Capote es una película
dirigida por Benett Miller, con guión
de Dan Futterman y basada en el libro de
Gerald Clarke, Truman Capote: A
Biography. El gran protagonista
es el afamado escritor y periodista Truman
Capote (Philip Seymour Hoffman), precisamente,
quien lee un artículo en la emisión
del 16 de noviembre de 1959 en The New
York Times sobre un suceso que ha conmocionado
a la pequeña localidad de Holcomb
en Kansas. El día anterior se había
producido el brutal asesinato de cuatro
integrantes de una prestigiosa familia de
granjeros. En primera instancia, el acontecimiento
le motiva para escribir un artículo
de revista, por lo que viaja al lugar de
los hechos, en compañía de
su amiga de toda la vida, Nelle Harper Lee
(Catherine Keener); luego de obtener la
asignación por parte del responsable
de The New Yorker, William Shawn
(Bob Balaban). Pero al ir profundizando
en los hechos y conociendo a los involucrados,
comprende que está frente a un material
suficiente como para escribir un libro.
Tal es así, que el trabajo para ese
libro le consume prácticamente seis
años.
Había
transcurrido un año de la publicación
de su famosa novela Desayuno en
Tiffany´s cuando se interesa
por el múltiple asesinato de Kansas.
Lo que más le atrae es el poder observar
la reacción del pueblo frente a un
hecho tan poco común. Pretenderá,
entonces, demostrar que la no ficción
puede ser tan irresistible como la ficción.
Es de esta manera que escribe A
sangre fría, su mayor obra
y la que le permite constituirse en el escritor
más famoso de Estados Unidos.
CONOCER AL ESCRITOR

Una de las tapas de
la novela A sangre fría
El libro de Gerald Clarke es una abultada
biografía de más de quinientas
páginas que cuenta toda la vida del
escritor con detalle, desde su nacimiento.
La película sólo lo muestra
en un momento de su existencia, la etapa
en la que escribió A sangre
fría, que quizás
fue una de las más significativas.
El film, en cierto sentido, es como un "detrás
de cámaras" del libro. Explica
cómo se gestó y llevó
a cabo la novela, dice cómo se hizo
pero a la vez muestra parte de su contenido.
Nos descubre los entretelones, da la respuesta
a muchas de las preguntas sobre la elaboración
del libro que uno se hace al leerlo. Por
ejemplo cómo se enteró de
ciertas informaciones.
Pero, fundamentalmente
lo muestra a él, a Truman Capote.
La construcción del personaje está
perfectamente lograda en la actuación
de Philip Seymour Hoffman (actor que nos
tiene acostumbrados a notables papeles secundarios)
que nos permite captar la riqueza, los distintos
matices y conflictos de su personalidad.
Toda la configuración del protagonista
se va armando a partir de su forma de conducirse
para investigar el impacto del asesinato
en la gente, para relacionarse con los asesinos,
así como en su desenvolvimiento en
el mundo del "jet-set" y su modo
personal de hablar o gesticular.
Puesto que
la parte de su vida que eligen contar corresponde
al período en que elabora A
sangre fría y que por lo
tanto la mayoría de los personajes
de la misma se repiten en la película,
hay que dedicar una especial atención
a esa obra.
El propio
autor la denomina "novela de no ficción"
puesto que aplicó procedimientos
propios del género novela al relato
de hechos verdaderos, lo que constituía
una innovación, inaugurando lo que
se denominó "novela real",
y del llamado "nuevo periodismo".
Un antecedente de este género que
vincula el periodismo con la literatura
lo constituye en habla hispana el caso del
argentino Rodolfo Walsh, nacido en 1927
en la localidad de Choele-Choel, en la provincia
de Río Negro.
Su nombre
integra desde el 25 de marzo de 1977 la
larga lista de desaparecidos durante la
dictadura militar iniciada en 1976. Su novela
Operación Masacre
(1957) denuncia la masacre de civiles llevada
a cabo en 1956, en los basurales de José
León Suárez, localidad de
la Provincia de Buanos Aires, donde los
militares fusilaron a un grupo de civiles
que poco o nada tenían que ver con
la conspiración de la que se les
acusaba, en tiempos del gobierno de facto
que había destituido a Perón
en setiembre de 1955. Se trata también
de un caso de periodismo de investigación
pero además de denuncia. El escritor,
en este caso, está comprometido con
lo que denuncia y tiene una clara opinión
sobre los hechos que desde un comienzo pretende
demostrar, sin abandonar del todo la estructura
de la novela, puesto que comienza contándonos
como era la vida de esas personas que finalmente
en muchos de los casos, terminaron masacrando.
