
Título
original: Hævnen
País y año de producción:
Dinamarca / Suecia, 2010
Dirección: Susanne
Bier
Guión: Anders
Thomas Jensen
Con: Mikael Persbrandt,
Trine Dyrholm, Ulrich Thomsen, William
Jøhnk Nielsen, Markus Rygaard
Duración: 119
minutos
Calificación:
No apta para menores de 15 años
Género: Drama
/ Thriller
Sitio Web: http://www.sonyclassics.com/inabetterworld
Reseña argumental: Claus
(Ulrich Thomsen) regresa con su hijo,
Christian (William Johnk Nielsen) a su
Dinamarca natal tras la muerte de su esposa.
En el nuevo colegio, el muchacho conocerá
a Elias (Markus Rygaard), hijo de Anton
(Mikael Persbrandt) y su esposa Marianne
(Trine Dyrholm).
Anton es un médico que divide
el tiempo entre su casa, en una idílica
ciudad de Dinamarca y su trabajo en un
campo de refugiados de un país
de África. En estos dos mundos
bien diferentes, él y su familia
se enfrentan a conflictos que los llevan
a difíciles decisiones entre la
venganza y el perdón.
Anton y Marianne tienen dos hijos pequeños,
están separados y lidiando con
la posibilidad de un divorcio. El hijo
mayor, Elías, de diez años,
viene sufriendo maltrato e intimidación
de parte de algunos compañeros
de la escuela, hasta que es defendido
por el recién llegado Christian.
Elias y Christian forman rápidamente
un fuerte vínculo. Pero, cuando
Christian involucra a Elias en un peligroso
acto de venganza, con consecuencias potencialmente
trágicas, su amistad se somete
a prueba y sus vidas son puestas en peligro.
En última instancia, quedará
en sus padres el ayudarlos a aceptar y
comprender las complejidades humanas,
el dolor y la empatía.
La directora Susanne Bier es conocida
por trabajos como Corazones abiertos
(2002), Hermano (2004)
y Después del casamiento
(2006). El guionista Anders Thomas Jensen,
reconocido en su país por la contribución
realizada para el desarrollo del cine
danés en los últimos años,
estuvo en los guiones de Después
del casamiento y La Duquesa
(Saul Dibb, 2008).
"VERÁS AURORAS COMO SANGRE"
"En un mundo mejor"
El film danés En un mundo
mejor, ganó el Oscar como
mejor película de lengua no inglesa,
plasmación cinematográfica
de la realizadora Susanne Bier.
Bier comienza su film, en un lugar no
determinado de África, en el cual
un médico sueco - excelente actuación
de Mikael Persbrandt -, ejerce sus ideales
humanitarios, en un asentamiento de refugiados
civiles, que son asolados por caciquillos
extremistas que practican toda clase de
horrores y vejámenes, en especial
sobre mujeres embarazadas y niños.
Terribles imágenes van mostrando
esta conflictividad, aunque no se profundice
en sus causas. Pero ese médico,
tiene a sus hijos en la sociedad del bienestar,
en Dinamarca, e irá a visitarlos
a pesar del distanciamiento acaecido con
su esposa (magnífica Trine Dyrholm),
y se encontrará en su regreso temporario
con una realidad diferente.
Su hijo Elian, en edad escolar avanzada,
es víctima de banditas de adolescentes
mayores, que lo someten a todo tipo de
agresiones y humillaciones. La llegada
de Christian desde Londres, será
una inflexión importante dentro
del opus. Ha perdido a su madre, aquejada
de una enfermedad terminal, y no comprende
la actitud de su padre a quien tilda de
culpable. La situación "abandónica",
la canalizará con un rígido
sentido de la justicia. Así Christian
- encarnado por un notable y pasional
actor pre-adolescente -, impondrá
su justicia frente a situaciones injustas,
gratuitas. Protegerá a Elian y
se tejerá entre ellos una sincera
amistad, que no por casualidad tiene su
escondite en el lugar más alto
de la ciudad.
El film bajo una aparente calma, es un
torbellino de pasiones, en cuanto a las
oposiciones entre el Primer Mundo y Tercer
Mundo, y en las similitudes respecto de
la violencia, derivadas de infraestructuras
tan disímiles, como la de la riqueza
y pobreza extremas; además de las
dramáticas situaciones personales,
siempre intransferibles, y/o político-globales.
La obra en su desarrollo, es un amplio
cuestionamiento con respecto a cuál
es la conducta moral a seguir en situaciones
límites. Responder con el pacifismo
frente a formas de crueldad insospechadas,
o con la omisión que también
tiene consecuencias, o hacer justicia
por mano propia. Bier deja planteadas
estas interrogantes para el espectador.
Hay que destacar las muy significativas
performances de los jovencitos,
interpretados por Markus Rygaard y William
Johnk Nielsen.
Si sólo con la muerte se descorren
los velos, en tanto durante el transcurso
de esta vida, las imágenes de los
niños africanos que agradecen la
abnegada vocación de Persbrandt,
no deja de ser conmovedora. Su punto de
vista ilumina el film, más allá
del escepticismo final que se apodera
de su rostro, respecto de la desesperada
orfandad de la condición humana.
P. M.