UNA PELÍCULA
SOBRE YUGOSLAVIA EN EL MUNDIAL DEL ´30

Desde antes que comenzara el Mundial de Sudáfrica
2010, un proyecto multimedia se estaba gestando
en Serbia: ¡Montevideo, que Dios
te bendiga! (Montevideo, God Bless You!),
basado en el libro homónimo del periodista
deportivo Vladimir Stankovic y que consta, entre
otras producciones, de una serie televisiva y
un largometraje que se están haciendo por
separado pero filmándose al mismo tiempo.
Hasta el momento se presentaron dos exposiciones
fotográficas en Belgrado, se está
planeando una aún más grande para
este año, y por si fuera poco se hará
un documental, una vez que se termine de filmar
la serie y la película.
Este gran
proyecto en producción, de parte de Intermedia
Network de Serbia y que también contará
con filmaciones en Montevideo, tiene como eje
central no solo lo que significó la gesta
deportiva de Yugoslavia en 1930 (entrar entre
los cuatro mejores equipos del mundo) y todo lo
que fue la organización del Mundial, sino
también cómo era vivir en ésa
época. Según el periodista Stankovic,
que actualmente reside en España, "para
una pequeña nación de los Balcanes,
el Mundial del ´30 fue una verdadera epopeya
futbolística. Y queremos rescatarla del
olvido, con el fin de que pueda servir de inspiración
para las próximas generaciones y no sólo
de deportistas".
El libro consta
de cinco capítulos: el tenso y problemático
contexto en la Asociación Yugoslava de
Fútbol, que incluso fuera objeto de un
boicot; la decisión de cómo se llegaron
solamente a incluir jugadores serbios en la selección;
el viaje en tren por Europa y luego en barco hacia
Montevideo; la Copa del Mundo en Uruguay más
el entusiasmo de los inmigrantes yugoslavos en
Sudamérica; y finalmente el recibimiento
preparado en Belgrado para los futbolistas, con
una multitud que esperaba a los jugadores en la
estación de trenes de la capital yugoslava
y que terminó llevándolos en andas
hasta el centro de la ciudad.
UN SUCESO INESPERADO
La hechos de la
serie y la película se sitúan entre
fines de 1929 y setiembre de 1930, un período
que fue visto como de resurrección, luego
de las trágicas consecuencias que implicó
la Primera Guerra Mundial, donde cuatro de los
jugadores del seleccionado perdieron a sus padres,
y a pesar del agitado contexto político
y social en que se vivía. La primera transmisión
de un partido de fútbol en Belgrado aumentaba
aún más el interés en esa
época por el deporte en Yugoslavia, especialmente
por el fútbol.
"Extrañamente,
los más hermosos relatos de nuestra historia
nunca encontraron un lugar en el cine. Ni los
más grandes escritores serbios, con alguna
honrosa excepción, han sido llevados a
la pantalla grande. ¿Por qué será?
No lo sé. De lo que sí estoy seguro
es que esta historia de Yugoslavia en el Mundial
del ´30 es una de las más lindas
que he escuchado. Y este es un momento perfecto
para contarla, y no solamente por el significado
que tuvo en materia deportiva", comentaba
el director de la serie y del film, Dragan Bjelogrlic.
"Cuando empezamos a escribir el guión,
un nuevo y maravilloso mundo se reveló
ante nosotros. Un mundo compuesto por gente común
y corriente que jamás pensó en llegar
a ser lo que al final fue. Jugadores humildes
que fueron respetados e idolatrados. Cuando los
deportes eran practicados por las clases privilegiadas,
este nuevo juego de shorts termino conquistando
a todo el pueblo."
Con Uruguay ofreciendo
el pago de los viajes, la estadía y demás
gastos a todas las delegaciones participantes,
los europeos no estaban a favor de que nuestro
país organizara el Mundial, ya que las
ligas profesionales de algunos países no
querían interponer a sus actividades una
larga travesía en barco para disputar la
primera Copa Mundial de Fútbol. Esto se
sumaba a la crisis económica que el continente
estaba atravesando. A pesar de eso, fueron cuatro
los equipos europeos que finalmente aceptaron
la invitación para jugar el Mundial: Bélgica,
Rumania, Francia y Yugoslavia.
