.: Novedades :..: Películas :..: Informes :..: Entrevistas :..: Videogames :..: Festival Montevideo Fantástico :..: Twitter :..: Home :..: E-mail :..: Imprimir Documento :.




Entrevista a Fabián Forte, director de Mala carne
EL VAMPIRISMO DESDE OTRO ÁNGULO


por Alejandro Yamgotchian (diciembre, 2003)


Fabián Forte es el director de Mala carne, una de las películas que más llamó la atención en el pasado festival de cine de terror, fantástico y bizarro Buenos Aires Rojo Sangre 2003. Y Arte7 lo fue a buscar para que nos contara algunas cosas peculiares de la filmación, hecha con mucha imaginación y escasos recursos, y ya de paso para recabar su opinión de lo que significa hoy en día hacer cine en la vecina orilla.




Arte7: Mala carne es una vuelta bastante original al tema de los vampiros...



Fabián Forte:
Mala carne tiene muchas influencias... Considero que es una vuelta de tuerca al tema "vampiros", y también una historia que mezcla distintas leyendas urbanas, pero la rama de la película que más me gustó contar es el hecho del amor posesivo, tomando a los cuerpos de los protagonistas como objeto, en este caso no solo sexual, sino afectivo y comercial. Detrás de la carne, tambien se esconde el negocio.


¿Cómo les resultó la experiencia de hacerla en tan poco tiempo y todavía de manera cronológica, consecutiva, editada en cámara?


Es una experiencia positiva, dentro de las posibilidades que teníamos de realizar la película. Contábamos con un presupuesto irrisorio y solo seis jornadas. Nos avocamos a escribir una historia que suceda en una sola locación; esto nos permitió poder realizarla de manera consecutiva y editarla en cámara, pues las escenas ocurren dentro de un mismo lugar (la casa). Solo necesitábamos tener a los actores en todo momento para seguir con la escena correspondiente. Para nuestros colegas, el hecho de que la película esté editada en cámara es un dato que les llama sumamente la atención. A su vez, como realizador, me dio la libertad de hacer una búsqueda dentro del lenguaje audiovisual. Las limitaciones como el dinero o la iluminación nos dieron la posibilidad de trabajar con libertad. OK; no tenemos pautas que cumplir; tratemos de contar lo que queremos de la manera que más nos guste. OK; no tenemos fotografia; que la cámara se maneje libremente, sin limitaciones de luz. OK; no hay plata; utilicemos esto para poder crear, libres de pautas técnicas. A veces la falta de medios te hace usar la imaginación para poder transmitir con poco una idea.




La mujer toma un rol preponderante en la película...

La mujer ocupa varios roles. Primero, es la que lleva las riendas. Segundo, son el lado salvaje. En la película, podría decir que más que vampiros, son fieras. La idea de mujer como "impredecible" ronda en las acciones y actitudes a lo largo de la historia.

Hay una gran tendencia a marcar varias obras con humor negro y del otro en Argentina. Mala carne no es ninguna excepción...


La concepción de Mala carne surge como una película en tono "cotidiano". El hecho de que dos jóvenes estén de levante me suena un poco al imaginario colectivo actual. Esto me daba la posibilidad de jugar con las actitudes y lo cursi de la situación. La vuelta de tuerca era que ese tono cómico comenzara a ser macabro a lo largo de la película, y hasta ahora, en las proyecciones, eso está marcado. El espectador ríe hasta la mitad de la proyección; luego hay un silencio absoluto.


¿Tenés alguna preferencia dentro del cine fantástico?

No tengo influencias dentro del género. Hay películas que cambiaron y revolucionaron el cine, como El Exorcista, pero trato de no quedarme en un género determinado. Me gusta el cine y la posibilidad de generar tantos sentimientos que te da una buena película. Me gusta lo postmoderno. Jugar con los genéros y romper con la forma del guión. Creo que hace crecer las expectativas del espectador. Venimos de un cine muy marcado, con formas de estructuras ya pre-establecidas. Cada género tiene sus tópicos, y eso creo que el espectador ya lo tiene estudiado. Mezclar géneros hace que el público se desoriente, hace que la película esté viva.



¿Piensan seguir produciendo materiales vinculados al género?


Pensamos seguir produciendo. No me gusta estancarme en algo. Hablo por mí y por el grupo. Mi idea es comunicar desde el cine; no sé si revolucionar el género. Esa nunca fue mi intención. Reconozco que el terror me hace sentir un niño, y me seduce mucho el género.




Me llamó la atención toda la publicidad que hicieron, sobre todo pegando volantes y hasta en las veredas de Corrientes, a eso de las 3 de la mañana. ¿Este entusiasmo fue el mismo con el que se filmó el largometraje?

Ese y más. Hacer una película es demasiado complejo. Vivís para hacerlas, y tu cabeza está pendiente de eso. Uno pone mucho esfuerzo en hacerlas, por eso creo que un director debe enamorarse del guión; caso contrario no estarías lo suficientemente estimulado para generar tal movida. Nosotros solo generamos proyectos, tenemos las ideas y las ganas, pero no tenemos equipos propios... Conseguimos los elementos, como la cámara o la edición de sonido por medio de amigos. Eso hace que trabajemos con ciertas limitaciones de horarios... Pero en el fondo, en gran escala, siempre se trabaja así. Bajo presión. Ademas eso de pegar carteles... es nuestra manera de publicitar. Quizás algun día tengamos sponsors...



La historia de Mala carne... ¿es más un asunto de estructura que de contenido?


Mala carne tiene estructura, pero dejamos detalles libres a la imaginación de la gente. Creo que eso genera un contenido que está más allá de lo que la imagen cuenta. Esa por lo menos fue la idea. Creo que no hay estructura sin contenido.




¿Es difícil hacer cine en Argentina?





Extremadamente difícil. Hacer cine creo es una utopía, por lo menos en Argentina. Solo pocos lo hacen. El tema del tres a uno afectó terriblemente. El último Festival de Cine Independiente aceptaba los trabajos en video, porque no habia producción. Para los argentinos es imposible, para los extranjeros es Tru lala; vienen todos a filmar acá. Trabajar en video te da la posibilidad de poder hacer cine. Para nosotros, en este momento, es la única manera.


¿Se han sentido apoyados en toda esta travesía?


En el BARS tuvimos todo el apoyo, en cuanto a la gente y los organizadores. Incluso hoy día hay propuestas, gracias al haber mostrado la película en el festival. Ojalá se generen más espacios para este tipo de cine. Es más; esta entrevista es gracias a la ventana que fue el festival. Agradezco este espacio.

.: Derechos Reservados :.