
Título original: Zero
Dark Thirty
País y año de producción:
Estados Unidos, 2012
Dirección: Kathryn
Bigelow
Guión: Mark Boal
Con: Jessica Chastain,
Joel Edgerton, Chris Pratt, Kyle Chandler,
Jennifer Ehle
Duración: 157
minutos
Calificación:
No apta para menores de 18 años
Género: Drama
/ Histórico / Thriller
Sitio Web:
http://zerodarkthirty-movie.com/
Reseña argumental:
Thriller sobre la operación militar
que acabó con la vida de Osama
Bin Laden, líder de Al Qaeda. El
título original, Zero Dark Thirty,
hace referencia a la hora: las 00:30 de
la madrugada del 1 de mayo de 2011, momento
en que el comando "Seal" de
los marines penetró en la residencia
de Bin Laden en Pakistán, para
eliminar al hombre más buscado
de la historia.
La directora Kathryn Bigelow es conocida
por trabajos como Días
extraños (1995),
K-19 (2002) y Vivir al
límite (2008), entre otras.
El guionista Mark Boal estuvo en los libretos
de La conspiración
(Paul Haggis, 2007) y Vivir al límite.
A SANGRE FRÍA
"La noche más oscura"
El film de la directora estadounidense
Kathryn Bigelow, La noche más
oscura (Zero Dark Thirty), se
presentó desde su filmación
como un quehacer polémico, ya que
su tema es nada menos que el operativo
montado por la CIA para encontrar a Osama
bin Laden, una de las figuras más
elusivas, casi mítica de la red
terrorista de Al Qaeda, con la finalidad
de darle muerte de inmediato.
Bigelow había adquirido notoriedad
con el film Vivir al límite
de 2008, que obtuviera el Oscar a mejor
película y dirección en
2010. The Hurt Locker
tenía por escenario la demencial
ocupación de Irak por el ejército
estadounidense en 2003, y la defensa de
los iraquíes, organizando una suerte
de resistencia a la manera de guerra de
guerrillas. La directora centró
su opus en el personaje de un norteamericano,
desactivador de bombas iraquíes,
junto a su escuadrón bélico,
en su día a día, con un
antihéroe encarnado por Jeremy
Renner. El agonista en su adicción
letal a la guerra como una droga, en su
alienación mental, en su pensamiento
casi circular, dejaba al espectador planteadas
en su ambigüedad, varias interrogantes
morales.
La "heroína" de
La noche más oscura, interpretada
por la actriz Jessica Chastain, tiene
algunos puntos en común con Jeremy
Renner, en cuanto a la esfera psicológica.
Son personalidades obsedidas totalmente
por la misión elegida, no pueden
salir por un momento a un afuera más
luminoso, y menos aún cuestionarse
sus posturas frente al sinsentido de la
guerra y/o de la violencia.
El breve diálogo que mantendrá
Maya - Chastain con el jefe de los servicios
de inteligencia, en el devenir cinematográfico,
- un genial James Gandolfini -, lo dice
todo. Ella le expresa que desde su adolescencia
integra los cuadros de la CIA, y se ha
detenido con gran interés en el
estudio e investigación del musulmán
sunita Wahhabi, por
ende yihadista, que apoyara el
uso de la violencia en forma de yihad
(guerra santa), para combatir las injusticias
perpetradas por Estados Unidos, y en ocasiones
por países occidentales contra
el mundo árabe, el cerebro fantasmático,
autor intelectual de la organización,
conocido como Osama bin Laden.
Se necesitaría la apoyatura de
un historiador para ver en profundidad
las caras y contracaras de este tema,
ya que desde otrora se ha venido desarrollando
un interjuego perverso, sórdido
entre el fundamentalismo islámico
y el imperio del Norte y sus aliados.
En aras de salvar a la humanidad del extremismo
islámico, se han creado gobiernos
títeres corruptos pro-occidentales,
se les ha vendido armas y tecnología
estadounidense a los países islámicos,
como para que así fuera posible
en gran medida la guerra del Golfo (1990),
atacando a Irak ya derrotada en 1991;
y en 2003 se la vuelve a invadir, esgrimiendo
por el Pte. Bush - hijo argumentos falsos.
Millones de dólares dio Estados
Unidos a la resistencia afgana - favoreciendo
al resistente Osama Bin Laden, que como
tal, fuese entrenado por la CIA -, cuando
los soviéticos invadieron Afganistán
(1978-92), y un largo etcétera
que el paso del tiempo, irá develando
con una mayor perspectiva sobre los hechos.
El personaje de la actriz Chastain, visualiza
con claridad frente a una jefa de la CIA
(mujer con varios hijos, que morirá
entre varios más, durante el proceso
de una investigación, cuando un
bastón lleno de explosivos se apoye
en la gramilla), que es muy difícil
que el fundamentalismo hoy se venda por
dinero, por cuanto es sustentado por una
ideología "deificada".