El largo y extenuante
viaje de los yugoslavos comenzó vía
ferrocarril a Marsella, seguido de 16 días
a bordo de un barco francés, que pasó
por Barcelona, Almería, Islas Canarias
y Río de Janeiro, antes de arribar a Montevideo.
A pesar de que para algunos era el primer viaje
marítimo, esos días les sirvieron
para entrenar en el propio barco, trotando y haciendo
gimnasia. Y lo que nadie imaginaba era que con
una pretemporada tan poco exigente, el equipo
yugoslavo llegara a disputar las semifinales de
la Copa del Mundo, ganándole 2 a 1 a Brasil
y 4 a 0 a Bolivia, en fase de grupos, y quedando
eliminado ante Uruguay, al que le empezó
ganando 1 a 0 y con quien al final perdió
6 a 1.
LA NOVELA DOCUMENTAL

Así se ha definido al libro del periodista
Vladimir Stankovic… y posiblemente se lo
defina al documental que se hará, una vez
culminada la filmación de la serie y el
film. Este trabajo repasará lo que fue
el éxito de esa generación de futbolistas
que pasaron a la mejor historia del deporte serbio,
la aventura del viaje a Montevideo, las consecuencias
en el país europeo de esa gran actuación,
y lo que fue de sus vidas luego del Mundial, sin
olvidar a aquellos gestores y visionarios que
lograron que Yugoslavia participara de esa lejana
Copa del Mundo
Hablarán
los descendientes de los jugadores, con participación
de reconocidos futbolistas serbios y periodistas
especializados. Todo respaldado por valioso material
de archivo, que también será parte
de la celebración del octogésimo
aniversario del primer Mundial de Fútbol,
disputado en Uruguay.
La primera participación
de Serbia en una competición oficial se
produjo con motivo del torneo de la clasificación
para la Eurocopa 2008, a la que finalmente no
pudo acceder. Sin embargo, obtuvo el primer puesto
de su grupo en las Eliminatorias para Sudáfrica
2010, lo que le valió la clasificación
directa para dicho Mundial. Yugoslavia fue Medalla
de Oro en las Olimpíadas de Roma, en 1960,
Vicecampeón de la Eurocopa de ese mismo
año, y también obtuvo el cuarto
puesto en el Mundial de Chile, de 1962.
La selección
de Serbia es considerada oficialmente por la FIFA
como la sucesora de Yugoslavia y también
como el equipo que obtuvo el cuarto lugar en 1930.
Sin embargo, se mostrará documentación,
que forma parte de las exhibiciones fotográficas
que se llevan a cabo en Belgrado, donde se prueba
que el combinado europeo había sido distinguido
en su momento y de forma directa con el tercer
puesto, al haber perdido en la semifinal con el
Campeón del Mundo, Uruguay, a diferencia
de Estados Unidos, que había perdido con
el finalista, Argentina, y por el mismo marcador.
Cabe señalar que en el primer Mundial no
hubo partido por el tercer lugar y que, según
cuenta el autor del libro Cuatro semanas en Montevideo:
La historia de la Copa del Mundo de 1930,
Hyder Jawad, Yugoslavia se había negado
a jugar un partido por el tercer puesto con Estados
Unidos, en disconformidad con el arbitraje del
cotejo que había disputado frente a Uruguay.
ZVONIMIR SIMUNEC, DIRECTOR DEL PROYECTO

Arte7 : ¿En
qué medida ha incidido el fútbol
en el sentir popular serbio a través de
la historia? El Estrella Roja de Belgrado, por
ejemplo, fue Campeón del Mundo en 1991,
pero enseguida vino la guerra. También
hubo conflictos de diversa índole antes,
durante y después del Mundial de 1930…
Zvonimir Simunec:
El fútbol es el deporte nacional en Serbia,
pero a través de la historia no hemos tenido
muchas oportunidades de entusiasmar demasiado
a la nación con los éxitos de los
futbolistas. Por supuesto, con excepción
del Estrella Roja y el título europeo y
mundial a principios de los años noventa.