A
sangre fría también
comienza con la descripción de las
características y de la rutina de
las personas, en este caso una familia que
luego será asesinada, pero una de
las grandes diferencias con la obra anteriormente
citada la constituye el alejamiento de Capote
respecto de su relato. La voz del narrador
es una tercera persona que cuenta "una
historia" que perfectamente pudo ser
inventada. Sin embargo, el lector puede
comprobar, si se informa, que los hechos
relatados son reales; ocurrieron en un lugar
y un tiempo determinados y reales, y le
sucedieron a ciertos ciudadanos.
Estaría
allí uno de los mayores logros del
escritor norteamericano, en la forma que
consigue contar su materia, atrapando al
lector de igual manera o mejor que si se
tratara de un relato de ficción.
Y es además especial por todo lo
que rodeó la elaboración de
ese libro, que comenzó como una simple
investigación pero que terminó
involucrando y afectando al escritor de
una manera muy particular, tan particular
que fue motivo de que en esta película
para contar sobre Capote se eligiera la
etapa de su vida en la que se dedicó
a su creación.
A
sangre fría no solo creó
un nuevo género literario sino que
vendió más de trescientos
mil ejemplares y permaneció en la
lista de éxitos de The New York
Times por treinta y cinco semanas.
Se ha dicho que Capote creía que
el periodismo podía constituir una
opción válida como forma literaria,
algo que tuviera la credibilidad de los
hechos, la inmediatez del cine, la hondura
y libertad de la prosa y la precisión
de la poesía.
UN PERSONAJE EN CELULOIDE

El verdadero
Truman Capote
Capote nos ofrece como primera
imagen los campos de trigo de Holcomb, en
una fotografía oscura que no los
muestra en el habitual color dorado. Solo
se observa la vastedad del campo que deja
una sensación de soledad y pesar.
Este momento en el que empieza el film es
inmediatamente posterior a los asesinatos
que han consternado al pueblo. En la novela
hay que leer sesenta y cinco páginas,
antes de llegar al instante en el que una
amiga de Nancy, una jovencita que es una
de las víctimas, descubre el desastre
al pasar por la casa de esta, extrañada
de que la familia Clutter no la hubiera
pasado a buscar para ir a la iglesia ese
domingo, como habitualmente lo hacía
(todo el pueblo practicaba o era devoto
de alguna religión).
El narrador
de la novela hasta ese momento se ha ocupado
de presentarnos a los jóvenes que
serán los asesinos y a la propia
familia Clutter, que la describe con detalle,
dividiendo la narración en dos partes
como en toda la obra. Por un lado cuenta
las vicisitudes de Perry y Dick, y por otro
la rutina de la familia que luego que es
destruida deja su lugar en la narración
al pueblo, su gente y autoridades que tratan
de entender qué sucedió. Sobre
estos dos mundos, dice Capote en la película,
que corresponde uno al de la seguridad,
el sosiego y estabilidad, y el otro al de
la violencia y que el asesinato de Kansas
los muestra en el momento en que esos mundos
se tocan y lo que sucede es la catástrofe.
Pero el film no se ocupa en describir cómo
habían sido en vida los cuatro integrantes
de la familia; en todo caso sabemos que
era gente importante, muy respetada y querida,
y que el pueblo y las autoridades están
indignados. No solo relega ese aspecto sino
que incluso los asesinos, si bien son importantes
en la película, son opacados por
la figura de Capote, quien es el verdadero
protagonista.
Truman Capote
nació el 30 de setiembre de 1924,
en Nueva Orleans, y falleció el 25
de agosto de 1984, en Los Ángeles.
Su verdadero apellido era Pearson, pero
tomó el de su padrastro, Capote.
Luego de una infancia solitaria y llena
de sobresaltos, se dedicó a escribir.
Entre otras, se destacan en su obra Otras
voces, otros ámbitos (1948);
Un árbol de noche y otros
cuentos (1949); Color local
(1950); El arpa de hierba
(1951); Se oyen las musas
(1956); las mencionadas Desayuno
en Tiffany's (1958) y A
sangre fría (1966); y Música
para camaleones (1980). Para definirlo
se puede utilizar alguna de sus frases célebres
y polémicas. En una oportunidad habría
dicho: "soy alcohólico,
soy drogadicto, soy homosexual, soy un genio".
Es este personaje tan llamativo y controversial
el que se introduce en Kansas, un lugar
de costumbres conservadoras, para investigar
el asesinato.
