
Título original: Zodiac
País y año de producción:
Estados Unidos, 2007
Dirección: David
Fincher
Guión: James Vanderbilt,
basado en el libro de Robert Graysmith
Con: Jake Gyllenhaal,
Mark Ruffalo, Robert Downey Jr., Anthony
Edwards, Brian Cox
Duración: 158
minutos
Calificación:
No apta para menores de 15 años
Género: Thriller
Sitio Web: http://www.zodiacmovie.com/
Reseña argumental: La
historia real de un asesino en serie,
el Zodíaco, que aterrorizó
San Francisco en los años sesenta
y setenta con 37 muertes y que se caracterizaba
por dejar macabras pistas y cartas a la
prensa. El caso se convirtió en
una obsesión para tres personas
cuyas carreras y vidas estuvieron dedicadas
a seguir cada una de las interminables
pistas.
David Fincher había dirigido Pecados
capitales (1995), Al
filo de la muerte (1997) y La
habitación del pánico
(2002). El guionista James Vanderbilt
estuvo en el libreto de la interesante
En la oscuridad de la noche
(Jonathan Liebesman, 2003), y en el de
la horrenda Básico y letal
(John McTiernan, 2003).
CAZADOR DE HOMBRES

El periodista (Robert
Downey Jr.) es el primero en tirar la
toalla
El trabajo con actores siempre ha estado
presente en el cine de David Fincher,
solo que el nervio de sus historias sumado
a la exploración de los costados
siniestros de la sociedad y sobre todo
de la condición humana terminaron
robándose la atención. Para
esta nueva versión sobre el misterioso
asesino serial que desvelaba a San Francisco
entre fines de los ´60 y comienzos
de los ´70, titulada Zodíaco
(2007), el cine tradicional de Fincher
dio un vuelco notorio, para apoyarse en
la labor de tres personajes: el caricaturista,
ilustrador y autor de los dos libros en
que se basa la película (en los
créditos finales pueden verse que
son dos y no uno), Robert Graysmith (interpretado
brillantemente por Jake Gyllenhaal), un
policía (Mark Ruffalo) y un periodista
(Robert Downey Jr.).
Todos ellos tratan de descifrar el paradero
del "Asesino del Zodíaco",
que empieza a jugar con sus perseguidores
a través de cartas amenazantes
y criptogramas algo complejos de resolver,
que eran enviados a la prensa. El caso
de este asesino serial fue verídico.
Sus llamadas particulares más otras
realizadas a programas radiales y televisivos,
anunciando lo que había hecho y
lo que estaba por hacer también
planteaba otro juego, que era saber el
criterio con el que este sujeto se manejaba
para asesinar individuos comunes y corrientes,
y por qué lo hacía.
EL JUEGO MÁS PELIGROSO

El verdadero Arthur Leigh Allen: principal
sospechoso
"Zodiac" era el apodo con el
que se identificaba, aunque su identidad
hoy día sigue siendo una incógnita,
a pesar de que un sujeto llamado Arthur
Leigh Allen, un pedófilo que falleció
en 1992, pudo ser el principal sospechoso;
quizás el criminal casi cantado
que pudo ganar el desafío, contra
todo tipo de investigaciones. Curiosamente,
durante el tiempo en que él fue
condenado a prisión, los asesinatos
no volvieron a ocurrir; por si fuera poco
su reloj era un Citizen, modelo "Zodiac"...
Nadie supo cuántos crímenes
cometió este hombre. Oficialmente
fueron siete pero se sospecha que cometió
casi cincuenta, por más que él
mismo se atribuyó treinta y siete.
La persecución duró muchos
años, hasta que el caso fue declarado
"inactivo" por parte del Departamento
de Policía de San Francisco. Sin
embargo, volvió a abrirse en marzo
de este mismo año.
Los primeros dos crímenes que
se ven en la película fueron cometidos
por "Zodiac" contra dos menores
de edad. La frialdad con que fueron hechos
estos y otros asesinatos fue impactante,
y Fincher logra transmitir esa violencia
casi sin anestesia. En el momento menos
pensado aparece un hombre misterioso que
se despacha a balazos y puñaladas,
aparentemente sin razón alguna.
Para su segundo doble intento de asesinato
(otra pareja; sólo la mujer falleció)
la cosa empezaba a cambiar, ya que uno
de los criptogramas llegó a ser
descifrado. "Me gusta matar gente
porque es mucho más divertido que
matar animales salvajes en el bosque,
porque el hombre es el animal más
peligroso de todos. Matar algo es la experiencia
más excitante, es aún mejor
que acostarse con una chica. Y la mejor
parte es que cuando me muera voy a renacer
en el paraíso y todos los que he
matado serán mis esclavos. No daré
mi nombre porque ustedes tratarán
de retrasar o detener mi recolección
de esclavos para mi vida en el más
allá...."
El relato del hombre sobreviviente decía
que "Zodiac" había aparecido
vestido con capucha, el símbolo
de una mira en su pecho y que estaba todo
de negro. Los investigadores quedaban
más desconcertados aún cuando
comenzaban a recibir cartas de otras personas
que decían ser autores de los crímenes.
"La policía nunca me capturará,
porque soy muy listo para ellos"
puso en uno de sus mensajes. A pesar de
la gran cantidad de pruebas, este hombre
era muy ingenioso y no se cansaba de confirmar
esa frase, con el paso del tiempo. Entre
los 2.500 sospechosos figuraba incluso
Bruce Davis, el famoso miembro del Clan
Manson, y varios imitadores, como Heriberto
Seda, que se tomó al pie de la
letra lo de "zodíaco"
y se dispuso a matar una persona de distinto
signo en el horóscopo cada 21 días.
Cuando lo detuvieron en 1996 ya había
atacado a nueve.
Han pasado cuatro décadas, y se
ha ido creando una figura mítica
sobre este personaje de la vida real,
que incluso motivó al cine a hacer
varias adaptaciones (indirectamente Harry:
El sucio, y otras más
bien menores) antes de que Fincher se
lanzara a filmar esta Zodíaco,
donde la ansiedad y la paranoia de sus
tres personajes principales se van adueñando
de un relato muy nutrido de datos (dura
casi tres horas) y que no cae en una especie
de documental sobre la figura del asesino
sino que maneja los hilos a través
de lo que va pasando por las cabezas de
sus protagonistas respecto a alguien que
hasta se da el lujo de jugar con ellos
dejando pistas reales y a la vez absolutamente
desconcertantes.
CAZADOR CAZADO

