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De Sofía Coppola, Las vírgenes suicidas 

EL MISTERIO DE LAS HERMANAS LISBON

por Flavio Lira (junio, 2002)



En el artículo "Lit Cigarettes: The 90's", publicado en enero de 2000 en el sitio web Senses of cinema www.sensesofcinema.com, el crítico Adrian Martin hacía un catalogo de lo que él veía común en el cine de los ´90, incluso del que a él le gustaba. Dentro de ese catálogo entraba lo que dio en llamar "The All knowing  Unknowing", algo así como "El desconocimiento que sabe todo".  Martin se refería a Kevin Williamson, "Scream" (Wes Craven, 1996) y "South Park" (Trey Parker y Matt Stone, 1999); películas, directores y guionistas autoreferentes, que dan por hecho que todo el mundo conoce la cultura pop, que ya no hay misterios para investigar. O mejor dicho, que las tramas de esas películas se basaban en la cuestión de cuan explícita es la referencia. Esto disgustaba a Martin, que prefería el cine de Chabrol, Egoyan y Cronenberg, o sea, cineastas que no dejan que sus protagonistas - y sus espectadores - sepan todo lo que va a pasar, que no dejan entrar la cultura pop a sus películas, y que el misterio incluido en sus films no es revelado a medias hasta el final, si es que alguna vez llega a revelarse.

La excelente ópera prima de Sofía Coppola, Las vírgenes suicidas, es una obra cuya trama encierra un misterio: ¿por qué se suicidaron las hermanas Lisbon? Esa interrogante nunca es contestada, y la estructura misma del largometraje contribuye a incrementar dicha incógnita.

Antes de ser un trabajo acerca de las hermosas hermanas Lisbon, Las vírgenes... es un film acerca de la idealización de ellas por parte de los vecinos adolescentes. Y la misma es construida en base a lo muy poco que se sabe sobre las chicas. Se trata de cinco hermanas (aunque pronto en la película el número baja a cuatro) que son, básicamente, prisioneras de sus padres (o, mejor dicho, de una madre represiva y un padre sin personalidad), que viven aisladas en su hogar y que han recreado un mundo propio del cual nadie más forma parte. Coppola (Sofía) nos pone del lado del narrador del film, alguien que no pertenece al centro del conflicto. De esta forma, la obra se arma a partir de lo ajeno, dando una solución inusual e inteligente al problema, que plantea contar una historia en la que nadie, salvo los personajes que han muerto, saben el por qué de su resolución. 




Sofía Coppola dando instrucciones a Kirsten Dunst en Las vírgenes suicidas.




La construcción de estas "vírgenes suicidas", hecha por los "protagonistas" adolescentes de la película, es la misma que la del film. Al igual que en las obras de Terence Davies o en casos como el de Felices juntos (1997) de Wong Kar Wai (y a pesar de que estos directores manejen una estética sumamente diferente a la empleada por Sofía Coppola), Las vírgenes... se estructura a través de fragmentos. Y estos pueden provenir tanto del diario de una de las hermanas, como de testimonios de gente que estaba un tanto afuera del conflicto. Son muy pocas las veces que entramos al hogar de la familia Lisbon, y generalmente lo hacemos a través de intermediarios, ya sea el cura que viene a avisarle a la madre de la familia que ha fichado la muerte de su hija Cecilia, como accidente en vez de suicidio, o del pretendiente de la más subversiva (o la que tiene más protagonismo en el film) de las hermanas, Lux (Kirsten Dunst, desde ya una muy buena actriz).

La referencia a Terence Davies no es casual. Según las tres películas que han sido exhibidas en Uruguay; Voces distantes, imágenes quietas (Distant voices, still images, 1987; estrenada en Cinemateca en 1993), El mejor de los recuerdos (The long day closes, 1992; editada directamente en video) y La Biblia de neón (The neon Bible, 1995; exhibida en televisión para abonados), se puede asegurar que Davies es un director que utiliza la constante de la memoria. Sus films están estructurados alrededor de objetos banales o comunes y escenas más parecidas a fotografías que usan el recurso de la música y de la canción popular para activar el recuerdo (especialmente en Voces... y El mejor...). Sofía Coppola usa recursos similares en su film. En cierto punto el narrador (una voz en off muy bien utilizada de Giovanni Ribisi) dice que las hermanas Lux se convirtieron en "la lista más trivial de hechos mundanos". Aquellos detalles, a primera vista insustanciales, obtienen una importancia inmensa, porque son lo único que mantiene fresco el recuerdo de esas cinco hermanas. Son las cosas a las que los personajes masculinos se aferran, pensando que hay una clave para entender algo que siempre se les va a escapar.



Otro valor notable de la película es la forma en que esta narrada, con un tono sobrio, un tanto frío y tranquilo. Aquí no hay catarsis explosivas ni diálogos emotivos que puedan llegar a tocar el "corazón de la gente". Las vírgenes... tampoco quiere ser un análisis "sociológico" del suicidio entre adolescentes, de la manera en que lo haría un flojo telefilm, algo que, a pesar del aire de extrañeza que respiran ciertos pasajes de la película, la convierte en un trabajo mucho más realista de lo que parece. También es extremadamente interesante la reconstrucción de época, que escapa a los lugares comunes en los cuales caen la mayoría de las obras ambientadas en los 70's. Si bien Sofía Coppola da nota de la hipocresía y el chusmerío del ambiente, y teniendo en cuenta que buena parte de las canciones que se escuchan en el film son de música disco, parece querer quedarse con las imágenes bucólicas y un poco cursis de esa década, pero no para parodiarla, sino para rescatar una hermosura oculta y olvidada (también recalcada por la banda sonora del grupo francés Air), sin ningún tipo de miedo al ridículo.

Al final del film ningún misterio ha sido revelado. El motivo, la causa que hizo que Mary, Therese, Bonnie, Lux y Cecilia hayan muerto no es explicada. Podemos discutir muchas teorías, pero nunca sabremos la realidad. Eso nos deja como los varones enamorados de las Lisbon, que nunca podrán olvidarlas. Y que ese misterio e incertidumbre no moleste resulta una señal de gran inteligencia por parte de su directora.



LAS VÍRGENES SUICIDAS (The Virgin Suicides) - Estados Unidos, 1999. Dirección: Sofía Coppola. Guión: Sofía Coppola, basado en la novela de Jeffrey Eugenides. Con Kirsten Dunst, Josh Hartnett, Kathleen Turner, James Woods, Scott Glenn, Danny de Vito, Giovanni Ribisi. Duración: 97 minutos. Calificación: No apta para menores de 18 años. Editó: RONLAY



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