Por más que sea un entretenimiento para
las masas, el fútbol realmente no se refleja
en las vidas de la gente ordinaria y no interviene
en la esfera de la política. Reinaba una
gran rivalidad entre los clubes líderes
en la ex Yugoslavia, lo que influyó crucialmente
en la calidad del fútbol en esta región.
Por eso, hoy día, 20 años después
de la desintegración de Yugoslavia, otra
vez se está pensando en una liga conjunta.
Ya veremos qué habrá de eso.
A7: ¿Es
posible que en algún momento un deporte
tan popular como el fútbol pueda llegar
a unir a toda la gente, a todos los países
de la ex Yugoslavia, más allá de
los actuales conflictos? ¿Podría
ser este proyecto multimedia un ejemplo de esto,
una señal de esperanza?
ZS: La
misión principal del deporte es unir a
la gente, afirmando a la vez sus talentos, habilidades,
la capacidad de ser más ágiles,
fuertes y creativos que sus oponentes. Precisamente,
ésa es una de las ideas básicas
de la película ¡Montevideo,
que Dios te bendiga! Un grupo de marginales
de la periferia de la gran ciudad que se convierten
en héroes, gracias a un juego que en aquella
época apenas tenía seguidores. Paralelamente
con eso, queríamos ofrecer una historia
que contara cómo un grupo a través
del fútbol logró que su país
llegara a ser famoso en todo el mundo. Esperamos
que esta película haga mucho en la superación
de las diferencias entre los jóvenes de
esta región. La gente depende de la política,
pero no le gusta, y la vida es corta como para
dedicarnos a cosas que no nos gustan.
A7: ¿Queda
algún sobreviviente de aquel equipo del
´30?
ZS: Desafortunadamente,
ninguno de nuestros héroes está
vivo, pero estamos en contacto con sus familias,
que nos ayudaron a acercarlos a la nación
y "revivirlos" a través de los
recuerdos y el respeto que merecen por lo que
han hecho. Hoy día, todos los niños
en Serbia saben de los éxitos de nuestros
futbolistas en Montevideo.
A7: ¿Sabían
algo de Uruguay, antes de comenzar este proyecto?
¿Qué piensan de la actuación
de nuestro país en el reciente Mundial
de Sudáfrica?
ZS: Nos hemos dedicado a investigaciones
serias y nos informamos de todo lo posible sobre
Montevideo, Uruguay, la Primera Copa Mundial…
Además, sabemos que Uruguay fue dos veces
campeón del mundo y que su país,
en el verdadero sentido de la palabra, es un país
de fútbol. Creo que, precisamente por mencionar
tantas veces nuestro proyecto en los medios de
comunicación, Uruguay gozó de mucha
simpatía entre los serbios durante el Mundial
de Sudáfrica. De Diego Forlán se
sabe todo. Es uno de los jugadores más
importantes en Europa y personalmente me alegro
mucho por ser justamente él quien haya
sido nombrado como el Mejor Jugador del Mundial.
Es un gran maestro del fútbol. Lo mejor
que él hace - marcar goles -, representa
la esencia del juego de fútbol.
A7: ¿Y
qué hay de ese polémico tercer lugar
que la FIFA finalmente le adjudicó a Estados
Unidos, cuando Yugoslavia había sido premiada
aquí con ese tercer puesto?
ZS : Nosotros sabemos que ganamos el
tercer lugar, pero la actitud de FIFA quedó
indefinida, aunque existen documentos que confirman
que Yugoslavia consiguió el tercer puesto.
De hecho, poseemos una medalla original de Uruguay
por haber ganado el tercer lugar. Es lógico,
puesto que perdimos en la semifinal contra Uruguay,
quien llegó a ser campeón. Al final,
eso ya no tiene mucha importancia. Si a los norteamericanos
les importa mucho, no tenemos nada en contra de
que ellos también piensen que fueron los
terceros. Les mandaremos las réplicas de
las medallas que ganamos.
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