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Se estrenó Capote
NO TODO ES A SANGRE FRÍA

por Isabel Cocorel (marzo, 2006)



Capote es una película dirigida por Benett Miller, con guión de Dan Futterman y basada en el libro de Gerald Clarke, Truman Capote: A Biography. El gran protagonista es el afamado escritor y periodista Truman Capote (Philip Seymour Hoffman), precisamente, quien lee un artículo en la emisión del 16 de noviembre de 1959 en The New York Times sobre un suceso que ha conmocionado a la pequeña localidad de Holcomb en Kansas. El día anterior se había producido el brutal asesinato de cuatro integrantes de una prestigiosa familia de granjeros. En primera instancia, el acontecimiento le motiva para escribir un artículo de revista, por lo que viaja al lugar de los hechos, en compañía de su amiga de toda la vida, Nelle Harper Lee (Catherine Keener); luego de obtener la asignación por parte del responsable de The New Yorker, William Shawn (Bob Balaban). Pero al ir profundizando en los hechos y conociendo a los involucrados, comprende que está frente a un material suficiente como para escribir un libro. Tal es así, que el trabajo para ese libro le consume prácticamente seis años.

Había transcurrido un año de la publicación de su famosa novela Desayuno en Tiffany´s cuando se interesa por el múltiple asesinato de Kansas. Lo que más le atrae es el poder observar la reacción del pueblo frente a un hecho tan poco común. Pretenderá, entonces, demostrar que la no ficción puede ser tan irresistible como la ficción. Es de esta manera que escribe A sangre fría, su mayor obra y la que le permite constituirse en el escritor más famoso de Estados Unidos.



CONOCER AL ESCRITOR


Una de las tapas de la novela A sangre fría





El libro de Gerald Clarke es una abultada biografía de más de quinientas páginas que cuenta toda la vida del escritor con detalle, desde su nacimiento. La película sólo lo muestra en un momento de su existencia, la etapa en la que escribió A sangre fría, que quizás fue una de las más significativas. El film, en cierto sentido, es como un "detrás de cámaras" del libro. Explica cómo se gestó y llevó a cabo la novela, dice cómo se hizo pero a la vez muestra parte de su contenido. Nos descubre los entretelones, da la respuesta a muchas de las preguntas sobre la elaboración del libro que uno se hace al leerlo. Por ejemplo cómo se enteró de ciertas informaciones.

Pero, fundamentalmente lo muestra a él, a Truman Capote. La construcción del personaje está perfectamente lograda en la actuación de Philip Seymour Hoffman (actor que nos tiene acostumbrados a notables papeles secundarios) que nos permite captar la riqueza, los distintos matices y conflictos de su personalidad. Toda la configuración del protagonista se va armando a partir de su forma de conducirse para investigar el impacto del asesinato en la gente, para relacionarse con los asesinos, así como en su desenvolvimiento en el mundo del "jet-set" y su modo personal de hablar o gesticular.

Puesto que la parte de su vida que eligen contar corresponde al período en que elabora A sangre fría y que por lo tanto la mayoría de los personajes de la misma se repiten en la película, hay que dedicar una especial atención a esa obra.

El propio autor la denomina "novela de no ficción" puesto que aplicó procedimientos propios del género novela al relato de hechos verdaderos, lo que constituía una innovación, inaugurando lo que se denominó "novela real", y del llamado "nuevo periodismo". Un antecedente de este género que vincula el periodismo con la literatura lo constituye en habla hispana el caso del argentino Rodolfo Walsh, nacido en 1927 en la localidad de Choele-Choel, en la provincia de Río Negro.

Su nombre integra desde el 25 de marzo de 1977 la larga lista de desaparecidos durante la dictadura militar iniciada en 1976. Su novela Operación Masacre (1957) denuncia la masacre de civiles llevada a cabo en 1956, en los basurales de José León Suárez, localidad de la Provincia de Buanos Aires, donde los militares fusilaron a un grupo de civiles que poco o nada tenían que ver con la conspiración de la que se les acusaba, en tiempos del gobierno de facto que había destituido a Perón en setiembre de 1955. Se trata también de un caso de periodismo de investigación pero además de denuncia. El escritor, en este caso, está comprometido con lo que denuncia y tiene una clara opinión sobre los hechos que desde un comienzo pretende demostrar, sin abandonar del todo la estructura de la novela, puesto que comienza contándonos como era la vida de esas personas que finalmente en muchos de los casos, terminaron masacrando.

