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3 MILLONES




Título original
: 3 Millones
País y año de producción: Uruguay, 2011
Dirección: Jaime Roos, Yamandú Roos
Guión: Jaime Roos, Yamandú Roos
Duración: 142 minutos
Calificación: Apta para todo público
Género: Documental



Reseña argumental: Uruguay, un pequeño país con un pasado de gloria futbolística. Sudáfrica el exótico escenario del campeonato mundial. Los Roos, padre e hijo, deciden reencontrarse en el registro de esta aventura. El vínculo se afianza, las esperanzas crecen, los pronósticos se revierten. La realidad supera lo imaginado, el viaje se convierte en un documento único.



"LA RECOMPENSA ES EL CAMINO"
Oscar W. Tabárez

"3 Millones"

En el continente africano, en la región más meridional, está ubicada la república de Sudáfrica, país que fuese el anfitrión del Mundial de Fútbol de 2010.

La figura patriarcal, nonagenaria de Nelson Mandela, aún hoy es un dios viviente. Es elegido como primer presidente negro (debido a cierta apertura que paulatinamente se va dando), y sube al podio por el ejercicio del sufragio universal, como líder del partido del Congreso Nacional Africano (1994), tras haber padecido 27 años de encarcelamiento, en su lucha denodada contra la segregación racial, el infame régimen del "apartheid", respecto de la población negra, discriminada en todos los órdenes de la vida, y a la que se relegaba en los "bantustanes" o reservas raciales. En el año 1995, aprovecha como gobernante, la coyuntura del Campeonato Mundial de Rugby, que tiene como sede Sudáfrica, para así lograr por medio del lenguaje universal del deporte, la reconciliación entre negros y blancos, en una apuesta humana y política, para forjar la llamada "nación del arco iris".

Esta historia magnífica, está narrada por el maestro Clint Eastwood en su film Invictus. Me permito hacer referencia a la misma, porque en el documental uruguayo 3 Millones de los Roos - padre e hijo -, Mandela es una suerte de constante referencia; su omnipresencia paternal, casi deificada está explicitada en los diálogos mantenidos con la población negra sudafricana, en el partido de fútbol que Ghana y Uruguay disputarán en ocasión del Mundial. Antes del partido, ambos contendientes leen una proclama contra el régimen del "apartheid", imágenes conmovedoras para el espectador, que se resignifican. La estatura moral de Mandela, con su vida ejemplar, de luchador incansable, es una inflexión relevante en el documental uruguayo.

En este pequeño "introito", haré una breve referencia a la personalidad del maestro Oscar W. Tabárez, el entrenador de la selección uruguaya. Hombre de perfil bajo, inspiró a su equipo, un sentido de unidad, de solidaridad, de educación, de espíritu de sacrificio, de honestidad inusuales, ya que a su entender, el deporte es una "buena excusa para tener una incidencia social" respecto de generaciones desesperanzadas que deberían intentar superarse. Tabárez da libertad a los integrantes de su equipo, pero a veces es "duro sin perder la ternura". Predica el esfuerzo colectivo, y la mística de la selección celeste está de la mano con su magisterio, de forma dialéctica.

Explicitará que "la recompensa es el camino", y así en la "comedia dramática" o "ficción verídica" que es el documental de los Roos, apreciamos su actitud paternalista pero severa, que lo lleva a elegir para concentrarse, la solitaria ciudad de Kimberley, lejos del ruido, cerca de las cosas verdaderas, lugar donde en el siglo XIX, manos esclavas cavaran un pozo de más de 300 metros de profundidad, imagen aérea de la mina de diamantes, toma muy reiterada una y otra vez por los realizadores, como símbolo de la deshumanización blanca.

No es un dato menor, decir que Uruguay tuvo un pasado de gloria futbolística, que se fue desarticulando; en la innegable década del ´20, en el 30 en el que salió Campeón Mundial con un Estadio Centenario recién inaugurado, y en 1950 ocurrió la gesta de Maracaná, en el que otra vez salió Campeón Mundial. También logró en 1981, la Copa de Oro en el Mundialito.

