
Título original: 28 Days
Later...
País y año de producción:
Estados Unidos / Holanda / Inglaterra,
2002
Dirección: Danny
Boyle
Guión: Alex Garland
Con: Cillian Murphy,
Naomie Harris, Megan Burns
Duración: 113
minutos
Calificación:
No apta para menores de 12 años
Género: Terror
Sitio Web: http://www.28dayslaterthemovie.co.uk/main.html
Reseña argumental:
Después de que un grupo de activistas
por los derechos de los animales allana
una instalación que se dedica a
investigar primates, un poderoso virus
se esparce entre la comunidad británica.
El virus, que se transmite con tan sólo
una gota de sangre y es devastador en
unos cuantos segundos, provoca que aquellos
infectados queden en un estado permanente
de furia asesina. A 28 días de
la catástrofe, el país está
abatido y un puñado de sobrevivientes
comienza a realizar intentos para salvaguardar
un futuro, sin percatarse que el mortal
virus no es la única cosa que los
amenaza.
El director británico
Danny Boyle había hecho Tumba
al ras de la tierra (1994), Trainspotting
(1996) y Vidas sin reglas (1997),
mientras que el guionista Garland había
hecho la novela de la cual después
surgió La playa
(2000), también dirigida por Boyle.
APUNTAR A UNA REALIDAD
Si bien el británico Danny Boyle
se ha movido con algunos altibajos dentro
de su corta filmografía el hombre
ha logrado picos altísimos, que
van desde el descubrimiento en su excelente
ópera prima Tumba al ras
de la tierra (1994), pasan por
la exitosa Trainspotting
(1996), y llegan hasta esta otra obra
suya, titulada Exterminio
(2002). Incluso estas tres películas,
dejando de lado trabajos como Vidas
sin reglas (1997) y La
playa (2000), figuran en lo que
podría considerarse "la trilogía
oculta" de Boyle, donde su gran factor
común es poner en tela de juicio,
más que nada, el comportamiento
humano, además del mundo en el
que todos vivimos.
Es evidente que los valores de aquellos
tres supuestos grandes amigos iban pudriéndose
progresivamente a partir del descubrimiento
de un maletín lleno de dinero en
Tumba...; la ambición
nublaba todo lo relacionado a la amistad
y la propia solidaridad en la convivencia,
mientras Boyle se floreaba con la agilidad
de un thriller de fuerte impacto visual.
Esto último tampoco faltó
a la cita en Trainspotting,
donde la lectura de una película
que le decía "no a las drogas"
es incorrecta, ya que lo que ahí
primaba eran las ansias de ese grupo de
jóvenes por escapar a otro mundo
distinto a aquel donde estaban viviendo;
escapar de esa vida moderna asfixiante,
material y desalmada, escapar de la rutina
y esa sensación apática,
dolorosa, del diario vivir. Y la droga
era un simple intermediario para lograr
ese objetivo.
Los rasgos de comedia (incursión
a Hollywood incluida) comenzaron a verse
a partir de Vidas sin reglas,
un ejercicio con bastante humor alocado
e ironías varias, a propósito
de joven empleado que secuestra a la hija
de su jefe, y muy enojado al ser reemplazado
en su trabajo por una máquina.
Aquí Boyle y su habitual libretista
John Hodge volvían a sintonizar
ideas, esta vez más volcadas a
un producto de fórmula pero donde
no faltaron ángeles que bajaran
a la Tierra para arreglar la relación
entre los seres humanos, más precisamente
entre esta pareja atípica y de
clases sociales diferentes, que al principio
se odiaban "por naturaleza"
y luego terminan enamorados, a partir
de cuando la joven comienza a defender
a su propio captor y ante su acaudalado
padre.
Y si uno se pone a ver el título
original (A Life Less Ordinary - Una vida
menos ordinaria) y le suma las burlas
al materialismo y el consumismo de esta
comedia pues no es de extrañar
que en La playa el protagonista
sea un joven empapado del stress de la
sociedad y la desenfrenada vida moderna
que decide viajar a Asia, para escapar
del caos y del ruido, y descubre una isla
paradisíaca donde no son pocos
los que piensan como él. Pero ojo;
esa era la idea; otra cosa fue el resultado
cinematográfico de la película,
hasta ahora la más floja del director
Boyle.
Exterminio también
se mantuvo en la misma línea ideológica,
gentileza del guionista Alex Garland,
autor de la novela en que se basó
La playa. Así
como no había que dejarse engañar
de que Tumba... era sólo
un elaborado ejercicio de suspenso, que
Trainspotting era sólo
una obra antidrogas, que Vidas...
era sólo una cinta delirante y
que La playa era sólo
un vehículo para Leonardo DiCaprio
pues Exterminio
tampoco es una película de zombies
solamente.
La raza humana ha desaparecido a causa
de un virus que se fugó accidentalmente
de un laboratorio donde experimentaban
con animales. Pero no todos los seres
humanos fueron liquidados; el protagonista
fue uno de los sobrevivientes. Y en su
recorrida se encuentra con otros... y
juntos terminan enfrentados a un grupo
de militares bastante exaltados.
El asunto se descubre a simple vista;
por más que sean pocos para reconstruir
el mundo el hombre no puede con su instinto
y desemboca en conflictos innecesarios
que terminan empeorando las cosas. La
plaga (humana) es imbatible, salvo en
uno de los dos finales que plantea la
película, donde la palabra HELL
(infierno, la actualidad después
e incluso antes del exterminio) se completa
con HELLO (hola), una vez liquidado el
petit enemigo. Pero hay otro
final, mucho más simple y a tono
con ese "no way out (sin
salida)" visto en Tumba al
ras de la tierra y especialmente
en Trainspotting: la
muerte del afectado. Cabe la sospecha,
entonces, que no haya un final de estudio
y otro del director, ya que, por otra
parte, el primero (de HELL y HELLO) parece
demasiado elaborado para las exigencias
de un estudio o productor. Quizá
sí sea el segundo, más simple,
claro, pero también puede que Boyle
y el guionista Garland hayan coincidido
en los dos y no en estar a favor de uno
y en contra del otro, más allá
de todo lo que el director haya dicho
de la boca para afuera...
Y hablando de cosas que están por
fuera del hombre, pero que tienen muchísimo
que ver con éste, están
las alusiones al consumismo, al poder
de lo material, aquí derrotado
completamente por un mundo devastado y
con seres que ya no le dan importancia
salvo que sean para consumo y consecuente
supervivencia. Hay varios productos de
conocidas marcas que yacen anclados en
el piso, como si no tuvieran ningún
valor, igual que la tarjeta de crédito
que deja en la caja del supermercado uno
de los protagonistas, luego de haber cargado
varios carros con comidas, bebidas y demás
cosas de valor, algo que puede verse perfectamente
como un castigo y hasta una burla a todas
esas trasnacionales poderosas en tiempos
donde el capitalismo actual (sin tierra
ni bandera) las hace brillar.
Podrán hablarse dos mil cosas sobre
el rico lenguaje audiovisual que emplea
Danny Boyle y de las temáticas
de sus películas, que sirven como
punto de arranque pero para canalizar
otra cosa. Muchas referencias se pueden
hacer a films sobre drogas (Trainspotting),
muertos vivos (Exterminio)
y demás. Sin embargo, lo medular
de sus trabajos permanece hasta algo oculto,
aunque siempre está: que es uno
de los directores más enojados
con el mundo actual y con ese hombre que
lo va llevando de mal en peor.