A sangre fría también comienza con la descripción de las características y de la rutina de las personas, en este caso una familia que luego será asesinada, pero una de las grandes diferencias con la obra anteriormente citada la constituye el alejamiento de Capote respecto de su relato. La voz del narrador es una tercera persona que cuenta "una historia" que perfectamente pudo ser inventada. Sin embargo, el lector puede comprobar, si se informa, que los hechos relatados son reales; ocurrieron en un lugar y un tiempo determinados y reales, y le sucedieron a ciertos ciudadanos.

Estaría allí uno de los mayores logros del escritor norteamericano, en la forma que consigue contar su materia, atrapando al lector de igual manera o mejor que si se tratara de un relato de ficción. Y es además especial por todo lo que rodeó la elaboración de ese libro, que comenzó como una simple investigación pero que terminó involucrando y afectando al escritor de una manera muy particular, tan particular que fue motivo de que en esta película para contar sobre Capote se eligiera la etapa de su vida en la que se dedicó a su creación.

A sangre fría no solo creó un nuevo género literario sino que vendió más de trescientos mil ejemplares y permaneció en la lista de éxitos de The New York Times por treinta y cinco semanas. Se ha dicho que Capote creía que el periodismo podía constituir una opción válida como forma literaria, algo que tuviera la credibilidad de los hechos, la inmediatez del cine, la hondura y libertad de la prosa y la precisión de la poesía.



UN PERSONAJE EN CELULOIDE


El verdadero Truman Capote





Capote
nos ofrece como primera imagen los campos de trigo de Holcomb, en una fotografía oscura que no los muestra en el habitual color dorado. Solo se observa la vastedad del campo que deja una sensación de soledad y pesar. Este momento en el que empieza el film es inmediatamente posterior a los asesinatos que han consternado al pueblo. En la novela hay que leer sesenta y cinco páginas, antes de llegar al instante en el que una amiga de Nancy, una jovencita que es una de las víctimas, descubre el desastre al pasar por la casa de esta, extrañada de que la familia Clutter no la hubiera pasado a buscar para ir a la iglesia ese domingo, como habitualmente lo hacía (todo el pueblo practicaba o era devoto de alguna religión).

El narrador de la novela hasta ese momento se ha ocupado de presentarnos a los jóvenes que serán los asesinos y a la propia familia Clutter, que la describe con detalle, dividiendo la narración en dos partes como en toda la obra. Por un lado cuenta las vicisitudes de Perry y Dick, y por otro la rutina de la familia que luego que es destruida deja su lugar en la narración al pueblo, su gente y autoridades que tratan de entender qué sucedió. Sobre estos dos mundos, dice Capote en la película, que corresponde uno al de la seguridad, el sosiego y estabilidad, y el otro al de la violencia y que el asesinato de Kansas los muestra en el momento en que esos mundos se tocan y lo que sucede es la catástrofe. Pero el film no se ocupa en describir cómo habían sido en vida los cuatro integrantes de la familia; en todo caso sabemos que era gente importante, muy respetada y querida, y que el pueblo y las autoridades están indignados. No solo relega ese aspecto sino que incluso los asesinos, si bien son importantes en la película, son opacados por la figura de Capote, quien es el verdadero protagonista.

Truman Capote nació el 30 de setiembre de 1924, en Nueva Orleans, y falleció el 25 de agosto de 1984, en Los Ángeles. Su verdadero apellido era Pearson, pero tomó el de su padrastro, Capote. Luego de una infancia solitaria y llena de sobresaltos, se dedicó a escribir. Entre otras, se destacan en su obra Otras voces, otros ámbitos (1948); Un árbol de noche y otros cuentos (1949); Color local (1950); El arpa de hierba (1951); Se oyen las musas (1956); las mencionadas Desayuno en Tiffany's (1958) y A sangre fría (1966); y Música para camaleones (1980). Para definirlo se puede utilizar alguna de sus frases célebres y polémicas. En una oportunidad habría dicho: "soy alcohólico, soy drogadicto, soy homosexual, soy un genio". Es este personaje tan llamativo y controversial el que se introduce en Kansas, un lugar de costumbres conservadoras, para investigar el asesinato.

