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PROFESOR LAZHAR


Título original
: Monsieur Lazhar
País y año de producción: Canadá, 2011
Dirección: Philippe Falardeau
Guión: Philippe Falardeau, basado en la obra de Évelyne de la Chenelière
Con: Mohamed Fellag, Sophie Nélisse, Émilien Néron, Marie-Ève Beauregard, Vincent Millard
Duración: 94 minutos
Calificación: No apta para menores de 12 años
Género: Comedia / Drama
Sitio Web: http://www.monsieurlazhar.com/





Reseña argumental
: Bachir Lazhar, un humilde maestro de primaria de origen argelino de 55 años, es contratado en un colegio de Montreal para sustituir a una colega que ha fallecido trágicamente. Allí en la escuela entrará entonces en contacto con un grupo de adolescentes que, dado el terrible suceso y la pérdida de su maestra anterior, están obsesionados por el misterio de la muerte.

La película estuvo nominada al Oscar 2011 como Mejor Película en Lengua No Inglesa.


MAESTRO DE VIDA

"Profesor Lazhar"

El film Profesor Lazhar del director canadiense Philippe Falardeau, obtuvo veintiocho premios internacionales, y fue nominado al premio Oscar como mejor película de lengua no inglesa, en el 2011. No es para menos, en mi recuerdo llevó al film Madadayo (1994) del gran maestro japonés Akira Kurosawa, porque en los dos films encontramos como protagonistas a "uno de aquellos profesores buenos de verdad, que no parecen ser profesores", porque han trascendido el modo de enseñar para llegar a impartir una reflexiva, humana, lección de vida a sus alumnos.

El profesor Lazhar (notable actuación de Mohamed Fellag), llegará a una escuela de Montreal para ofrecer sus servicios como pedagogo, diciendo haber tenido una larga experiencia como tal en Argelia, de donde es oriundo.

La comunidad educativa ha padecido un hecho trágico, traumático, ya que en las primeras imágenes un niño descubre una escena estremecedora, el suicidio de su maestra en su salón de clase. La cámara enfoca los pies en el vacío, la mirada de Émilien Néron, el pasillo, la contención de los niños que vuelven a sus aulas, en tanto se oye el bullicio de los otros compañeros, que aún están en el recreo. La resolución de esta escena es magnífica en su postulación cinematográfica.

Lo ocurrido tratará de atenuarse por la autoridad del instituto, pero tiene por consecuencia que ningún maestro canadiense quiera hacerse cargo del grupo de niños sobre el que se ha ejercido una gran violencia tal vez inconsciente. De modo que el inmigrante Lazhar se hará cargo del mismo. Imágenes nevadas están en correlato con la frialdad del suceso ocurrido.

Comenzará a hacerse el retrato del profesor, un hombre solitario del cual el espectador se irá enterando que lleva tras sí, la muerte de su mujer e hijos por un conflictivo hecho que se irá develando en el devenir fílmico; un incendio no accidental sino buscado, de carácter político, que lo dejó en total soledad, teniendo que buscar refugio en el extranjero como inmigrante.

El dolor profundo no le es ajeno, de aquí que pueda entender los que otros banalizan de algún modo, o esquematizan o tratan de ocultar.

Su metodología educativa es heterodoxa, oscila entre lo tradicional y lo revolucionario. Apela a novelas de Balzac o de Jack London o a las fábulas de La Fontaine, creando un vínculo muy personalizado con sus asombrados discípulos.

Ya de por sí el grupo es étnicamente muy heterogéneo, puesto que está constituido por niños provenientes de diferentes continentes, a los que hay que integrar. Lazhar piensa con acierto para el espectador (no para la dirección y algunos padres afines), que lo primero que tiene que abordar es el tema del suicidio de la maestra, con los que fueron y ahora son sus alumnos. Así les propone una composición sobre los sentimientos que les despierta la escuela. Aquí juega un papel fundamental, una niña muy lectora, solitaria (entrañable actuación de Sophie Nélisse), y lo que ha escrito respecto de su hermosa escuela, sin obviar lo esencial, que la maestra los dejó, y se fue sin despedirse.

Los niños psicológicamente se han sentido abandonados y culpables. Además, el no poder hablar de lo acontecido, no es para nada liberador. Lazhar utiliza una suerte de "mayéutica" socrática, para conseguir que los niños hablen de lo que les ha sucedido. Precisamente Émilien Néron, tiene problemas familiares, y era frecuentemente apoyado por la maestra a quien amaba y por momentos rechazada. Fue quien vio lo fatídico (hay coincidencias extrañas en cuanto a la hora de la fatalidad), y en un segundo momento aparecen los ojos-testigos de Sophie, su amiguita.

Una foto que tomara de su maestra viva, la hace circular entre sus pares. Posiblemente sea un indicio de su consternada interioridad, una contracara agresiva para paliar el dolor. Su ángel protector fue terrible, lo desajustó en su inocencia, en su frescura vital.

No es fácil para los niños tener que asumir la muerte de alguien a quien amaron y ejerció una violencia contra sí misma y contra los alumnos.

De aquí que la tarea moral emprendida por Lazhar es titánica. Tiene que atender en su singularidad a cada uno de sus alumnos, con sus defectos a enmendar y con sus virtudes a resaltar, sin dejar de lado las emocionalidades inter-grupales que se ponen en juego. Y enseñarles a crecer con el dolor, sin culpas ni agresiones vicarias. Les revisa hasta sus escritorios cuando no están en el aula, porque a través de los objetos que guardan, expresan los quebrantos de su afectividad., de su interioridad psíquica, fracturada, shockeada.

El film plantea una muy sutil relación dialéctica entre el profesor y los alumnos que se pone en escena y así el tímido Lazhar llegará a bailar en soledad, la música de sus ancestros que lleva en su alma, antes de integrarse muy fugazmente a una festividad escolar.

Lazhar tendrá que irse, pero antes se despedirá en un desenlace conmovedor y ejemplarizante. El abrazo con su alumna favorita, es un símbolo del tiempo estudiantil que volverá a recomponerse en cualquier lugar y podrá vencer a todo obstáculo posible. Los niños han aprendido a conocerse a sí mismos, y podrán orientar las brújulas de sus vidas hacia la luz.

La calidez y luminosidad del film llega al espectador con su fotografía, con su banda sonora, con su maravilloso elenco infantil (que está en el umbral de la adolescencia), con un Monsieur Lazhar que se entrega con amor, y poesía con el fin de ayudar a esa población en vías de crecimiento a vivir con la pérdida, para que la crisálida devenga en mariposa de sueño. El libreto es una recreación del director Falardeau que se basa en la obra teatral, "Bashir Lazhar" de Évelyne de la Chenelière.

Dejarlo pasar sería casi un pecado mortal o algo semejante.

P. M.



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