Sobre Doc Comparato (Rio de Janeiro,
1942) poco importa su carácter
polémico. Dijo una vez que "García
Márquez es un excelente novelista,
pero un pésimo guionista",
a propósito de una serie de televisión
que escribieron juntos. Pero es lo de
menos. Tampoco importa que sea una persona
de referencia en la televisión
de América y Europa. Menos todavía
que viaje por el mundo coordinando equipos
de guionistas para series de televisión,
ni que a menudo visite Uruguay para
dar seminarios. Tiene casi treinta años
de guiones para televisión en
su currículum. Esa es una parte
de lo que vale. Fue, además,
el guionista estrella de las telenovelas
de TV Globo a principios de los `80,
cuando hacían furor en todo el
mundo. Eso importa más. Es cardiólogo,
aunque ya no ejerce. Escribió
una novela y varios libros sobre guión.
Por sus obras de teatro ha ganado algunos
premios en Brasil y en Europa. Y acaba
de escribir una miniserie de aventuras
para Polka, convocado por Adrián
Suar.
TRABAJO EN EQUIPO

Espíritu de Scherezada. Así
es como le dice Doc al recurso al que
un guionista debe apelar. "En
el guión hay que mantener la
expectativa de que constantemente algo
va a pasar, mantener ese espíritu
en que el espectador está siempre
como hipnotizado siguiendo una expectativa
tras otra. Para el guionista esto implica
pasión, talento, pero también
una constante búsqueda. Y lo
más importante en esta búsqueda
es tener respeto por el espectador,
creer que es más listo que vos.
La peor cosa que le puede pasar a un
autor es creer que el otro es tonto.
La gente está entrenada de tantos
años de ver televisión,
cosa que no sucedía hace veinte
años, pero ahora si.".
Estos principios, dice, fueron los que
aplicó para escribir Talismanes,
la miniserie de trece episodios que
escribió para Polka. El protagonista
es un historiador que busca esos trece
talismanes. Es un proyecto caro, cada
capítulo está filmado
en un país diferente; Brasil,
Argentina, Venezuela, México,
Estados Unidos y otros. Surgió
de una vaga idea que se le ocurrió
visitando el cementerio de Recoleta,
en Buenos Aires, donde se cruzó
con un sepulturero borracho y un hombre
tirando el tarot. Se la comentó
a Adrián Suar, en una reunión
informal y en el mismo momento se convirtió
en un acuerdo de palabra para desarrollarla.
Pocos meses después, Doc estaba
instalado en una oficina en Buenos Aires,
trabajando en los guiones definitivos.
¿Hay diferencias entre la producción
de ficción en Argentina y en
Brasil? "En Brasil hay un solo
canal. En Argentina hay varias productoras,
y aparentemente son más pobres,
pero trabajan en condiciones más
igualitarias. Porque hay más
productoras independientes, hay más
cabezas pensantes separadas. En Brasil
solo está Globo dominando todo.
Es un monstruo, eso tiene ventajas y
desventajas. En México, por ejemplo,
uno tiene que trabajar para Televisa,
que también es un monstruo, pero
tienes otras opciones. En Brasil el
único que hace ficción
es Globo."
Ha trabajado por períodos largos
en Rusia, Francia, Alemania, Italia
y sobre todo Brasil. "Yo no
pertenezco a un país en especial.",
dice sobre los trabajos que lo obligan
a permanecer en otras ciudades. Si un
productor italiano quiere hacer una
serie para su país, llama a un
guionista local. Pero si quiere abrirla
al mercado internacional, el nombre
de Doc Comparato se maneja con frecuencia
para ponerlo a la cabeza de un grupo
de guionistas del país. "En
un caso así yo abro el proyecto
para un espectador cualquiera del resto
del mundo, el carácter local
se lo da el guionista local. En estos
proyectos trabajo como autor con soporte."
Por eso, si bien el nombre de uno o
dos de los guionistas se destaca por
sobre los otros, la ficción televisiva
es obra de un grupo. "La tira
diaria es una fábrica de emociones
y uno solo no puede tener todo en la
cabeza. Me gusta trabajar en equipos.
Tengo una experiencia muy distinta a
la de otros guionistas, porque he trabajado
con gente de diversas nacionalidades.
En estos casos el primer problema al
que me enfrento es el de la lengüa.
Necesito tener a alguien que la domine.
Necesito siempre un puente con la sociedad
que me recibe, escuchar, aprender, tener
respeto por la creatividad del otro.
Tenés que dejarte invadir, descubrir
un nuevo mundo en cada lugar."
