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Chicas pesadas, de Mark S. Walters
BAJO LO ROSADO

por Flavio Lira (junio, 2006)







El
pasado martes 20 se exhibió en Cinecanal la película Chicas pesadas (Mark S. Walters, 2004). Este film fue estrenado en agosto de 2004 en Uruguay, y se exhibió durante únicamente dos semanas, una de ellas en el cine Plaza con una sola función a las cuatro de la tarde. La estrategia publicitaria tampoco fue muy buena, por no decir que de hecho fue inexistente.


Los críticos de cine parecieron no darse cuenta del estreno, y aquellos que si lo hicieron (como por ejemplo Daniel Lucas), la calificaron de pésima pelìcula adolescente, mientras alababan bodrios como Alguien tiene que ceder o Las invasiones bárbaras.


En video no le fue mucho mejor que eso, cayendo entre las pelìculas que salen o en DVD o en VHS, pero no en ambos formatos, lo cual de alguna forma hacía que el público que pudiera alquilarala se volviera aún más escaso. Asi, una de las pocas películas genuinamente inteligentes que ha dado la industria hollywoodense fue completamente ignorada. Como es usual.


Por supuesto, las características propias de Chicas pesadas la vuelven un objeto incómodo y descartable para la mayoría de los críticos de cine perezosos. Por una parte, se trata de una comedia, lo cual ya genera desconfianza. Además, no sólo eso; también es una comedia adolescente, lo cual invoca los prejuicios de Porky's o American Pie. Y para terminar de poner el clavo en el ataúd, se trata de un film de mujeres.


Pero no un film de mujeres como puede ser, quizás, La casa de los espíritus, en el sentido que es lo que un publicista puede llegar a pensar, que es el gusto promedio de la mujer, sino un genuino film feminista, en el cual se trata un problema de chicas, por decirlo de alguna forma, y se plantea una solución, pero una solución tomada por sí mismas, no por lo que debería ser la solución típicamente machista de lo que una
mujer quiere (citemos por ejemplo, justamente, Lo que ellas quieren).


Por otra parte, se trata de una película, que al mismo tiempo, no es realmente un film que pueda llegar a ser tan masivo. Más allá de toda la comicidad planteada, de lo divertida y ligera que es (el adjetivo ligero, por otra parte, no se refiere a superficialidad, sino a fluidez; que conste), se trata de una película oscura, llena de humor negro, de burla y sarcasmo, de una acidez que rara vez se ve en una película comercial.


Y es que Chicas pesadas es un film sobre la crueldad. Más específicamente la crueldad entre mujeres. O sea, de como detrás de lo rosado, de la feminidad, siempre hay maldad y crueldad.


La trama del film es la siguiente: Cady Heron, una estudiante recién llegada de África, se vuelve amiga de Janis, algo así como la freak del liceo. Pero Cady, que es hermosa, inteligente e inocente, pronto es abordada por "Las Plásticas", el grupo de chicas
populares, que es regido por Regina George (Rachel McAdams, probablemente una de las actrices más prometedoras de este momento). Luego de darse cuenta que Regina es poco menos que "la personificación del mal puro en un ser humano", Cady y Janis hacen un plan para destruirle la vida, al mismo tiempo que logra que Cady se vaya volviendo paulatinamente en un clon de
Regina.

Si el argumento suena a conocido o cliche, de alguna forma se explica que el guión está basado en un libro llamado "Queen Bees and Wannabees", que en realidad es un manual para los padres de cómo tratar a sus hijas durante la adolescencia. Tina Fey, guionista del film (y tambièn escritora para Saturday Night Live), vio en lo que a primera vista se trataría de un libro sin importancia, el material para desprender su fino cinismo e ironía, pero también para jugar con las convenciones de lo que se debe tratar en una película adolescente.


"El edificio de atrás se quemó en 1987", dice Janis, la chica que inicia a Cady, nuestra protagonista (interpretada por la entonces no tan famosa Lindsey Lohan; recuerden que aquellos eran los días pre-"Herbie") en las lindes de la crueldad femenina.


Esa pequeña línea de diálogo puede ser completamente ignorada por la mayoría de los espectadores del film, pero se trata de una referencia bastante obvia a la genial Atracción letal (Heathers; Michael Lenham, 1987), otra comedia adolescente cruel y negra (aunque un poco más que Chicas pesadas), que trataba de otro tema incómodo; en este caso, el suicidio adolescente. De alguna forma, Chicas pesadas toma lineación con esa película, creando una atmósfera pesadillesca, casi onírica.


Otro film subvalorado con el cual Chicas pesadas se conecta, aunque màs tagencialmente, es con Ni idea (Clueless; Amy Heckerling, 1995), en el sentido que se disfraza de película "tonta", cuando en realidad se trata de una sátira social. Un ejemplo perfecto de esto es la escena en que se nos lleva por primera vez a la casa de Regina George. Se trata de una mansiòn con columnas gigantescas, en la que adentro anidan la hermanita de Regina y su madre. La hermanita, cuando la vemos, está practicando la coreografía de la canción "Milkshake" de Kelis, que probablemente sea uno de los videoclips más cachondos de todos los tiempos (perdón por la expresión, pero no encontré ninguna más adecuada). Posteriormente veremos a la niña jugar a ser una "Girl Gone Wild", sacándose la camiseta al unísono que lo ve en la tele. La madre de Regina, interpretada por la genial Amy Poehler, es una mujer decadente de 40 años, que se acaba de hacer de vuelta una cirugía estética en los senos ("duros como rocas") y quiere ser una adolescente eterna, lo cual lo único que hace es generar incomodidad y desagrado.


"Sé que parezco una perra, pero es porque en realidad estaba actuando como una" dice Cady en cierto momento. Y es que ella, que parecía tan amable e inocente, también tiene el germen de la maldad en su ser, solo que más inconscientemente de lo que lo puede llegar a tener tanto Regina como Janis. La necesidad de pertenecer se vuelve el primer estímulo, pero luego, más que pertenecer, se vuelve la necesidad de dominar, de volverse otra persona que tenga a sus pies a todos los demas. Es interesante que un film llegue a estos extremos, en el cual la protagonista principal se nos vuelve un ser tan maligno e insoportable como la propia "villana" de la pelìcula, o sea Regina.


Un dato que el film no oculta es que parte de ese odio es tambièn odio por uno mismo. Y en la que posiblemente sea una de las mejores secuencias, Regina decide planear la venganza contra Cady poniendo su foto en el "Libro de Quemados" (un libro en el cual Regina, Cady y las otras dos secuaces, tan tontas como ineficaces, pegaban fotos de gente que les caían mal junto con rumores tétricos de los que se habían enterado), junto con la descripición de: "Esta es la chica más mala que he conocido, no confíen en ella, es una perra". O sea, utiliza su odio por sí misma para lograr derrotar a la que se ha vuelto su peor enemiga.


Como ya se escribió, este film juega constantemente con los cliches y los procedimientos que debe tener un film "teen". Y el final es extraordinario en este sentido, subvirtiendo todo lo que se suponía que debía ser, y poniendo como reìna del baile a una chica en su uniforme de atleta, e incluso generando tensión a partir de que esta chica gane o no un concurso de matemática.


Chicas pesadas es una muy buena pelìcula y un film muy gracioso. También es una pelìcula cruel e inteligente, tan inteligente que pocos se dan cuenta. Ahora que se está exhibiendo en cable, quizás sería bueno que más gente le prestara atención.

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