El malvado Zaroff
(el segundo desde la izquierda)
El "Asesino del Zodíaco"
era gran admirador (lo decía en
sus cartas) de la película El
malvado Zaroff (1932) dirigida
por uno de los realizadores del clásico
King Kong (1933), Ernest
B. Schoedsack, junto con Irving Pichel,
y acompañado de varias personas
que al mismo tiempo estaban trabajando
para el film del mítico gorila,
incluyendo a la recientemente fallecida
Fay Wray. El film a su vez se inspiraba
en el famoso cuento corto de un periodista
deportivo norteamericano, luego escritor,
llamado Richard Connell.
El malvado Zaroff narra
la historia de tres personas sobrevivientes
de naufragios (dos hermanos y un cazador)
que van a parar a una remota isla, donde
habita el hombre del título, un
excéntrico conde ruso (Leslie Banks)
acompañado de sus no menos extravagantes
empleados, que tiene la costumbre de albergar
en su lujosa residencia a todo aquel que
irremediablemente va a parar a su pequeño
territorio. Este individuo, que suele
vestir de negro (como el asesino de Zodíaco,
en uno de sus crímenes) declara
ser un amante y experto profesional de
la caza que ha viajado por varios lugares
del planeta, que tiene un pequeño
museo con sus "trofeos" pero
que hace un tiempo ya se había
aburrido de perseguir animales.
No es difícil adivinar cuál
pasó a ser "el juego más
peligroso" (tal el título
original de este largo de poco más
de una hora de duración): cazar
hombres. Y tampoco se torna dificultoso
rescatar de esa supuesta actitud pasiva
en esta última película
al director David Fincher, declarado enemigo
de la sociedad moderna y los hombres que
alimentan el sistema. Películas
como Pecados capitales
(1995), Al filo de la muerte
(1997) y El club de la pelea
(1999) constituyen una prueba fehaciente
de todo esto. Y también la algo
subvalorada Alien 3 (1992),
al manejar un lenguaje más vertiginoso
y con bastante puntería durante
la narración que agrega algún
contenido religioso, también típico
en la filmografía de este talentoso
director, que como "Zodiac"
tiene su público de culto y también
otro (incluidos algunos críticos)
que lo detestan.
"Reflexionaba sobre la falta
de lógica de la civilización.
La bestia que mata por subsistir es considerada
salvaje. Al hombre, que solo mata por
deporte, se lo ve como civilizado",
le decía un personaje secundario
al protagonista de la película,
quien luego pasaría a ser el cazador
cazado. Una vez en la isla, el conde le
dice a este cazador: "Inventé
una nueva sensación, cuando ya
había perdido mis ansias de amar
y de vivir".
Frases del "héroe" de
la película como "Me gusta
disparar un poco" o "El
mundo se divide en dos clases de personas:
presas y cazadores", cuentos
y fotos de sus "hazañas",
y más reflexiones (algo incoherentes)
al momento de justificar su "deporte"
preferido, lo hacen recapacitar cuando
se encuentra con otro colega como el conde,
mucho más ambicioso y que se había
armado una "sala de trofeos"
para no aburrirse que incluía numerosas
cabezas de seres humanos. Más que
identificarse con la película,
es evidente que el "Asesino del Zodíaco"
admiraba la filosofía del villano
Zaroff. El "mata y después
ama" del conde podría
trasladarse a esa sensación experimentada
por "Zodiac", por eso de que
matar a un ser humano era mucho mejor
que tener sexo.
Puede sonar insólito, pero mientras
algunos profesionales se les agarran con
los videojuegos y las películas
de terror al momento de estudiar las causas
de la violencia en la sociedad, este notable
film de aventuras y suspenso de la legendaria
RKO y que acaba de cumplir 75 años
es uno de los casos más claros
donde alguien, influenciado por una obra
cinematográfica de la cual se declaró
prácticamente fanático,
terminó enloqueciendo en la vida
real a la policía norteamericana
durante décadas sin que todavía
lo hayan podido descubrir.