Como era
de esperar no recibe la mejor bienvenida
ni de la gente ni de parte del agente a
cargo del Buró de Investigaciones
de Kansas, Alvin Dewey (Chris Cooper), aunque
luego logre mejorar esa situación
contándole algunos de los muchos
chismes que conoce del mundo de la farándula
(sin olvidar que este agente le facilitó
el diario íntimo de una de las víctimas)
y pueda obtener la información que
necesita con el fin de acercarse a los presos.
Tanto material consigue que se queda atrapado
por ese pueblo y por el drama del asesinato.
Sobre el tema dice el autor de la extensísima
biografía de Capote, Gerald Clarke:
"Si él hubiera sabido el
tiempo que le llevaría A
sangre fría y lo que requeriría
de él, no se hubiera detenido en
Kansas. Habría seguido conduciendo
su auto "como un murciélago
saliendo del infierno". Yo a veces
también digo lo mismo. Lo que no
anticipé fue el drama que rodeaba
cada minuto de la vida de Truman, dramas
en los cuales yo muchas veces participé.
Como resultado, mi libro se llevó
más de trece años".
Perry Smith
y Dick Hickock reciben a Truman en sus celdas
de condenados a muerte y tienen la esperanza
de que los pueda ayudar; de hecho les consigue
un abogado que les ayuda a aplazar la sentencia
y de esta manera el escritor puede contar
con más tiempo para conocerlos, en
especial a Perry, por quien siente un particular
interés, y con quien parece identificarse
en algún aspecto. Este hombre tiene
un defecto físico que en la novela
A sangre fría se
menciona con frecuencia y que en la película
se puede observar apenas en su forma de
caminar: las piernas son frágiles
y muy cortas respecto del resto del cuerpo,
de modo que no puede caminar sin dificultad.
Así
como Capote con su amaneramiento y una voz
muy infantil llama la atención a
donde quiera que vaya, también Perry
no puede evitar las miradas de los demás
por su aspecto externo. Comparten el haber
tenido una infancia difícil, con
padres que se separan y sin tener la estabilidad
ni el suficiente afecto que debe recibir
un niño. Además hay en Perry
una inclinación artística;
le gustaba dibujar y leer.
Capote también
fue maltratado por su madre, abandonado
y en lugar de ser un asesino fue un famoso
escritor; por eso en la película
dice "tú saliste por la
puerta de atrás y yo por la de adelante
de la misma casa". Se trata de
una identificación con el otro y
de ver una cuestión de suerte o de
destino. Cada uno tal vez podría
haber sido el otro. En la novela, como el
escritor no aparece y solo hace referencia
a los periodistas que pudieron hablar con
ellos, el sentido de esas palabras se puede
encontrar en la carta que le escribe un
soldado ex compañero de Perry en
el ejército. Su nombre es Don Cullivan
y le dice, sabiendo que puede llamar la
atención que una persona decente
y con profesión importante y familia
respetable se pueda interesar en alguien
como él, que todos somos hijos de
Dios y que cualquiera puede ser Perry: "...
por eso te escribo: porque Dios te hizo
a ti igual que a mí y Él te
ama a ti tanto como a mí y por lo
poco que sabemos de la voluntad de Dios
lo que te ha ocurrido a ti podía
muy bien haberme ocurrido a mí".
LA INVESTIGACIÓN

Clifton Collins Jr.
como Perry, y Philip Seymour Hoffman como
Capote
El lector que sabe que el escritor llevó
a cabo la investigación y estuvo
muy involucrado con el caso, se ve tentado
a buscar las palabras y los movimientos
de Capote puestos en boca y en acción
de otros personajes. Así es que se
puede señalar, también en
el caso en el que Perry, que ha resuelto
dejarse morir de hambre y casi lo está
por conseguir, recibe una postal de su padre
y de alguna manera le afecta en el sentido
de que vuelve a comer y se repone. En la
película la forma en que sale de
ese estado es con la ayuda de Capote, que
le da de comer en la boca para que pueda
alimentarse. De todas formas, y más
allá de la tercera persona del narrador
y de la ausencia de Capote como personaje
en el libro, sí se puede reconocer
su óptica, su manera de ver los acontecimientos
y a sus protagonistas. No obstante, en la
rigurosidad periodística con que
presenta los hechos, aportando abundante
información, se puede percibir su
afán por interpretar la complejidad
de la mente y del alma de los asesinos,
y también por mostrar que detrás
del asesinato a sangre fría había
un asfixiante infierno que atormentaba a
sus autores.
