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A propósito del nuevo hombre murciélago
BATMAN MEJORA

por Alejandro Yamgotchian (junio, 2005)


El pasado 16 de junio se estrenó en Montevideo Batman inicia, una película que en principio iban a dirigir los Hermanos Wachowskii, quienes terminaron volcándose por las dos secuelas de The Matrix (1999), y luego Darren Aronofsky, que al igual que los Wachowskii tenía pensado hacer una versión de Batman: Año Uno nada menos que con el propio autor, Frank Miller, como guionista, aunque la Warner se quejó de algunos detalles vinculados a la extravagancia de los personajes principales y el proyecto quedó en la nada. Al final Christopher Nolan (Memento: Recuerdos de un crimen, la remake de Insomnia, Noches blancas) fue el elegido para dirigir y David S. Goyer fue el encargado del guión.


LA PELÍCULA DE NOLAN


Uno no esperaba una película de esta factura, por más buen director que hubiese detrás. No se esperaba. Y no es arriesgado decir que esta ha sido la mejor adaptación que se haya hecho de Batman en celuloide. La mejor. Por ahí con no tanta ventaja sobre las dos películas de Tim Burton (en especial Batman vuelve, 1992) pero sí por varias cabezas si pensamos en mamarrachos como los que realizó Joel Schumacher (Batman eternamente y Batman & Robin, en 1995 y 1997, respectivamente), quien descansó en las estrellas de turno que hacían de villanos.

Tomando en cuenta las lógicas intervenciones de la industria y más en este caso (DC pertenece a Warner) el guionista David Goyer y el director Christopher Nolan lograron un buen equilibrio durante al menos las primeras tres cuartas partes de la película. Un libreto bien trabajado, personajes con cierto peso, un diseño artístico brillante, una atenta e inspirada realización, más un villano que se reclamaba a gritos: el Espantapájaros. Quizá Nolan no tenga el estilo visual, el dominio para la acción ni tampoco la imaginación de Burton, aunque igual logra atrapar con esas filmaciones de una Ciudad Gótica muy a la Blade Runner (1982). De hecho el realizador hizo ver a todo el equipo, antes de empezar a filmar, la película de Ridley Scott.


Batman aquí se convierte en un personaje más trágico, serio, enérgico... ¡real!, y hasta alejado de esa cultura pop algo caricaturizada en la que estaba inmerso el personaje de Michael Keaton. Una versión más bien para adultos, donde el miedo es uno de los ejes centrales de la película. Tanto en los orígenes del mito con los ninjas tibetanos (cabe acotar que Ra´s Al Ghul es un árabe, a diferencia del personaje de Liam Neeson, aquí un samurai) como así también en esas súbitas apariciones del Espantapájaros (viejo enemigo del murciélago que data de las historietas de 1941), entre alucinaciones, imágenes distorsionadas y sonidos guturales, la película da en el blanco.

Conspira un poco el montaje rápido al momento de querer observar con más detalles las peleas de Batman, y también una extensa escena final con uno de los dos enemigos sobre el tren tratando de aniquilar Ciudad Gótica. De todas formas, si observamos la trayectoria como guionista de David S. Goyer, esta película se inscribe dentro de sus grandes destellos en lo que a libretos se refiere, junto con Ciudad en tinieblas (Alex Proyas, 1998) y Blade 2 (Guillermo del Toro, 2002).

Sorprende, por cierto, ver a un irreconocible Gary Oldman en un papel tan alejado de los que siempre lo han caracterizado, ahora como el moderado Sargento Gordon, y conforma el papel de Christian Bale como un Batman menos misterioso, más abierto y desquiciado. El de Katie Holmes supera a aquel (de Vicky Vale) hecho por Kim Basinger hace más de 15 años, y sale con altura especialmente el de Cillian Murphy como el Espantapájaros.

Si hay secuela (cosa muy probable) ya se anunció al nuevo villano: el Guasón, pero a no pensar que se engancha con la película de Tim Burton. No solo Batman inició; también una nueva saga y más con los resultados en taquilla que se obtuvieron.


"LA PELÍCULA DE LA DÉCADA"


Batman
pudo haber sido el debut en el largometraje para Tim Burton en 1985, de no ser por problemas que hubo entre productores y también la incidencia de una huelga de guionistas que lo llevó a dirigir primero Big Top Pee Wee y un tiempo después Beetlejuice: El superfantasma (1988). Los resultados en boleterías, de alguna manera, le dieron luz verde para que en 1989 sí pudiera ponerse detrás de cámaras para lo que en aquel entonces iba a ser "la película de la década".


