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De Kevin Smith, Jay y el Silencioso Bob           
BIENVENIDOS A SMITHLANDIA

por Flavio Lira (julio, 2002)




Si por "autor", en cuanto a cine se refiere, entendemos a un director con un mundo sumamente personal, que se repite de película en película, entonces Kevin Smith es un realizador que encaja perfectamente en el término. A lo largo de sus cinco trabajos, Smith repite personajes y situaciones. Y si uno de ellos, "sumamente personal", sería una especie de CD ROM del director, en el que todos los tópicos que hemos visto en sus obras anteriores se muestran total y conscientemente, entonces Jay y el Silencioso es su film más íntimo.

O no tanto. Al igual que Banda en fuga (Mallrats, 1995), la segunda, un tanto fallida secuela de su "Trilogía de Nueva Jersey" - también compuesta por Cajeros (Clerks, 1994) y La otra cara del amor (Chasing Amy, 1997), Jay... es una película más enmarcada en la comedia tradicional, en la parodia estilo La pistola desnuda (The Naked Gun, 1987), donde millones de trabajos son citados y burlados, aparte de múltiples referencias a la cultura pop americana. Pero esta nueva realización de Smith es un objeto mucho más complejo que eso.


A pesar de contener varios de los personajes de sus obras anteriores, especialmente de la "Trilogía de Nueva Jersey", estos tres films mantenían otras similitudes que Jay... no tiene. La amistad masculina, el machismo oculto, la educación católica inculcada a fuego. Y, sin embargo, secretamente en sus personajes, la visión de la mujer como virgen o prostituta pasaba de película a película, y no sólo el hecho de que Jay y Silent Bob estuvieran en cada una de ellas. Lo que comparte con las mismas es la autorreferencia.

Muchas situaciones que se planteaban en Cajeros vuelven a aparecer en Banda..., y Jay y Silent Bob - los protagonistas de este film - siempre fueron figuras secundarias, generalmente humorísticas en su obra. No obstante, la autorreferencia alcanzo un pico gigantesco en La otra cara.... En éste, sin duda el mejor trabajo del realizador, el personaje de Holden era un espejo de su propio creador, que confesaba no estar del todo contento con los comics que estaba creando (referencia a Banda..., obra que no es mala en absoluto, pero de la cual su creador reniega) y que quería regresar a hacer algo tan personal como el primero (referencia a Cajeros, el film más personal de director junto a La otra cara...). Al final de la película Holden le entrega a su amor perdido, Alyssa, su nueva historieta, que habla acerca de la relación con ella. Ese comic es justamente Chasing Amy, título original del trabajo de Smith.

Cajeros
Banda en fuga
La otra cara del amor
Dogma

La escena que le da el título a la obra. En ella Holden se encuentra con los seres verdaderos que inspiraban a su comic, "Bluntman and Chronic", o sea Jay y Silent Bob. En ese mismo tono - no de escena, sino de referencia - recorre entero a su nuevo film. Aquí aparecen Randall y Dante (el dúo masculino de Cajeros), Brodie (el personaje encarnado por Jason Lee en Banda...) y los cuatro protagonistas de La otra cara...; Holden, Alyssa y Banky, más la atractiva figura secundaria de Hooper LaMont. Por eso se convierte en una obra difícil de analizar. Demasiado metido en su propio mundo como para ser catalogada como una simple parodia - lo cual no sería nada de malo -,  demasiado afianzado en el chiste fácil como para pasar por el film más personal de su creador, la película, en teoría, no le gustaría ni a los fanáticos de Smith ni lograría ser comprendida del todo por aquellos que nunca vieron ninguno de sus trabajos.

La trama de esta obra, resumida, es la siguiente: Jay y Silent Bob se enteran de que los personajes de comics inspirados en ellos van a ser llevados al cine y como nadie les pagó los derechos por utilizar su imagen deciden ir a Hollywood a reclamar el dinero. En el camino se encuentran con varios de los personajes de los otros films de Smith, con unas atractivas ladronas internacionales de joyas, una de las cuales se enamora de Jay - pobre muchacha - y son perseguidos por el FBI. Esto le da pie a Smith para hacer muchas citas, referencias y burlas a películas que varían desde sus propias trabajos, incluido este mismo, pasando por E. T.: el extraterrestre (Steven Spielberg, 1982) hasta En busca del destino (Gus Van Sant, 1997). Ésta última, en particular, es la que le da pie a uno de los mejores chistes del film. 

A pesar de que una película debería verse alejada de su contexto, como un trabajo individual, si se mira la coyuntura en la cual esta obra esta enmarcada, se entiende mucho mejor. Smith ha declarado varias veces de que Jay y el Silencioso Bob es el último film en el cual aparecerán dichos personajes, y según circulan los rumores, la próxima película del director tendrá más en común con sus mejores trabajos - o sea, La otra cara... y Dogma (1999). Justamente, el fracaso económico de esta obra quizás lo haya impulsado a ir a un terreno más familiar, conocido.

Entonces, este film es una despedida sentida, hermosa, de esos personajes absolutamente maravillosos que conocemos como Jay y Silent Bob. Dos personas que son la antítesis absoluta, una de la otra, pero que sin embargo serán amigos de por vida. Siendo uno seguidor incondicional de Kevin Smith, seguramente sus nuevas películas, siempre y cuando cumplan con la promesa de ser parecidas a las dos anteriores a este opus, van a gustar mucho. Seguramente se extrañará bastante a Jay y especialmente a Silent Bob, y ni qué hablar de todos sus otros personajes que aparecen juntos cerca del final, en la mejor escena de la película. Pero Smith, aparentemente, esta madurando. Y como lo probaba La otra cara..., eso puede ser doloroso.


JAY Y EL SILENCIOSO BOB (Jay and Silent Bob Strike Back) - Estados Unidos, 2001 - Guión y dirección: Kevin Smith. Con Jason Newes, Kevin Smith, Ben Affleck, Shannon Elizabeth, Jason Lee, Will Ferrell, Chris Rock, Judd Nelson, Carrie Fisher, Seann William Scott. Duración: 104 minutos. Calificación: No apta para menores de 12 años. Editó: RBS Video



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