
                                        
                                        Título original: Flacas 
                                        vacas
                                        País y año de producción: 
                                        Argentina / Uruguay, 2012
                                        Dirección: Santiago 
                                        Svirsky
                                        Guión: Verónica 
                                        Perrotta
                                        Con: VP, Jenny Goldstein, 
                                        Paula Guía, Darío Campalans, 
                                        César Troncoso
                                        Duración: 85 minutos
                                        Calificación: 
                                        No apta para menores de 18 años
                                        Género: Comedia 
                                        / Drama
                                        Sitio Web: http://www.lavoraginefilms.com/peliculas/flacas-vacas/
                                        
                                        
                                        
                                        
                                        
                                        
                                        
                                        
                                        
                                        Reseña argumental: El 
                                        universo de la amistad femenina en una 
                                        irónica y divertida comedia sobre 
                                        cómo sobrevivir a unas inesperadas 
                                        vacaciones con las amigas de siempre… 
                                        que ya no son las mismas.
                                      
                                      
                                        NUBOSO Y CON OCASIONALES TORMENTAS
                                      Flacas vacas (2012) 
                                        es una película uruguaya (en realidad, 
                                        una coproducción entre Argentina 
                                        y Uruguay) pero su tema es universal. 
                                        Y así parece dejarlo bien claro 
                                        su director, Santiago Svirsky, desmarcándose 
                                        de típicos costumbrismos y concentrándose 
                                        en el seguimiento a un grupo de amigas, 
                                        durante un fin de semana en un tranquilo 
                                        balneario de Canelones.
                                      Una de ellas (interpretada por la también 
                                        guionista Verónica Perrotta) está 
                                        separada de su marido, con el que mantuvo 
                                        una relación que no funcionó 
                                        pero al que igual sigue añorando. 
                                        El paso del tiempo no ha hecho más 
                                        que ahondar su sentimiento hacia él, 
                                        algo que sus amigas siguen sin entender 
                                        mucho y que el espectador podrá 
                                        medir cuando este personaje totalmente 
                                        imprevisible haga su aparición. 
                                      
                                      El grupo se termina de componer con las 
                                        otras dos amigas (la más joven, 
                                        un tanto ingenua y precipitada; la otra, 
                                        mucho más estable y madura) y por 
                                        la repentina llegada de una pareja de 
                                        mujeres, con antecedentes atemorizantes 
                                        en lo que respecta a poder pasar unas 
                                        vacaciones sin sobresaltos.
                                      Claro que luego se van sumando otros 
                                        personajes de la zona, además de 
                                        situaciones que también permiten 
                                        descubrir los fantasmas e inquietudes 
                                        que se esconden detrás de esas 
                                        mujeres. Ya desde los primeros segundos 
                                        de la película, la cámara 
                                        se pone en el lugar de una protagonista 
                                        que deambula como sin rumbo por un contexto 
                                        donde todo es alegría y festejo. 
                                        Esa nebulosa parece como disiparse momentáneamente 
                                        ante el encuentro inesperado con sus viejas 
                                        amigas, con las que solía ir de 
                                        vacaciones, y con las que ahora vuelve 
                                        a planificar una salida. El malestar, 
                                        sin embargo, trata de disimularlo aunque 
                                        no puede.
                                      En el atento e inteligente libreto de 
                                        Perrotta importa mucho más el tema 
                                        de la amistad femenina y su consecuente 
                                        estudio de caracteres, que la serie de 
                                        sucesos que transcurren en sí. 
                                        El enfoque que realiza la película 
                                        es bastante agridulce; hace transitar 
                                        a sus personajes principales por varios 
                                        matices, donde no faltan encontronazos, 
                                        discusiones, un poco de nostalgia (el 
                                        pasado en ocasiones gravita mucho más 
                                        que el presente), buenos y apacibles momentos, 
                                        más otros bastante delirantes, 
                                        donde la comicidad y en especial el humor 
                                        negro se hacen sentir.
                                      El revoleo que se produce llega a niveles 
                                        tan impensados que la pareja de lesbianas, 
                                        con su espontaneidad y alborotos varios, 
                                        termina siendo la más centrada, 
                                        o la que mejor se perfila como para tomar 
                                        distancia y ver con cierto raciocinio 
                                        lo que al final acontece, y ese proceso 
                                        está muy bien llevado a la pantalla 
                                        por su realizador Santiago Svirksy; la 
                                        amistad ya no es la misma de antes.
                                      El resultado es parejo en todos los rubros. 
                                        Flacas vacas registra 
                                        a veces con sutileza lo que pasa ese fin 
                                        de semana en Jaureguiberry, y cuenta con 
                                        un libreto bastante sólido; en 
                                        ocasiones luce hasta como improvisado, 
                                        algo que le da más realismo a la 
                                        película todavía y que lleva 
                                        a una intensidad mayor en personajes muy 
                                        bien interpretados, donde sobresalen Verónica 
                                        Perrotta y una vez más Jenny Goldstein, 
                                        esa misma actriz que viéramos brillar 
                                        en Joya (2008) de Gabriel 
                                        Bossio, una película que mereció 
                                        mejor suerte.
                                      La banda sonora también tiene 
                                        su participación, reflejando estados 
                                        de ánimo y situaciones, a través 
                                        de temas como los de Fernando Cabrera 
                                        o Jorge Nasser, un duelo que se lleva 
                                        con gracia hacia las protagonistas principales.
                                      La película llevó mucho 
                                        tiempo y sacrificio en su producción, 
                                        es modesta y sobre todo transparente. 
                                        No es poca cosa.
                                      AY