
Título original: Saw VI
País y año de producción:
Australia / Canadá / Estados Unidos
/ Inglaterra, 2009
Dirección: Kevin
Greutert
Guión: Marcus
Dunstan, Patrick Melton, basado en los
caracteres creados por Leigh Whannell
para El juego del miedo (James Wan, 2004)
Con: Tobin Bell, Costas
Mandylor, Mark Rolston, Betsy Russell,
Shawnee Smith
Duración: 90 minutos
Calificación:
No apta para menores de 18 años
Género: Gore /
Mayhem / Terror
Sitio Web: http://www.saw6film.com/
Reseña argumental:
El agente especial Strahm está
muerto y el detective Hoffman ha surgido
como el sucesor sin par del legado de
Jigsaw. Sin embargo, cuando el FBI se
acerca más a Hoffman, éste
se ve obligado a poner un juego en funcionamiento.
Así, el grandioso esquema de Jigsaw
por fin es comprendido.
La dupla de guionistas Dunstan-Melton
estuvo en los libretos de la cuarta parte
de la saga (dirigida por Darren Lynn Bousman
en 2007) y también en el de la
quinta (dirigida por David Hackl en 2008).
COMBUSTIBLE QUEDA
La historia es prácticamente la
misma de la quinta parte, sólo
que el sucesor de Jigsaw, en lugar de
vengar la muerte de su hermana contra
todos los funcionarios corruptos de la
policía para la cual trabaja, ahora
se encarga de hacer justicia en nombre
del legendario asesino de la saga, más
precisamente hacia los empleados de una
compañía aseguradora que
decide quién puede tener o no cobertura
médica, lo que significa marcarle
la muerte de antemano a ese trabajador
cuya enfermedad implicaría costos,
y obviamente complicaciones para la empresa
en que se desempeña.
La película ya llega a un punto
extremo, en cuanto a algunas muertes,
ideales para los amantes del gore
y el mayhem, e incluso a que
Jigsaw quedó tan pero tan enojado
en las primeras tres partes que dedicó
el resto de sus horas de vida a cranear
todo como para que nadie se quedara sin
su merecido, y por otro lado a dejarle
la posibilidad a víctimas y afectados
de poder vengarse a través de sus
macabros métodos de ingeniería
(por voluntad propia y hasta sin quererlo).
Al fin de cuentas, todo empezó
por un tema de burocracia médica
y gente que no valoraba realmente su vida
y mucho menos las de otros.
Insólitamente, esta saga sigue
justificando su permanencia, siempre y
cuando se entre en el juego y suponiendo
que Jigsaw es en realidad un ser de otro
planeta, que cuenta con recursos por todos
lados y aliados que, en caso que se rebelen
o no sigan sus numerosas directivas, casi
nunca escapan de la muerte.
Un punto gracioso (que seguramente haría
las delicias del Michael Moore de Sicko)
es cómo algunos empleados de esta
compañía aseguradora sacan
sus verdaderas garras, ante situaciones
límite, mostrando también
que en el fondo son unas auténticas
alimañas.
Esta sexta parte tuvo problemas en España,
donde fue acusada de representar una mera
apología de la violencia y por
tanto, al verse su estreno limitado, la
distribuidora norteamericana (Disney/Buena
Vista) decidió retirar las copias
de proyección. Por si fuera poco,
fue la que menos recaudó de todas
y eso seguramente le cueste al realizador
Kevin Greutert dar un paso al costado
en la dirección, aunque eso sería
injusto, ya que el nivel de las últimas
tres secuelas (cuarta, quinta e incluso
esta sexta) no está nada mal, mérito
también y especialmente de los
guionistas Patrick Melton y Marcos Dunstan.
La séptima parte, aparentemente,
sería en tercera dimensión.
Jigsaw se ha convertido en un vengador
que lucha por la justicia, y no sólo
por la de él mismo, sino por la
de seres queridos y ciudadanos comunes
y corrientes, sólo que con métodos
siniestros y espeluznantes, dignos de
una mente llena de odio y retorcida. Una
saga ultraviolenta, que nunca abandona
su tono moralista y que siempre saca ideas
de la galera para seguir adelante.