Imágenes de archivo muy bien seleccionadas, evocan en 3 Millones el épico ayer. Y es más que emocionante visionar en el documental, al ya octogenario Alcides Edgardo Ghiggia, que hiciera el gol que permitió desempatar y ganar en Brasil, la final del 50, el gran maracanazo. Un invitado de honor, que con su proverbial humildad expresa que fue a Sudáfrica, a apoyar a los muchachos de Tabárez - Muslera, Lugano, Forlán, Arévalo Ríos, Fucile, Cavani, Abreu, el "Ruso" Pérez, Maximiliano Pereira, Suárez, Godín, Lodeiro, Silva - para dar algunos nombres de los 23 jugadores que el Maestro llevara como agonistas.

Ahora comienzo por el principio. Padre e hijo, el famoso músico y cantautor uruguayo, Jaime Roos y su hijo Yamandú, que vive en Holanda, de profesión fotógrafo, habían decidido hacer juntos un viaje a Rusia, cuando se reencontrasen. Pero cuando se enteran que la selección uruguaya, iba a disputar el Mundial de Fútbol de 2010 en Sudáfrica, deciden cambiar de destino.

Jaime se había propuesto hacer un diario de viaje, que es ampliamente trascendido, y termina con su voz en off, comentando los partidos en los cuales la selección estaba en la cancha. Yamandú acomodó sus cámaras, con la finalidad de filmar los momentos más significativos de los partidos en los cuales jugara la selección celeste. También aparecen en el documental, filmaciones realizadas por Tenfield, y las de muy alta definición de FIFA.

Se asientan junto al seleccionado, y a los periodistas acreditados en Kimberley. Desde allí se trasladarían a los diversos estadios, configurando una verdadera road movie por Johannesburgo, Ciudad del Cabo, Pretoria, Rustenburgo, Port Elizabeth, Bahía Nelson Mandela, para citar algunos nombres, de su quehacer como infatigables viajeros. Son fantásticas las tomas aéreas de los imponentes estadios, ya sea vacíos o llenos de gente, o iluminados en la noche.

Yamandú tiene una forma de narrar en imágenes muy peculiar: sigue con sus cámaras a un solo jugador, o pone el acento en el espíritu de sacrificio de integrantes del equipo, que muy maltrechos, continúan un partido hasta el final, o enfoca la mano de otro, o la paciencia y el tesón de intentar una vez más, el mítico gol, o advierte la presencia de un jugador que se ha desmayado, o registra la técnica de "picar" la pelota en un decisivo penal. Del estrato de las palabras, se hace cargo Jaime, hasta quedar sin voz. Jaime utilizó composiciones musicales suyas pre-existentes, para subrayar la heroica gesta uruguaya. La cuerda de tambores que va "in crescendo", cuando se pasan al comienzo, los primeros créditos del film, prefigura la aventura épica del ascenso de la selección celeste que conquistó el cuarto puesto, y que dio al pueblo uruguayo una lección ejemplarizante, contando siempre con la infinita empatía celeste de todos los orientales, "sedientos de triunfos".

En el partido contra Ghana, a pesar de lo dramático y tensional que fuera para Uruguay, Yamandú no es ajeno al dolor de los africanos, que llaman a silencio a sus vuvuzelas, y abandonan vestidos con sus trajes de fiesta, el estadio con desazón, luego del penal de Abreu. En el partido con Holanda es diferente; Yamandú y Jaime registran para el espectador, trece infracciones que el árbitro no le cobró a los primeros colonizadores de Sudáfrica.

En manos de Jaime estuvo la edición, el montaje de este film documental, que contó con la ayuda de Mauro Sarser y de la productora Marcela Matta. "Pude comprobar una vez más - dice Jaime - lo que dije hace veinte años, de que cuando juega Uruguay corren tres millones" frente a un planeta de siete mil millones.

Termino esta primera aproximación al film, con las palabras del tradicional y "aggiornado" maestro del arte del fútbol y de la vida: "la recompensa es el camino", y la estamos viendo con creces.

P. M.


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