Como era de esperar no recibe la mejor bienvenida ni de la gente ni de parte del agente a cargo del Buró de Investigaciones de Kansas, Alvin Dewey (Chris Cooper), aunque luego logre mejorar esa situación contándole algunos de los muchos chismes que conoce del mundo de la farándula (sin olvidar que este agente le facilitó el diario íntimo de una de las víctimas) y pueda obtener la información que necesita con el fin de acercarse a los presos. Tanto material consigue que se queda atrapado por ese pueblo y por el drama del asesinato. Sobre el tema dice el autor de la extensísima biografía de Capote, Gerald Clarke: "Si él hubiera sabido el tiempo que le llevaría A sangre fría y lo que requeriría de él, no se hubiera detenido en Kansas. Habría seguido conduciendo su auto "como un murciélago saliendo del infierno". Yo a veces también digo lo mismo. Lo que no anticipé fue el drama que rodeaba cada minuto de la vida de Truman, dramas en los cuales yo muchas veces participé. Como resultado, mi libro se llevó más de trece años".

Perry Smith y Dick Hickock reciben a Truman en sus celdas de condenados a muerte y tienen la esperanza de que los pueda ayudar; de hecho les consigue un abogado que les ayuda a aplazar la sentencia y de esta manera el escritor puede contar con más tiempo para conocerlos, en especial a Perry, por quien siente un particular interés, y con quien parece identificarse en algún aspecto. Este hombre tiene un defecto físico que en la novela A sangre fría se menciona con frecuencia y que en la película se puede observar apenas en su forma de caminar: las piernas son frágiles y muy cortas respecto del resto del cuerpo, de modo que no puede caminar sin dificultad.

Así como Capote con su amaneramiento y una voz muy infantil llama la atención a donde quiera que vaya, también Perry no puede evitar las miradas de los demás por su aspecto externo. Comparten el haber tenido una infancia difícil, con padres que se separan y sin tener la estabilidad ni el suficiente afecto que debe recibir un niño. Además hay en Perry una inclinación artística; le gustaba dibujar y leer.

Capote también fue maltratado por su madre, abandonado y en lugar de ser un asesino fue un famoso escritor; por eso en la película dice "tú saliste por la puerta de atrás y yo por la de adelante de la misma casa". Se trata de una identificación con el otro y de ver una cuestión de suerte o de destino. Cada uno tal vez podría haber sido el otro. En la novela, como el escritor no aparece y solo hace referencia a los periodistas que pudieron hablar con ellos, el sentido de esas palabras se puede encontrar en la carta que le escribe un soldado ex compañero de Perry en el ejército. Su nombre es Don Cullivan y le dice, sabiendo que puede llamar la atención que una persona decente y con profesión importante y familia respetable se pueda interesar en alguien como él, que todos somos hijos de Dios y que cualquiera puede ser Perry: "... por eso te escribo: porque Dios te hizo a ti igual que a mí y Él te ama a ti tanto como a mí y por lo poco que sabemos de la voluntad de Dios lo que te ha ocurrido a ti podía muy bien haberme ocurrido a mí".



LA INVESTIGACIÓN


Clifton Collins Jr. como Perry, y Philip Seymour Hoffman como Capote





El lector que sabe que el escritor llevó a cabo la investigación y estuvo muy involucrado con el caso, se ve tentado a buscar las palabras y los movimientos de Capote puestos en boca y en acción de otros personajes. Así es que se puede señalar, también en el caso en el que Perry, que ha resuelto dejarse morir de hambre y casi lo está por conseguir, recibe una postal de su padre y de alguna manera le afecta en el sentido de que vuelve a comer y se repone. En la película la forma en que sale de ese estado es con la ayuda de Capote, que le da de comer en la boca para que pueda alimentarse. De todas formas, y más allá de la tercera persona del narrador y de la ausencia de Capote como personaje en el libro, sí se puede reconocer su óptica, su manera de ver los acontecimientos y a sus protagonistas. No obstante, en la rigurosidad periodística con que presenta los hechos, aportando abundante información, se puede percibir su afán por interpretar la complejidad de la mente y del alma de los asesinos, y también por mostrar que detrás del asesinato a sangre fría había un asfixiante infierno que atormentaba a sus autores.

