,
fuera del fantástico. Pero volvamos a
la época de oro de nuestro veterano amigo,
la época en la que la productora independiente
American International Pictures (A. I. P.) le
dio la posibilidad de hacer remakes de clásicos
de terror y ciencia ficción de los años
´50. Ahí mismo fue cuando empezó
a realizar películas con argumentos insólitos
y dinero que apenas le daba para comprar una
bolsita de Candel en la Amsterdam. De todas
maneras Larry siempre sostuvo que aquellas obras
que hacía eran muy en serio, a pesar
de que le eran limitadas, tanto en creatividad
(exigencias de copiar la historia de "X" título)
como economía (ya se sabe lo avaros que
eran los directores de la AIP, James Nicholson
y Samuel Arkoff con el tema de los presupuestos).
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El
Larry-Monster se las agarra con un Chanquete
en la carretera. |
Haciendo
a un lado ese público que reía
sin parar con sus productos Larry llegó
a decir, según un fragmento de entrevista
publicado por nuestros amigos de la revista
argentina de cine fantástico La
Cosa, que “no estoy avergonzado
de esas películas; no me interesaba dirigir
algo ya realizado, pero sí digo que lo
hice únicamente por el dinero que iba
a recibir. Me molesta mucho cuando se refieren
a estos trabajos como `malos films´,
pues yo puse en ellos todo de mí, como
siempre. Me pregunto qué cosas habrán
hecho los que hablan así. Nosotros nos
teníamos que arreglar con un ínfimo
y risible presupuesto. Teníamos que andar
siempre rasguñando por no contar con
los más mínimos recursos”.
Extraterrestres con cuerpo vendados y cabezas
con forma de repollo, científicos locos
empecinados en demostrar que los humanos venimos
de los reptiles y no del mono, murciélagos
gigantes, actores drogadictos, otros que hoy
trabajan como abogados, filmaciones en shoppings
abandonados y cavernas, un mismo traje de monstruo
que se repetía en varias películas.
Así era el mundo de Larry Buchanan, quien
se retiró de la actividad cinematográfica
a fines de la década del ´80. Oriundo
de Texas, quedó huérfano a los
3 años, yendo a parar a un orfanato con
sus hermanos. Luego comenzó a trabajar
como extra en la Fox, hizo films institucionales
durante la Segunda Guerra Mundial, tuvo cuatro
hijos, y en sus últimos años de
trabajo realizó varias obras documentales
sobre famosas personalidades norteamericanas.
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Por
más que te escondas en un auto
el monstruo de Larry te encontrará.
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EL OSCURO MISTERIO DEL
LAGO / EL MONSTRUO DE LA LAGUNA VERDE (¡sí,
como la del Parque Rodó!); (The Loch
Ness Horror) - Estados Unidos, 1981 - Dirección:
Larry Buchanan. Guión: Larry Buchanan
y Lynn Schubert. Con
Sandy Kanyon, Miki McKenzie, Barry Buchanan,
Eric Scott, Kary-Louis Scott, Doc Livingston,
Stuart Lancaster, Preston Hanson, Dee Buchanan
(Larry, pará de meter a la family). Duración:
89 minutos (nosotros tenemos una de 93, o sea
que van a sufrir cuatro minutos más).
Calificación: No apta para menores de
12 años (aunque tiene una escena gore
que no es apta ni para menores de 74). Editó:
Video Diez Producciones (¡grande Larry!)
Curiosidades:
En Hipnosis satánica (1967) Larry
tuvo que hacer una remake de She-Creature
(Edward L. Cahn, 1956). Si esa película
les suena es porque ya habíamos comentado
pero otra remake (homónima), mucho más
reciente (La criatura, 2001), dirigida
por el venezolano Sebastián Gutiérrez
y que acaba de editar en video CENSA. La misma
integró otra camada de nuevas películas
basadas en viejos clásicos de la A. I.
P., también supervisada por el poco después
fallecido Samuel Z. Arkoff.

"Dos
tomates, una cebolla y un repollo, por favor":
he aquí el extraterrestre vegetal
de Los invasores espaciales (1965)
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