El film de Bigelow comienza con un plano
en negro, en el cual sólo se oyen
grabaciones de voces desesperadas, alusivas
a los atentados del 11 de setiembre contra
las Torres Gemelas del World Trade Center
de Nueva York, contra el Pentágono
en Washington, y en Pensilvania.
Osama será culpado, sin pruebas
evidentes (confuso video) de los atentados
del 11/9, y ante la negativa del fuerte
bastión Talibán de Afganistán
de entregarlo, el ejército norteamericano
invade el territorio para encontrarlo.
Lo acorralaron en Tora Bora, pero se fuga
posiblemente a Pakistán. Estos
razonamientos últimos son atribuidos
en el film a Chastain en su acertada valoración
de las "pistas".
Barack Obama se ha mostrado molesto por
el escándalo causado por las torturas,
los excesos practicados en las cárceles
de Abu Ghraib, y de Guantánamo,
de aquí que el film registre una
imagen televisiva, en ocasión de
un reportaje, en el cual alega que la
metodología de los apremios físicos
y psicológicos para la obtención
de información, no son utilizados
por su administración.
Pero las imágenes introducen al
espectador en los centros clandestinos
de detención de la CIA, donde se
muestra la tortura física y psicológica
de un islamista saudí, con la finalidad
de obtener información sobre otros
atentados vinculados a Al Qaeda. El espectador
no puede otra cosa que sentirse desgarrado.
Maya - Chastain presencia las torturas
realizadas por otro compañero de
la CIA, y supera una primera vacilación
y desacomodo, llegando a explicitarle
a la víctima que la finalidad de
los métodos es encontrar la verdad,
que en definitiva son ellos los que eligen
esta metodología.
Son escenas durísimas, que sacuden
moralmente al espectador, puesto que el
límite de los apremios está
siempre en el torturador y no en quien
lo sufre o padece, más allá
que se trate de un integrante de una célula
terrorista.
Todos los agonistas del film son seres
especiales, oscuros, porque ninguno opina
de llevar la investigación por
otros caminos. Jason Clarke como Dan,
rivaliza con Chastain en estos primeros
minutos de horror. Pero luego que le matan
a sus monitos enjaulados, con los cuales
comparte sus helados - una extraña
excentricidad escapista de ese infierno
-, decide "alejarse" por un
tiempo.
Bigelow y su guionista Mark Boal le han
conferido al film una entonación
casi documental, con un muy buen manejo
de la tensión y del ritmo narrativos
en su frialdad, en su distanciamiento,
en su cierta "asepsia" sin anestesia.
Chastain continuará con gran energía
la investigación y llegará
a descubrir al mensajero de Bin Laden,
mediante un prisionero totalmente quebrantado.
El mensajero es un personaje que cambia
de lugar constantemente entre áreas
cercanas, y hace sus llamadas, sus contactos
desde su auto, utilizando un celular.
Jóvenes pakistaníes armados,
impiden la captura de esta pieza clave,
en una escena fílmicamente muy
bien resuelta.
Chastain logra dar, no sin represalias,
con la casa fortificada en la cual vive
Osama junto con su familia. Está
situada en Abbotabad, a 60 kms. de Islamabad,
en el norte pakistaní. Comienza
para Jessica la ansiosa espera del día
y la hora de la captura. No se da tregua
a sí misma, ni a sus jefes.
El Presidente Obama resolvió con
la CIA, que no se bombardeara el lugar,
y así un equipo de élite
- los Navy Seals -, llevará a cabo
durante la noche del 1º de mayo de
2011, lo que se dio en llamar el operativo
"Gerónimo".
Si hay una secuencia donde se intensifica,
incluso a través del color, el
"realismo documental", y también
los tópicos antiheroicos del comando,
es la del arribo al búnker del
hombre más buscado de la historia.
El comando asolará a una familia
que estaba desarmada, que sólo
tenía colgada un arma en la pared.
Se me pasó por la mente un diálogo
de una película de Tarantino: "-¿Qué
se siente al matar a un hombre? / -Nada".
A Bin Laden se le dará un tiro
en el pecho y otro en la cabeza.
Jessica Chastain procederá al
reconocimiento del cadáver, cuya
imagen no es mostrada al espectador. Se
retira del lugar y es transportada en
su soledad, ahora sí absoluta,
en un avión de carga a alguna parte.
El film de Bigelow tiene cinco nominaciones
al Oscar: como mejor película,
mejor guión, mejor actriz (Jessica
Chastain), mejor edición, mejor
sonido. Basado en gran parte en hechos
reales, es un film muy controversial,
en la dimensión ético-jurídica
a la cual no trasciende. Cuestiona la
conciencia del espectador, en una suerte
de "noche oscura del alma".
P. M.