No obstante Burton quiso llevar la obra de Frank Miller, The Dark Knight Returns, pero los ejecutivos de Warner tan solo aprobaron al personaje y no a un proyecto de película que Tim pensaba llevar a cuatro horas de duración. Lo que en principio iba a tener a los Hermanos Coen detrás de cámaras, a Mel Gibson como héroe, a Robin Williams como el Guasón, a Sean Young como Vicky Vale, y a Michael Jackson como autor de las canciones terminó en Burton, Michael Keaton, Jack Nicholson (impulsado especialmente por Bob Kane), Kim Basinger, y Prince, respectivamente.

Algo que caracterizó, precisamente, esta película fue el tono oscuro, a diferencia de la colorida serie televisiva con Adam West, que aplicó Burton a una historia que se dedicaba más a llenar el ojo, aunque siempre en sintonía con la obra mencionada de Miller (junto con Year One, del mismo autor), y también el robo de la atención por parte de Jack Nicholson, quien opacó al frío y moderado personaje de Keaton con su notable interpretación de Joker, villano que también aparece, con voz de Mark "Luke Skywalker" Hamill, en la animación derivada en buena parte de las "millerianas" novelas gráficas Year One e Year Two, Batman: La máscara del Fantasma (Eric Radomski, Bruce W. Timm, 1993), que en Uruguay se estrenó directamente en video (también la pasan por televisión para abonados) y que en Estados Unidos sí tuvo exhibición en cines.

Ciudad Gótica lucía de manera inesperada, muy satírica y bizarra (aunque no tan perversa como en Batman inicia) con su combinación de estilos arquitectónicos y figuras que le eran fieles al espíritu del comic, a la gran ciudad de Metrópolis (Fritz Lang, 1926) y a las construcciones vistas en Lo que vendrá (1936) de William Cameron Menzies, que tuvo guión nada menos que del propio H. G. Wells.


Mención aparte merecen las partituras de Danny Elfman y sobre todo el diseño ganador del Oscar creado por Anton Furst, que al enterarse de que un contrato que había firmado le imposibilitaba trabajar en la secuela terminó suicidándose, falleciendo a los 47 años. Otro que corrió con fatal destino fue el coguionista Warren Skaaren, que falleció súbitamente de cáncer pero a los 44 años. Skaaren venía de trabajar también con Burton en el libreto de Beetlejuice.


UNA BUENA Y DOS PATANES


Con Batman vuelve Burton apuntó más a las (magníficas) escenas de acción, y a una película más redonda, con un personaje que se robó la sutileza de casi todo y que fue Gatúbela (en el comic de Milller, Año Uno, Selina Kyle era una prostituta), interpretada por Michelle Pfeiffer, y con una visión un poco más adulta, con villanos más dementes y violentos, tomándose distancia del humor negro empleado en la primera parte. Si el personaje de Batman resalta más aquí es por la gran química establecida entre el hombre murciélago y la mujer gatuna.

Ciudad Gótica resplandecía en diseños típicos de clásicos del expresionismo alemán; de hecho el personaje de Christopher Walken se llama Max Schreck, como el actor que encarnó al Nosferatu (1922) de Murnau.

Como curiosidad Batman vuelve fue el primer film en haber sido hecho con sonido Dolby Digital y uno de los primerísimos en haber sido editado en DVD de Warner. Y como coincidencia la primera película que fue vista en Uruguay con estas características fue Batman eternamente, cuando el viejo cine Trocadero hacía gala de su flamante y novedoso sistema sonoro en 1995.

De las películas circenses de Joel Schumacher, por ahí evocando alguna cosa de la serie de los ´60... mejor ni hablemos. Las historias eran aburridas y deplorables. Ni siquiera puede rescatarse un solo villano, dentro de las riquísimas posibilidades creativas, artísticas que había para aprovecharlos, empezando por los buenos actores con los que se disponía. Según el creador de Batman, el ya fallecido Bob Kane, el actor que mejor interpretó en cine al hombre murciélago fue Val Kilmer, en Batman eternamente. Vaya uno a saber si su opinión cambiaba al ver a Christian Bale en esta flamante Batman inicia.


Para destacar, en cine se vieron dos series; una en 1943 (The Batman; 15 episodios) y otra en 1949 (Batman y Robin; también de 15 episodios); y además una película dirigida por Leslie Martinson (Batman) en 1966 (también se puede ver por TV para abonados) basada en la famosa serie de los ´60, con Adam West y Burt Ward. En video se llegaron a editar los largos Batman Beyond (compuesta por cinco episodios y mostrando un Bruce Wayne ya retirado) y dos años después, en 2000, Return of the Joker, ambos derivados, de Batman: La serie animada (1992-1995; 85 episodios de media hora cada uno), que aquí emitió el Warner Channel.

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