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INVICTUS


Título original
: Invictus
País y año de producción: Estados Unidos, 2009
Dirección: Clint Eastwood
Guión: Anthony Peckham, basado en el libro de John Carlin
Con: Morgan Freeman, Matt Damon, Tony Kgoroge, Patrick Mofokeng, Matt Stern
Duración: 133 minutos
Calificación: No determinada a la fecha de preestreno
Género: Biográfico / Drama / Histórico
Sitio Web: http://invictusmovie.warnerbros.com/





Reseña argumental
: Película basada en el libro de John Carlin The Human Factor: Nelson Mandela and the Game That Changed the World y ambientada después de que Mandela saliera de la cárcel y se convirtiera en Presidente de Sudáfrica. Poco después, en 1995, el país celebró el campeonato del mundo de rugby, tras años de ser excluido de las competiciones debido al "Apartheid".


El director Clint Eastwood es conocido por labores como Los puentes de Madison (1995), Medianoche en el jardín del bien y del mal (1997) y Gran Torino (2008), entre tantas otras. El guionista Anthony Peckham estuvo en los libretos de Ni una palabra (Gary Fleder, 2001) y Sherlock Holmes (Guy Ritchie, 2009).

"...HE SIDO EL CAPITÁN DE MI PROPIA ALMA"


A veces un poema puede generar cambios inesperados en la espiritualidad de los hombres que están en juego, más allá de sostener a quien estuvo prisionero, en condiciones penosas durante veintisiete años, en una celda de Robben Island, por luchar contra el "apartheid", contra la segregación racial de los negros sudafricanos, en todos los órdenes de la vida. El poema se llama "Invictus" *, literalmente debe traducirse como "no vencido", y es el título del film homónimo del maestro norteamericano Clint Eastwood.


La creación literaria proviene de la época victoriana, y permitió a Nelson Mandela (1918 - ), un símbolo de la lucha contra el "apartheid", poder sobrevivir a las trágicas situaciones acaecidas en prisión, anotado en su celda con el número 466/64. En ese texto emblemático, el "yo" lírico agradece a los dioses que no le abandonaron y permitieron tener erguida la mente frente a la adversidad, el poder haber sido artífice de su destino, y nada menos que ser el capitán de su propia alma.


Las primeras imágenes de la película, muestran a modo de prólogo, al líder del Congreso Nacional Africano y a su esposa Winnie, el día de la liberación (1990) otorgada por el presidente blanco Frederick De Klerk, que cumplía con su decisión de poner fin al injusto régimen del "apartheid", al cual venía desmantelando poco a poco.


En abril de 1994, los negros sudafricanos pudieron participar en las elecciones de su país, por primera vez, y llevaron a la presidencia a su legendario líder liberado, Nelson Mandela, perteneciente al clan Madiba, un luchador incansable contra el régimen segregacionista, con sus secuelas de injusticia, violencia y persecución racial.


El magistral actor Morgan Freeman encarna o "personifica" a Mandela, ya elegido Presidente, en su soledad afectiva, en la soledad que connota el poder, en las ideas de reconciliación y perdón que lo sustentan para gobernar un país dividido, con una minoría blanca temerosa y peligrosa, en aras de forjar "la nación del arco iris". También tendrá que vérselas con los sectores negros más radicales, que no creen en el pacifismo entrecomillado de los blancos.


Mandela se arriesga con pasión a hacer una jugada política, humana, muy cuestionada al principio, con el fin de lograr la unidad de la nación a través del deporte, en el eventual triunfo de Sudáfrica en la final del campeonato mundial de rugby a jugarse en 1995. Piensa que la nación está sedienta de grandeza, y una victoria se la proporcionará. Así Mandela emprenderá la estrategia de aliarse con los Springboks, un equipo perdedor, quizás el peor equipo de rugby sudafricano, símbolo de la represión, de los gobiernos anteriores, en general denostado por los negros. Trata de convencer al capitán del equipo, François Pienaar, interpretado por el actor Matt Damon y mantiene con él un diálogo casi socrático acerca del liderazgo.


Mandela pidió a Freeman que lo interpretase, y Morgan se adentró tanto en el personaje que hasta su hablar lento, cadencioso lo recreó con gran magisterio. De aquí en adelante, el film se centra notablemente en el duro entrenamiento de los Springboks, que además deben enseñar el juego de rufianes o caballeros a los niños y adolescentes negros, para confraternizar con ellos, para humanizarse con respecto a los "otros".


Una imagen significativa del comienzo del film, mostraba a niños y jóvenes, - blancos y negros -, separados más que metafóricamente por una carretera. El tránsito por diversos estadios, con cámaras que van registrando magníficas tomas aéreas, y del campo de juego, de los pies y cabezas de los jugadores entrelazados en su implícita violencia, del protagónico balón ovoide, es puro cine.


Mandela se hace presente en varios partidos, expone su persona, pero a su vez despliega un humanismo sin fronteras, en el respeto y lugar que da a cada uno de los contendientes, con una psicología decantada por el dolor, con una suerte de inspiración única e irrepetible.


El Dr. Mandela ha aprendido mucho, estudiando a sus carceleros, y en consecuencia tiene actitudes que no dejan de ser sorprendentes, inesperadas para el equipo de rugby, para la problación negra, para su staff gubernamental, y para el espectador.


Pocas veces un capitán de rugby recibe junto a su equipo, una lección de vida tan transparente, tan cargada de verdad, que será asimilada, reconocida e internalizada por Pienaar. Y así todos terminarán comprendiendo cabalmente a su Presidente.


El último partido contra el equipo de Nueva Zelanda, un rival durísimo, culminará con el triunfo, con la copa entregada a Pienaar, en un estadio en el cual todas las banderas de Sudáfrica son acariciadas por la victoria, imagen que vale mucho más que mil discursos acerca de la hermandad.


El Presidente no tiene prisa, "Dios ha salvado a África", y él ha sido una vez más "el capitán de su propia alma".


El film Invictus fue filmado en las locaciones de Ciudad del Cabo, en Pretoria, en Johannesburgo con un excepcional director de fotografía, Tom Stern. La extraordinaria música de diversas etnias es de Kyle Eastwood y Michael Stevens. El guión, escrito por Anthony Peckham se basó en el libro El factor humano: Nelson Mandela y el juego que cambió el mundo de John Carlin. Y el realizador norteamericano, Clint Eastwood, una vez más ha entregado al espectador junto a su excelente equipo de colaboradores y a un elenco formidable, una nueva postulación que habla al mundo de redención, de reconciliación, de libertad.


No será el Clint Eastwood de Million Dollar Baby, o de Gran Torino, pero tal vez sólo Eastwood tenía los elementos para plasmar cinematográficamente esta historia real, compleja, humana, emotiva, acerca de una figura de la historia reciente que realiza una parábola ejemplarizante. ¡Dios salve a Clint!


P. M.




*
"INVICTUS"


En la noche que me envuelve
negra como un pozo abominable
yo agradezco al dios que fuere
por mi espíritu inconquistable.


Atrapado en este circunstancial lugar
yo he gemido pero no he llorado
ante las puñaladas que me deparó el azar
mi cabeza sangra, pero no me he postrado.


Más allá de este lugar de furia y de lágrimas
me acosan las sombras con terror.
Pero tantos años de amenazas
me encuentran sin temor.

Ya no importa cuál fue mi camino
ni cuantas culpas he acumulado.
Soy el dueño de mi destino
Y mi alma yo mismo he guiado.


William Ernst Henley (1849-1903)


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