
Es la película que catapultó a los estudios
Disney a transformarse en líder indiscutido
en el terreno de la animación. A pesar
de que Walt Disney (1901-1966) siempre
estuvo un paso adelante de los demás estudios,
como lo demuestra El vapor Willie
(Steamboat Willie, 1928), primer cortometraje
sonoro (que además introducía un nuevo
personaje llamado Mickey Mouse en lugar
de Oswald, the Lucky Rabbit, su primer
personaje), o Árboles y flores (Flowers
and Trees, 1932), primer corto
en colores de la historia, la competencia
en la década del ´30 se acrecentó con
la aparición de algunos destacados personajes
de otros estudios (Porky, Lucas o Bugs
Bunny en Warner Brothers, el Popeye de
la Paramount, El Pájaro Loco - Woody Woodpecker
-, de un ex animador de la Disney - Walter
Lantz - trabajando para la Universal,
los dibujos de Hugh Harman y Rudolf Ising
de la Metro Goldwyn Mayer). Es por eso
que Disney tomó conciencia que la única
manera de crecer era introducirse en el
negocio de las películas, ya que los cortometrajes
sólo funcionaban como relleno para otros
programas importantes (se proyectaban
antes de las películas), por lo que no
generaban los ingresos que Disney pretendía
para ampliar la infraestructura de sus
estudios y seguir brindando ese sano e
inocente entretenimiento dirigido fundamentalmente
a los niños.
La idea
comenzó a tomar forma en 1934, cuando
surgió la intención de adaptar el famoso
cuento de los eternos hermanos Grimm "Blanca
Nieves y los siete enanos" conformando
un largometraje completamente animado
y en Technicolor, con un presupuesto de
alrededor de 500.000 dólares; una locura
en esos años si se tiene en cuenta la
incertidumbre de todo el equipo técnico
por saber cual sería la reacción del público
ante la película animada (¿soportarían
85 minutos de colores brillantes?, ¿serían
creíbles los personajes?, ¿se reirían
los espectadores donde no deben?).
Pero lo
cierto es que terminó costando 1.700.000
dólares, por lo que Disney tuvo que recurrir
a varios créditos bancarios para costear
el presupuesto, jugándosela por completo
en una época de depresión económica generalizada,
algo que lo llevaría a la bancarrota en
caso de producirse un fracaso.
Finalmente,
la película se estrenó en diciembre de
1937, en una avant-première que reunió
a las grandes estrellas hollywoodenses
del momento (cosa insólita tratándose
de una animación), con la incertidumbre
despejada cuando casi al término del film
se escucharon sollozos en la sala seguidos
de una ovación unánime de pie: Walt Disney
lo había conseguido y con el primer largometraje
animado estadounidense.
Blanca
Nieves y los siete enanitos (de David
Hand) fue un éxito de taquilla (recaudó
8.000.000 de dólares) y de crítica. Tanto
así que fue excelentemente doblada en
varios idiomas en todo el mundo, incluso
para Francia y Alemania, donde se llegaron
a cambiar los nombres de las camas de
los enanos.

El Cine Carrasco,
veinte segundos después de que
terminó Blancanieves...
¿Y cómo no iba a ser un éxito? Cuando
se ama lo que se hace, mas allá del afán
de lucro, cuando se tienen en cuenta las
grandes obras de los maestros del cine
(el Nosferatu de Friedrich W. Murnau,
El gabinete del Dr. Caligari de
R. Wiene), de la literatura (Lewis Carrol,
Carlo Collodi, Jacob y Wilhelm Grimm,
H. C. Andersen) y la ilustración europea
(Sir John Tenniel), y se cuenta con genios
de la animación como Walt Disney, Ub Iwerks
y Ben Sharpsteen, entre otros, se obtienen
productos de la más alta calidad, que
demuestran que la clase no se logra con
efectos digitales de última generación,
sino con talento y buena intención a la
hora de la realización. Un caso realmente
penoso (y reciente) fue la ridiculización
que se hizo con varios mitos de Walt Disney
en Shrek (Andrew Adamson y Vicky
Jenson, 2001). A propósito de esto sería
bueno mencionar que uno de los creadores
de DreamWorks (de donde salió Shrek),
Jeffrey Katzenberg, fue despedido de la
Disney en 1994. Eso lo llevó a hacer un
juicio, por el cual ganó varios millones
de dólares en 1999 contra el estudio,
por indemnización. Y no cabe duda de que
Shrek es una respuesta vengativa,
orgullosa y rencorosa contra las grandes
películas de Disney (negar a Walt es demostrar
una ignorancia total respecto a lo que
es el mundo de la animación).
Blanca
Nieves y los siete enanitos es excelente
por donde se la mire. En la fineza y calidad
de los diseños de Blanca Nieves (perfectamente
humanizados; transmiten toda la gracia,
inocencia y frescura de un ser noble)
y de la Reina, en sus dos roles (hermosa
e inescrupulosa por un lado, con todos
los rasgos de la maldad en su rostro,
voz y actitudes, luego de sorber la poción
que la transforma en vieja por el otro);
en los enanos dotados de una personalidad
característica en base a sus nombres y
que se refleja acertadamente en sus gestos.
Si a todo esto le sumamos una historia
notable y bien narrada (con pequeñas diferencias
en cuanto al texto original de los hermanos
Grimm), con un final optimista y perfecto,
podemos concluir que estamos ante una
de las obras maestras del cine mundial
(a pesar que muchos la sigan subvalorando
por tratarse de una película animada).
Estamos
ante un súper clásico para todas las edades
(está realizada pensando en los niños,
aunque debemos admitir que se disfruta
y aprecia mucho más siendo adulto), lo
que nos lleva a criticar fuertemente el
hecho de que esta versión totalmente restaurada
no se haya estrenado en todas las salas
del circuito comercial como merecía. Tan
solo hubo una triste exhibición el día
7 de diciembre de 2001 en el cine Carrasco,
a la cual no fue nadie (Arte7 fue
el único medio presente ),
un hecho algo vergonzoso teniendo en cuenta
el esfuerzo de la compañía RBS, que envió
invitaciones a muchas personas (en el
cine apenas habían 40 personas, incluida
la pequeña Antonia; toda una fenómena
de apenas dos años sentada a nuestro lado).
Para colmo de males quisimos sacar fotos,
pero solo nos dio tiempo de obtener un
par en el exterior, ya que los encargados
de sala apagaron las luces casi instantáneamente.
En fin.
Vale la
pena agregar que la edición en DVD es
estupenda, porque además de poseer una
imagen y sonido surround impecables, incluye
un par de documentales sobre la creación
de Blanca Nieves...,
con comentarios del propio Walt Disney.
En Uruguay cuesta alrededor de 45 dólares,
pero es realmente imperdible.
BLANCANIEVES Y LOS SIETE ENANITOS
(Snow White and the Seven Dwarfs) - Dirección:
David Hand. Adaptación de la historia:
Ted Sears, Richard Creedon, Otto Englande,
Dick Rickard, Earl Hurd, Merrill De Maris,
Dorothy Ann Blank, Webb Smith. Duración:
83 minutos. Calificación: Apta
para todo público. Doblada al español.