
Título original: Shi
País y año de producción:
Corea del Sur, 2010
Dirección: Lee
Chang-dong
Guión: Lee Chang-dong
Con: Yun Jeong-hie, Lee
Da-wit, Kim Hira, Ahn Nae-sang, Park Myeong-shin
Duración: 115
minutos
Calificación:
No determinada a la fecha de estreno
Género: Drama
Sitio Web: http://diaphana.fr/film/poetry
Reseña argumental: Lo
que cuenta esta película es la
historia de una anciana con principio
de Alzheimer que se anota en un curso
para aprender a escribir poesía.
El film ha sido descrito como el empeño
en retratar a una persona que va perdiendo
palabras por circunstancias por encima
de su control, pero que busca otras nuevas
para revelar este mundo. La necesidad
de ocuparse de un nieto adolescente y
alguna tragedia cercana obligan a la protagonista
a aferrarse a la vida, a no perder contacto
con la realidad, y a tomar cartas en un
asunto extremo: el nieto se ve involucrado
en un caso de violación múltiple,
y seguramente sea culpable. La película
expone cómo los lazos familiares
suelen ser, en algunos casos, más
fuertes que los principios y de qué
manera una persona puede llegar a emprender
acciones impensables.
POESÍA NECESARIA
En un mundo globalizado, donde la banalización
de la cultura se acrecienta día
a día, donde los valores humanistas
van en debacle, y están muy lejos
de sustentar el entretejido social, aparece
casi como escondido, en el Trigésimo
Festival Cinematográfico Internacional
del Uruguay, el film coreano Poesía
para el alma, premiado en Cannes
por su guión, y muy elogiado por
la crítica internacional.
Su director, Lee Chang-dong, no sólo
se arriesga con un tema dificultoso, la
incipiente enfermedad de Alzheimer que
padece su entrañable protagonista
(en la magistral performance
de la actriz Yun Jeong-hie), sino con
la búsqueda de la poesía
- de la belleza significativa de las palabras
-, en el contexto de su heroica senilidad
como eje cathártico, de quien lleva
además un doloroso secreto a cuestas;
el de su nieto, a quien mantiene en soledad
y que ha cometido junto a otros adolescentes,
un hecho moralmente repudiable, que lentamente
su emocionalidad sin estridencias, deberá
resolver.
El punto de vista del realizador abre
su film silente con la imagen del agua
que "esconde" un cadáver,
y lo cierra con la misma imagen del agua
que es mirada y esconde tal vez lo que
no se ve, una forma de la trascendencia.
En el devenir fílmico se acentúan
los sonidos, por ejemplo de la naturaleza,
siendo apenas audibles, los de la banda
sonora casi inexistente, por momentos.
El film es poesía pura en su puesta
en escena, en sí mismo, en sus
sutilezas, en los colores con los cuales
viste a la muy coqueta y bella Mija, en
el taller de poesía al cual asiste,
en las lecturas de las poesías
de otros compañeros más
jóvenes, que desnudan sus almas
a través de lo lírico.
Mija sigue con atención las enseñanzas
de su maestro en relación al tema
de la creación literaria, y finalmente
encontrará las palabras justas
para la concreción de su "único"
poema. También debe atender a un
agonista mayor y enfermo en su aseo, que
será una clave fundamental próximo
al desenlace.
El director muestra con sabiduría,
la mentalidad de los padres que quieren
ocultar el hecho ominoso - la violación
y muerte de la jovencita perpetrada por
cinco adolescentes, entre los cuales se
encuentra su nieto - con el dinero; y
así acallar a su madre que no ha
hecho la denuncia a la policía,
de un hecho tan salvaje. Otros poderes
sociales, como la escuela, miran para
el costado, y el periodismo se canaliza
por la vía del sensacionalismo,
y también se compra. Todo se torna
inescrupulosamente vendible.
Sólo Mija calla y piensa, y a partir
de un momento clímax se jugará
por la verdad desnuda, más allá
de su aparente fragilidad.
Y así como puede plasmar por primera
vez un poema, que dice mucho acerca de
su cristalina interioridad, el quehacer
poético será el camino esclarecedor
de lo perverso, de lo siniestro, y su
última elección redentora.
Lee Chang-dong y Yun Jeong-hie han entregado
al espectador una lección de vida
y de arte cinematográfico con un
pulso dramático, lírico
y liberador, pocas veces logrado. El film
es arte y ética con mayúscula.
Es imprescindible para el alma.
P. M.