
Título original: Pirates
of the Caribbean: The Curse of the Black
Pearl
País y año de producción:
Estados Unidos, 2003
Dirección: Gore
Verbinski
Guión: Ted Elliot,
Terry Rossio, sobre historia de ambos, y
Stuart Beattie y Jay Wolpert
Con: Johnny Depp, Geoffrey
Rush, Orlando Bloom
Duración: 143 minutos
Calificación: Apta
para todo público
Género: Aventura
/ Fantástico
Sitio Web: http://disney.go.com/disneypictures/pirates/index.html
Reseña argumental:
Para el bribón pero encantador Capitán
Jack Sparrow, las aguas cristalinas del
Caribe, así como los mares del mundo,
representan un vasto patio de juegos donde
abundan la aventura y el misterio. Pero
la idílica vida de pirata de Jack
zozobra ante su castigo: el astuto Capitán
Barbossa roba su barco, el "Perla Negra",
y luego ataca la ciudad de Port Royal secuestrando
a Elizabeth Swann, la bella hija del gobernador.
El amigo de la infancia de Elizabeth, Will
Turner une fuerzas con Jack para comandar
el barco más veloz de la flota británica,
el "H.M.S. Interceptor", en un
intento galante de rescatar a la muchacha
y recapturar el "Perla Negra".
El dúo y la tripulación son
perseguidos por el prometido de Elizabeth,
el elegante y ambicioso Comodoro Norrington
a bordo del "H.M.S. Dauntless".
Will no lo sabe, pero un tesoro maldito
ha condenado a Barbossa y su tripulación
a vivir para siempre como muertos vivos,
y la luz de la luna, precisamente, es la
que los transforma. Esta maldición
sólo puede romperse si el tesoro
saqueado es restituido y si se salda una
deuda de sangre.
Contra todos los pronósticos, el
"Interceptor" y el "Dauntless"
navegan hacia una emocionante confrontación
con los piratas de Barbossa en la misteriosa
Isla de Muerte. Están en juego la
venganza de Jack Sparrow, el "Perla
Negra", una fortuna en tesoros prohibidos,
la liberación de la maldición
de los piratas que ha condenado a Barbossa
y a su tripulación a vivir para siempre
como esqueletos, el destino de la Armada
Británica y las vidas de los valientes
héroes, mientras entrechocan sus
espadas en feroz combate contra los temidos
piratas del Caribe.
El
director Gore Verbinski viene de la publicidad
(había creado el famoso aviso de
las ranitas de Budweiser) y la música
(fue guitarrista de The Daredevils, donde
tocó junto a un integrante de Bad
Religion). Ha dirigido trabajos como Un
ratoncito duro de cazar (1997),
La mexicana (2001) y la remake
de El Aro (La
llamada, 2002).
DE TODO UN POCO
En los últimos tiempos fueron pocas
las superproducciones hollywoodenses que
abordaron el tema de los piratas. Y no está
nada mal que cada tanto se evoque ese cine
aventurero y que supo formar parte de las
viejas matinée. Está claro
que la industria norteamericana se debate
en una de las peores crisis de ideas de
su historia y eso se nota en los pocos guiones
originales que se realizan; la pantalla
chica, el comic, la literatura o hechos
reales son las constantes fuentes de inspiración,
siempre filtradas por las exigencias de
marketing y con resultados sumamente irregulares.
Y el cine de géneros es otro que
prevalece ante aquel artístico o
que busca expresar determinadas ideas (que
para Hollywood no es negocio, claro), pero
la creatividad aparece muy de vez en cuando.
Y esta era
una nueva oportunidad para que renaciera,
pero, al tratar de que todos queden contentos
y la puedan ver, con el objetivo de que
se pueda recaudar y recaudar, el producto
no llega a ser digno de aquellos viejos
clásicos, ya que se amolda al gusto
de cierto público adolescente norteamericano
que parece cada día más descerebrado
e influenciado a más no poder por
el bombardeo de mensajes (y órdenes)
provenientes de muchos medios de comunicación
(desde la publicidad hasta la televisión).
Lo que La maldicón del Perla
Negra nos deja, entonces, no es
el más puro cine de piratas aunque
sí suficientes ingredientes como
para que uno pueda sentirse satisfecho.
Hay acción y aventuras, buenas filmaciones,
llamativo vestuario y diseño de producción,
aparte de elementos sobrenaturales que por
ahí quieren innovar o bien estar
a tono con ciertas costumbres, como los
a esta altura infaltables efectos especiales.
Ni qué hablar que tanto Geoffrey
Rush como Johnny Depp están bárbaros;
el primero sumamente convincente cuando
hace de villano (personaje que le sienta
muy bien, además) y el segundo un
verdadero fenómeno, siempre volcado
a papeles excéntricos y que le salen
redondos.
La película interesa de a ratos,
pero es algo extensa. Y es que el director
Gore Verbinski y los guionistas con los
que suele trabajar siempre han formado equipos
con algo de oficio, algunas buenas ideas
y la suficiente solidez como para dejar
conformes tanto al público como a
los que les exigen buena repercusión
taquillera.
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