En la película,
los presos saben que él está
escribiendo un libro sobre ellos y tienen
la esperanza de que este los reivindique
y demuestre que no recibieron un juicio
justo y de esta forma los beneficie. Por
eso cuando Perry se entera de que la obra
se va a llamar "A sangre fría"
se enfurece con Capote, y comienza a dudar
de sus buenas intenciones. En realidad el
escritor les ha ayudado para que no los
mataran todavía, pero luego quiere
llegar al final de su novela y desea que
los plazos no sigan alargándose y
que todo acabe de una vez. El deseo de la
muerte de los detenidos no se debe a un
desprecio hacia ellos, sino además
del interés por el libro que está
escribiendo, a lo que está sintiendo,
al dolor y el trauma que le causa a su persona
y sensibilidad la situación de los
dos condenados, en especial la de Perry.
Se ha visto envuelto en una situación
que no puede controlar.
En la novela,
cuenta que durante el juicio declaró
un psiquiatra y dijo no poder afirmar si
Perry, en el momento del crimen, sabía
diferenciar el bien del mal. Se plantea,
de esta manera, una discusión sobre
la naturaleza y sicología de los
asesinos y sobre la conciencia que pueden
tener sobre sus actos. Tal vez eso pueda
llevar a la conclusión de que el
hombre no es malo porque sí y puede
haber explicaciones ya sean sociales, familiares,
psicológicas. Lo que en realidad
queda claro es el misterio que encierra
la mente del criminal. En este caso, mataron
a un matrimonio y los dos hijos que estaban
con ellos por unos pocos dólares,
pero tuvieron la precaución (en realidad
fue Perry que es el más desconcertante
de los dos) de poner una almohada debajo
de la cabeza del joven para que apoyara
la misma y no se lastimara mientras estaba
atado, o de tapar a la joven con una sábana.
Contaban los dos asesinos, además,
según dice el libro, con una inteligencia
superior a la media.
La empatía
y la curiosidad de personas ajenas y en
algunos casos ubicadas en el polo opuesto
al del crimen por seres condenados a muerte,
debido a los horrendos actos cometidos,
se han visto en materiales que han vuelto
a llamar la atención sobre el tema
durante los últimos, llámese
Mientras estés conmigo (1995)
de Tim Robbins, Milagros inesperados
(Frank Darabont, 1999), o lo más
reciente Monster: Asesina en serie
(Patty Jenkins, 2003); en menor
medida Causa justa (Arne
Glimcher, 1995) y hasta Crimen verdadero
(1999) de Clint Eastwood. En varios
de esos filmes se muestran de tal manera
los sentimientos y las razones que han tenido
para hacer lo que hicieron, además
de la comprensión por parte del que
se interesa por ellos, que por momentos
el espectador se olvida de que han cometido
un crimen. En Capote, el
escritor manifiesta una contradicción
entre la atracción que siente por
Perry y la necesidad de huir de una situación
que le genera culpas y conflictos internos.
La comunicación
que Truman Capote logró establecer
con los asesinos le permitió escribir
su mejor novela. Tuvo que descender de su
mundo de esplendor para llegar hasta el
bajo y allí encontrar la materia
para su obra, en el fondo de un alma criminal.
Tal vez esto se lo permitió, en parte,
su propio bajo, lo que subyacía en
su conciencia debido a las dificultades
pasadas. Y en otra gran parte a su olfato
periodístico y a su capacidad como
escritor. En la película, Capote
dice que de cada conversación que
escuchaba le quedaba el noventa y cuatro
por ciento. Parece ser que en sus papeles
habrían encontrado una cita de Marco
Polo que dice: "Y solo escribí
la mitad de lo que vi". Entre
el material con el que contó para
escribir su obra se encuentran más
de cuarenta cartas que los presos le escribieron.
Esas mismas son las que le facilitó
a Gerald Clarke para que escribiera su biografía.
Este dice que esa correspondencia le permitió
conocer íntimamente a Smith y Dick
Hickock y comenta que: "La mayoría
de sus cartas tienen varias páginas
y son crueles ventanas a la vida de quien
está a punto de morir".
Ese material se lo facilitó únicamente
al guionista de la película, Dan
Futterman. Este es un ejemplo de las distintas
líneas que se tejieron entre los
hechos reales, la novela A sangre
fría, la biografía
escrita sobre Truman Capote, la película
Capote y el propio escritor.
Quien intente abordar uno de estos aspectos
debe desenredar toda la madeja.
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