
Título original: An Inconvenient
Truth
País y año de producción:
Estados Unidos, 2006
Dirección: Davis
Guggenheim
Duración: 100
minutos
Calificación:
Apta para todo público
Género: Documental
Sitio Web: http://www.climatecrisis.net/
Reseña argumental:
Los seres humanos están sentados
en una bomba de relojería. Si la
mayoría de los científicos
del mundo tienen razón, nos quedan
apenas diez años para evitar una
catástrofe de grandes proporciones
que podría hacer entrar el clima
del planeta en una espiral destructiva
con temperaturas extremas, inundaciones,
sequías, epidemias y oleadas de
calor hasta ahora desconocidas. Una catástrofe
preparada por los hombres. Esta es la
historia de la apasionada entrega de un
hombre decidido a exponer los mitos e
ideas equivocadas acerca del calentamiento
global y de su prevención. Este
hombre es el ex vicepresidente Al Gore,
que después de perder las elecciones
de 2000 decidió cambiar de rumbo
y dedicarse a ayudar a salvar el planeta.
Curiosidades:
El director Davis Guggenheim es esposo
en la vida real de la actriz Elsabeth
Shue.
EL CAMINO SUICIDA
La objetividad es siempre una de las metas
a seguir, al momento de hacer un documental,
o al menos tratar de acercarse a la misma
lo más posible. Para el caso de
La verdad incómoda
(2006), trabajo dirigido por Davis Guggenheim
e impulsado por el ex-vicepresidente norteamericano
Al Gore, ya hay factores que pueden dar
lugar a algunas subjetividades, por ahí
hasta algo razonables, o también
sospechas: que se lo vea estrictamente
como una campaña en favor de un
futuro presidente de Estados Unidos que
incluye detalles hasta de su vida personal
y familiar, y que algunos pequeños
datos de la obra, criticados por expertos
en calentamiento global, graviten a tal
punto que al final todo termine perdiendo
credibilidad y el espectador no tenga
interés en verlo.
No obstante, más allá del
reciente Oscar que ganó como Mejor
Documental de 2006 y de lo bien que le
fue en materia de recaudación,
es un trabajo de visión fundamental.
Porque las pruebas que durante mucho tiempo
el ahora ex-vicepresidente de Estados
Unidos fue reuniendo son volcadas de tal
manera aquí que prácticamente
nadie queda indiferente. Con claridad
y hasta cierto divertimento, sin marear
tanto con términos científicos
ni empleando tonos alarmistas, se van
mechando testimonios contundentes con
exposiciones didácticas que registran,
reflexionan y advierten básicamente
sobre las consecuencias de la acción
del ser humano, en base a documentos,
animaciones (una es un capítulo
de Futurama en el que
la hija de Gore, Kristin, fue guionista),
fotografías, e imágenes
de distintos lugares del mundo.
El aumento de los gases de efecto invernadero,
el deshielo y la crecida del nivel del
mar, la deforestación, la extinción
de varias especies de animales, los recientes
trastornos climáticos, y hasta
visiones escépticas respecto al
calentamiento global, se mezclan en un
documental donde tanto las evidencias
como las justificaciones son notorias
y abundantes. Y todo en apenas una nutrida
hora y media.
Claro que Gore fue blanco de críticas,
en el sentido de que durante el período
en que estuvo acompañando a Bill
Clinton, en los ´90, también
pudo haber luchado con la misma intensidad
que ahora. También recibió
algunas objeciones por referirse en el
documental al caso de la dudosa votación
en el estado de Florida, donde supuestamente
había perdido por un puñado
de votos frente al actual presidente,
George W. Bush. Claro que la víctima
pudo haber sido Gore, pero por encima
de ese papel, de ahí mismo, de
ese Senado, saldrían meses más
tarde las palabras del senador Jim Inhofe,
alegando que el calentamiento global es
todo un engaño... Y eso en la obra
también se muestra, igual que algunos
casos de periodistas y científicos
corruptos que minimizan en sus publicaciones
los enormes riesgos a los que está
expuesto el planeta, y otros que incluyen
empresas que terminarían fundiéndose
si las cosas volvieran a su lugar.
Más que buscar culpables, el verdadero
motor está en que algo hay que
hacer para parar todo esto, empezando
por nosotros mismos. La verdad
incómoda fue producido
en una de las principales potencias del
mundo que más contamina a la Tierra,
y tiene, sí, datos de la propia
vida de Gore, quien no escatima en sacar
algunos trapitos al sol, respecto a estados
que tratan de hacer algo en favor del
medio ambiente pero no son debidamente
apoyados por Washington.
Este documental ha sido tildado hasta
de "ingenuo", porque
está hecho más bien para
el público en general, para los
que no estaban al tanto de cómo
venía una situación cada
vez más peligrosa e incluso para
aquellos que sabían algo pero no
lo necesario como para tomar real conciencia
del asunto.
Sin embargo, detrás de todas esas
otras intenciones que pueda haber o incluso
de cierta retórica de la que se
lo acusa a Gore, el trabajo está
muy bien fundamentado. Hace ya algunos
años que se encuentra estudiando
y recabando pruebas, que indican que desde
fines del siglo XX y en un corto período
el planeta empeoró lo mismo que
en miles y miles de años. Si esto
le sirve para salir presidente, pues allá
él. Pero lo que hizo acá
es muy valioso, adoptando una comunicación
frontal y reveladora que pudo haber metido,
sí, mucho más bisturí
en cuanto al enorme peso del capitalismo
y a las ambiciosas políticas neoliberales
que están echando todo el planeta
a perder. Eso, quizás, forme parte
de las propias conclusiones que pueda
sacar el espectador.
El cine esta vez ofició de fiscal,
haciéndose valer realmente como
medio de comunicación. Al final
fueron cincuenta mil las copias de la
película que se entregaron a maestros
y profesores de Estados Unidos por parte
de la producción.