O GLOBO

Comenzó a escribir en 1978, cuando
todavía ejercía de cardiólogo.
De ahí su apodo Doc. Durante
esos años escribió series
como Guardia de Policía,
María Bonita,
Retrato de Mujer, El
Tiempo y el Viento y Malú
Mujer. En su momento más
intenso llegó a guionar cuatro
a la vez. Malú Mujer,
la más vista, se exhibió
en toda latinoamérica e impuso
una marca de calidad de producción
que las telenovelas brasileras siguen
usando hasta hoy.
En 1985 fundó el Círculo
de Creadores de TV Globo, de donde salieron
muchos de los guionistas que hoy están
trabajando. Durante la dictadura había
funcionado como un órgano oficialista,
por eso en todos esos años apuntó
a redefinirse frente a su público.
Había aumentado sus índices
de audiencia y a la vez había
entrado fuertemente en mercados extranjeros.
Luego de un pasaje por Inglaterra, Comparato
volvió con nuevas ideas. A partir
de ahí comenzaron a filmarse
también series y miniseries,
además de las eternas telenovelas.
"Cuando se crean nuevos formatos,
se crean nuevas necesidades autorales,
por eso nació el círculo...
para descubrir y desarrollar guionistas
y autores."
El Centro ya no funciona más,
pero dejó su huella en varios
guionistas y directores que hoy siguen
trabajando. Globo ya no funciona de
la misma forma. "Antes era
mucho más vertical, estaba la
presidencia, la dirección y el
centro de creadores. Actualmente hay
diez directores que trabajan por separado.
Es una hidra, un monstruo con varias
cabezas. Es curioso porque con esta
dinámica el canal funciona como
en Argentina; hay varios productores
trabajando a la vez en diferentes proyectos.
La diferencia es que todos trabajan
para Globo."
El trabajo en tiempos de dictadura se
hacía bajo presión, aunque
Doc, el guionista principal de la empresa,
no lo recuerda como especialmente duro.
Guardia de Policía
era la más censurada de todas
su series, por contar hechos muy cercanos
a la realidad que se vivía a
diario. "En mi caso puedo decirte
honestamente que los cortes que me hicieron
no eran tan importantes. Esto lo pienso
ahora. Se complicaron más de
lo que ameritaba. Miro hacia atrás
y cuando pienso en las modificaciones
que le hacían a lo mío,
pienso en el dicho ese de que cambia
todo y no cambia nada."
No es lo único
que visto en perspectiva cambia. "Puede
parecer un poco loco decir esto, pero
la censura tuvo sus beneficios. Como
terminaban cortando muchas partes filmadas,
incluso capítulos enteros, Globo
dio la orden de que los guiones serían
enviados al censor antes de ser filmados.
Así el organo hacía los
cortes sobre la palabra, una vez que
pasaba esto, el resto no podía
ser cortado otra vez. No podías
cambiar nada sobre esa versión,
fue un arreglo de Globo para que no
se gastara dinero innecesariamente.
Como consecuencia, se empezó
a tener un respeto muy grande por los
guiones; ahora ni los actores ni los
directores cambiaban los guiones. A
partir de ahí se estableció
que los actores y directores no pueden
cambiar el guión una vez aprobado."
Desde su punto de vista, los guionistas
ahora se enfrentan a otras limitaciones
más importantes. El presupuesto,
por empezar. "La única
pregunta que los productores hacen es
¿cuánto va a costar? Me
parece que esto es reducir mucho las
cosas." Pero eso es parte
inevitable del trabajo en televisión.
"Un profesional siempre tiene
que tener conciencia de los costos.
Yo mismo me fijo límites, en
cada episodio me marco diez actores,
por ejemplo. Trabajas con las limitaciones.
Te doy el ejemplo de Malú. Para
esa telenovela teníamos un problema
con su apartamento, que era una de las
principales locaciones. Como la actríz
era muy cotizada, la traíamos
de San Pablo y la teníamos solo
los lunes. Sus escenas eran hechas ese
día en un solo decorado. Por
este tipo de cosas inevitablemente estás
conciente de tus límites; igualmente
contás con la creatividad del
otro. Es lo opuesto a escribir un libro.
En la literatura la palabra es implícita;
en el guión y la dramaturgia
la palabra es explícita, está
hecha para ser dicha y representada,
no para ser leída. Por eso yo
necesito de la creatividad de otros
profesionales, del iluminador, del cámara,
e incluso del censor. Mi guión
es un instrumento de trabajo para mucha
gente, es mucho más que la palabra
explícita del diálogo."