En la película, los presos saben que él está escribiendo un libro sobre ellos y tienen la esperanza de que este los reivindique y demuestre que no recibieron un juicio justo y de esta forma los beneficie. Por eso cuando Perry se entera de que la obra se va a llamar "A sangre fría" se enfurece con Capote, y comienza a dudar de sus buenas intenciones. En realidad el escritor les ha ayudado para que no los mataran todavía, pero luego quiere llegar al final de su novela y desea que los plazos no sigan alargándose y que todo acabe de una vez. El deseo de la muerte de los detenidos no se debe a un desprecio hacia ellos, sino además del interés por el libro que está escribiendo, a lo que está sintiendo, al dolor y el trauma que le causa a su persona y sensibilidad la situación de los dos condenados, en especial la de Perry. Se ha visto envuelto en una situación que no puede controlar.

En la novela, cuenta que durante el juicio declaró un psiquiatra y dijo no poder afirmar si Perry, en el momento del crimen, sabía diferenciar el bien del mal. Se plantea, de esta manera, una discusión sobre la naturaleza y sicología de los asesinos y sobre la conciencia que pueden tener sobre sus actos. Tal vez eso pueda llevar a la conclusión de que el hombre no es malo porque sí y puede haber explicaciones ya sean sociales, familiares, psicológicas. Lo que en realidad queda claro es el misterio que encierra la mente del criminal. En este caso, mataron a un matrimonio y los dos hijos que estaban con ellos por unos pocos dólares, pero tuvieron la precaución (en realidad fue Perry que es el más desconcertante de los dos) de poner una almohada debajo de la cabeza del joven para que apoyara la misma y no se lastimara mientras estaba atado, o de tapar a la joven con una sábana. Contaban los dos asesinos, además, según dice el libro, con una inteligencia superior a la media.

La empatía y la curiosidad de personas ajenas y en algunos casos ubicadas en el polo opuesto al del crimen por seres condenados a muerte, debido a los horrendos actos cometidos, se han visto en materiales que han vuelto a llamar la atención sobre el tema durante los últimos, llámese Mientras estés conmigo (1995) de Tim Robbins, Milagros inesperados (Frank Darabont, 1999), o lo más reciente Monster: Asesina en serie (Patty Jenkins, 2003); en menor medida Causa justa (Arne Glimcher, 1995) y hasta Crimen verdadero (1999) de Clint Eastwood. En varios de esos filmes se muestran de tal manera los sentimientos y las razones que han tenido para hacer lo que hicieron, además de la comprensión por parte del que se interesa por ellos, que por momentos el espectador se olvida de que han cometido un crimen. En Capote, el escritor manifiesta una contradicción entre la atracción que siente por Perry y la necesidad de huir de una situación que le genera culpas y conflictos internos.


La comunicación que Truman Capote logró establecer con los asesinos le permitió escribir su mejor novela. Tuvo que descender de su mundo de esplendor para llegar hasta el bajo y allí encontrar la materia para su obra, en el fondo de un alma criminal. Tal vez esto se lo permitió, en parte, su propio bajo, lo que subyacía en su conciencia debido a las dificultades pasadas. Y en otra gran parte a su olfato periodístico y a su capacidad como escritor. En la película, Capote dice que de cada conversación que escuchaba le quedaba el noventa y cuatro por ciento. Parece ser que en sus papeles habrían encontrado una cita de Marco Polo que dice: "Y solo escribí la mitad de lo que vi". Entre el material con el que contó para escribir su obra se encuentran más de cuarenta cartas que los presos le escribieron. Esas mismas son las que le facilitó a Gerald Clarke para que escribiera su biografía. Este dice que esa correspondencia le permitió conocer íntimamente a Smith y Dick Hickock y comenta que: "La mayoría de sus cartas tienen varias páginas y son crueles ventanas a la vida de quien está a punto de morir".


Ese material se lo facilitó únicamente al guionista de la película, Dan Futterman. Este es un ejemplo de las distintas líneas que se tejieron entre los hechos reales, la novela A sangre fría, la biografía escrita sobre Truman Capote, la película Capote y el propio escritor. Quien intente abordar uno de estos aspectos debe desenredar toda la madeja.

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